Peruanos figuran en el top 10 de destacada competencia de la NASA por el diseño de un vehículo espacial

El equipo de la Universidad de Piura logró ocupar el décimo puesto gracias a su vehículo de propulsión humana, además de destacar por su contribución en la divulgación de la ciencia

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El concurso Human Exploration Rover Challenge busca promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. - Crédito: NASA/Andina
El concurso Human Exploration Rover Challenge busca promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. - Crédito: NASA/Andina

Estudiantes de la Universidad de Piura, pertenecientes al Proyecto Ares, han logrado una destacada posición dentro de los 10 primeros lugares en el Human Exploration Rover Challenge (HERC) 2024, organizado por la NASA. Este acontecimiento coloca a la representación universitaria peruana en un lugar privilegiado en frente de cientos de instituciones académicas a nivel global, en una arena destinada a fomentar el avance tecnológico espacial.

El HERC 2024 se caracteriza por ser uno de los torneos más amplios auspiciados por la entidad, ya que abre sus puertas tanto a participantes de niveles universitarios como de secundaria. Su principal objetivo es incentivar la innovación entre los jóvenes al propiciar el desarrollo de nuevas tecnologías para futuras misiones espaciales.

Enfoque multidisciplinario

El concurso Human Exploration Rover Challenge busca promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. - Crédito: Andina
El concurso Human Exploration Rover Challenge busca promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. - Crédito: Andina

Dentro de este marco competitivo, el equipo de la Universidad de Piura logró sobresalir gracias a su Vehículo de Propulsión Humana (VPH) diseñado para enfrentar condiciones similares a las del terreno marciano.

Según compartió la Agencia Andina, bajo la dirección de Sebastián Adanaqué, presidente del Proyecto Ares y estudiante de 21 años, el grupo se diversificó e incluyó talentos de diversas especialidades, más allá de la ingeniería. Este enfoque multidisciplinario ha sido una pieza clave en su ascenso al top 10 del certamen, que les permitió escalar significativamente su posición 19 del año anterior entre más de 200 competidores internacionales.

“En la competencia pasada solo incluimos a gente de ingeniería, pero en esta edición he querido incorporar a todos, para tener el aporte de todos. Alguien debe concentrarse, por ejemplo, en la construcción y no debería estar viendo lo que tiene que ver con dinero porque existe una especialidad, una carrera y gente para eso”, informó para el mencionado medio.

Reconocimiento en las redes sociales

El concurso Human Exploration Rover Challenge busca promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. - Crédito: Andina
El concurso Human Exploration Rover Challenge busca promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. - Crédito: Andina

Sin embargo, esto no sería todo, ya que además de haber ocupado el puesto 10 de entre 85 universidades, el equipo del Proyecto Ares ha obtenido una distinción de la NASA por su sobresaliente contribución a la divulgación de las áreas STEM a través de las redes sociales.

Este reconocimiento se da en el marco de un evento global que contó con la participación de más de 200 universidades, entre las que el grupo logró destacar por encima del resto.

La creación del rover que llevó al equipo a obtener tal reconocimiento tiene su origen en Lima, en colaboración con el SEMAN de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), donde se realizó la primera etapa de construcción. Posteriormente, el vehículo fue trasladado a Piura, a las instalaciones de su universidad, para los ajustes finales y pruebas de funcionamiento.

Materiales creados por alumnos

Estas etapas del proyecto fueron posibles gracias a un convenio con la FAP, una estrategia clave para los estudiantes a fin de financiar los costes de desarrollo y producción del rover, dada la necesidad de generar sus propios recursos para el proyecto.

El reto del HERC implicó la prohibición de usar materiales comerciales en la construcción del vehículo, lo que llevó al equipo a iniciar su diseño desde cero.

“Postulan alrededor de 320 universidades a nivel mundial, de las cuales la NASA solamente escoge a 80, entonces ya desde ahí, creo yo, es un logro total. Es sentirse orgulloso de lo que tú mismo construyes”, señaló Adanaqué para la Agencia Andina.

Para enfrentar este y otros desafíos, como las especificaciones técnicas de la NASA que exigen que el vehículo entre en un cubo de 1,5 metros por lado, pese menos de 70 kilos, sea plegable y tenga un tiempo de recorrido corto, el Proyecto Ares realizó pruebas en un laboratorio digital con el objetivo de encontrar la versión óptima.

Además, diseñaron una herramienta que permitiera al vehículo cumplir con una serie de tareas específicas durante su recorrido.

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