Si bien es una historia que se viene repitiendo en varios lugares del mundo, ni el mejor guionista de las plataformas de streaming se esperaba que sucediera en Perú. Solo se trata de colocar las cosas en su lugar y lo fundamental es que esta decisión generará ingresos necesarios al fisco para mejorar la salud y la educación de los peruanos, o al menos eso es lo que afirman las autoridades.
La normativa que propone el Ministerio de Economía y Finanzas prevé cobrar el IGV a los servicios que brindan las plataformas de streaming o de taxi, a las publicidades en redes sociales, entre otros aspectos vinculados al mundo de las compras virtuales. Se trata de una medida natural que debe ser aplicada debido a que la economía peruana se ve perjudicada por todo el dinero que exportan las empresas que ofrecen estos servicios.
Además, recordemos que no hay una ley de exoneración para estas empresas asentadas en el extranjero y, que este cobro de impuestos ocurre en otros países, no solo en Europa o EE. UU., sino también en la región, como ser Chile o Uruguay, por ejemplo. Estas empresas, que antes eran “el patito feo” de los negocios, tienen muchas ganancias con nuestro dinero, y no dejan nada al país. Exportan soles, lo transforman en dólares, euros o la moneda donde están instalados y logran una mayor ganancia, sin dejarnos nada.
Para graficar lo que sucede, solo una de estas empresas internacionales de streaming, Netflix, que solo en 2023 facturó en todo el mundo 33,700 millones de dólares, tiene más de 3 millones de usuarios en nuestro país, donde se instaló hace casi 13 años. Estos amantes de las películas y las series gastan, en promedio 10 dólares al mes, lo que significa unos 120 millones de soles.
Y en el caso de las publicidades en Facebook, TikTok, YouTube, hoy en día las empresas peruanas, por ejemplo, los hoteles de Cusco, Paracas, Tarapoto, Trujillo, Máncora, tienen que pagar un 30% de impuestos, más el 18% del IGV para poder descontar esa inversión junto con otros gastos operativos permitidos por ley.
Estos son solo dos ejemplos de lo que sucede y evidencian pérdidas de miles de millones de soles al país, a todos los peruanos, dinero que se podría usar en proyectos de los sectores que beneficien a los más vulnerables: niños, adolescentes, jóvenes, adultos mayores, personas con discapacidad. Tendríamos mejor salud, educación, infraestructura, alimentación, entre otros. Hablamos, nada más y nada menos, que de unos 1,200 millones de soles que el Estado Peruano recaudaría, supliendo el déficit impositivo que tiene el Perú.
Estas empresas deberían tener ética comercial, y cada 20 soles, dejar 4 en el país y llevarse 16, no cargarles a los usuarios ese impuesto, para que no se genere resistencia de los contribuyentes. Bienvenidos siempre los privados que quieren hacer negocios en nuestro país, pero cumpliendo nuestras reglas fiscales y dejándoles un beneficio a todos los peruanos.
También, para darle más fuerza a esta ley, insto a las autoridades de Gobierno y del Congreso, que convoquen a los expertos para contribuir a mejorarla, y que así sea más aplicable y socialmente apoyada, evitando así que estas empresas gigantes las anulen con sus superpoderosos abogados.
El aplicar esta norma es corregir un error histórico que tiene más de 15 años. Es lo que corresponde. Lo natural no es impuesto, nunca.
fwfw