En un esfuerzo por fortalecer el control y la autoridad en las instalaciones penitenciarias del Perú, la Policía Nacional, en colaboración con la Fiscalía y el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), que es parte del Ministerio de Justicia, efectuó una operación a gran escala con resultados significativos en la confiscación de objetos ilegales. Esta acción, parte de la Política de Cárceles Seguras, permitió la incautación de una gran cantidad de droga y dispositivos electrónicos prohibidos dentro de las celdas.
En la intervención se decomisó 2.518 quetes de droga y 240 envoltorios de esas sustancias, además de 246 armas improvisadas, 74 teléfonos móviles, 36 memorias USB, 34 cargadores, 13 baterías, 12 auriculares y 361 objetos diversos.
En el Establecimiento Penitenciario Ancón I, uno de los puntos focales del megaoperativo, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana Ysa, encabezó personalmente la incursión.
En dicha intervención se observó la participación de 26 miembros del Grupo de Operaciones Especiales y Seguridad (GOES), 25 oficiales de la dirección de Seguridad Integral, 29 agentes del INPE, 6 fiscales especializados en prevención del delito y 3 equipos del Departamento de Investigación Criminal (Depincri), quienes ejecutaron una exhaustiva revisión de los pabellones.
Requisas en penales peruanos
En los últimos años, los operativos realizados en los penales peruanos por parte de la PNP y agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) han resultado en múltiples incautaciones significativas, evidenciando la compleja situación de seguridad y el contrabando dentro de estas instalaciones. Aunque no se dispone de una cifra exacta de todas las incautaciones debido a la diversidad y cantidad de operativos, los hallazgos son reveladores.
Entre los objetos incautados se encuentran teléfonos móviles, drogas de diversas clases, armas blancas hechas de manera artesanal, e incluso armas de fuego. Estos elementos son introducidos al interior de los centros penitenciarios mediante métodos ingeniosos que incluyen el ocultamiento en comida, ropas y otros artículos permitidos. Los teléfonos móviles, en particular, representan una herramienta crucial para que los reclusos mantengan operaciones ilícitas desde dentro de las prisiones, coordinando actividades delictivas externas.
Además, en algunos operativos se ha evidenciado la existencia de infraestructuras adaptadas por los propios reclusos para mejorar su calidad de vida dentro de las celdas, tales como pequeñas cocinas improvisadas. Estas incautaciones demuestran los retos a los que se enfrentan las autoridades peruanas para mantener el control y la seguridad dentro de los penales, así como la necesidad de implementar medidas más eficaces para prevenir el ingreso de objetos prohibidos.
Rehabilitación en penales
Pero las requisas no son las únicas actividades que se realizan en los penales. A mediados de abril, internos de los diversos centros penitenciarios del Perú exhibieron los productos que elaboran en los eventos, ferias o actividades afines que desarrollan a nivel nacional o internacional los ministerios de la Producción, de Justicia y Derechos Humanos, de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), así como el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
Esto fue posible gracias al convenio de cooperación interinstitucional suscrito por dichas instituciones con el fin de promover la generación de empleo formal en los establecimientos penitenciarios. En ese sentido, el ministro de la Producción, Sergio Gonzalez, resaltó que su sector es parte de la actividad intersectorial a favor de la reinserción social y laboral de los internos, brindándoles alternativas de desarrollo productivo a sus emprendimientos mediante el Programa Nacional Tu Empresa (PNTE) que fomenta la competitividad del país.
“Acá está el compromiso del Estado, a través del Ministerio de la Producción, para apoyar a más peruanos emprendedores con capacitación, competitividad y formalización. De esta manera estaremos dándoles a los internos una herramienta para buscar lo que como sociedad queremos de ellos, una reinserción social y laboral”, dijo.