La Tinka es, para muchos peruanos, sinónimo de esperanza cuando cada semana participan en este juego de azar con la ilusión de transformar sus vidas de la noche a la mañana. Desde su creación, se ganó un lugar en la cultura popular del país, no solo por los significativos premios que ofrece, sino también por su impacto social a través de las contribuciones a diversas causas benéficas. Pero detrás de los sueños y las expectativas que despierta este famoso juego, hay una historia y una organización que merece ser contada.
¿Qué misterios rodean el origen de esta lotería y quiénes son los visionarios detrás de su éxito? Mucho más que un simple sorteo, busca ser en un agente de cambio para muchos. A lo largo de sus años de operación, no solo ha tenido ganadores, sino también historias inspiradoras de altruismo y progreso. Hoy nos adentramos en el viaje no contado de este juego de azar, para explorar las profundidades de su impacto en la sociedad peruana, más allá de los destellos de fortuna.
¿Cuál es el origen de La Tinka y cómo se integró en la cultura peruana?
La Tinka empezó su andadura en Perú en octubre de 1994, cuando fue introducida por la empresa Lottery Holding, que más tarde cambiaría su nombre a Tektron S.A., como una revolucionaria lotería que se jugaba los domingos. Se presentó al público bajo el eslogan “Tinka, lotería electrónica”, distinguiéndose por su avanzada tecnología para la época, que incluía la venta de boletos a través de dispositivos computarizados de IBM y una balotera electrónica que permitía saber quiénes eran los ganadores justo en el momento del sorteo en directo.
Debido a su popularidad, en 1996 se añadió un sorteo adicional los jueves, aunque este juego específico cambiaría su nombre a ‘Kábala’ dos años después. El crecimiento continuó y, en 2003, la empresa Intralot, con sede en Grecia y una de las más grandes en el sector de juegos a nivel mundial, compró La Tinka. Con este cambio de administración, renovó su imagen y se ajustaron los días de sorteo a miércoles y domingos.
Finalmente, en 2016, Nexus Group, una empresa parte de Intercorp, tomó el control de La Tinka, manteniéndola viva en el corazón de los peruanos como una de las loterías más emblemáticas y queridas del país. Esta historia muestra cómo La Tinka se ha ido transformando y adaptando a lo largo de los años, siempre manteniéndose como un juego fundamental en la vida de muchos peruanos.
¿Cuál es el proceso para seleccionar los números en La Tinka?
El proceso comienza con la compra de boletos, que pueden adquirirse en puntos de venta autorizados distribuidos por todo el país o a través de plataformas online habilitadas para tal fin. Los participantes seleccionan seis números de un conjunto que va del 1 al 45, o pueden optar por una selección automática conocida como “Jugada Aleatoria”.
Los sorteos de La Tinka se realizan dos veces por semana, específicamente los miércoles y domingos. Durante cada sorteo, se seleccionan al azar seis números principales más un número adicional, conocido como “Boliyapa”, que juega un papel en la determinación de algunos de los premios secundarios.
La Tinka cuenta con varias categorías de premios, basadas en la cantidad de aciertos obtenidos por los participantes. El premio mayor o “jackpot” se otorga a quien acierte los seis números principales. Hay premios secundarios que varían dependiendo de la cantidad de aciertos, con categorías que incluyen premios por acertar cinco, cuatro o tres de los números principales, y estos premios pueden incrementarse si además se acierta el número adicional ‘Boliyapa’.
Los ganadores son determinados de forma inmediata tras cada sorteo, gracias al sistema electrónico con el que cuentan tanto los puntos de venta como la plataforma de sorteo, lo que permite una rápida verificación de boletos ganadores. Una vez realizado el sorteo, los resultados se publican en medios oficiales y en el sitio web de La Tinka, donde los participantes pueden verificar si sus números coinciden con los números ganadores.
“Todos ganan”
La Tinka, más allá de ser un popular juego de lotería en Perú, destaca por su significativa aportación a causas sociales, redirigiendo una porción de los ingresos obtenidos de la venta de boletos hacia proyectos en los campos de la educación, la salud y el bienestar social. Estas contribuciones financieras son esenciales para el soporte de comunidades vulnerables a lo largo del país, impulsando su desarrollo y mejorando su calidad de vida.
Dentro de este marco de acción social, la colaboración con la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana emerge como un ejemplo destacado del impacto positivo de La Tinka. Fabricio Orozco Vélez, gerente general de la Sociedad, en declaraciones publicadas por El Comercio, enfatiza la vital importancia de contar con apoyos como el de La Tinka. Pues, al no recibir financiamiento estatal, la entidad se ve en la necesidad de encontrar vías alternativas para sostener sus programas dirigidos a ayudar a los más necesitados.
La Tinka, entonces, se posiciona como un valioso aliado, no solo por su apoyo económico, sino también por su papel estratégico en asegurar la operatividad de proyectos cruciales para el bienestar comunitario. Este vínculo refuerza la noción de que las empresas pueden y deben jugar un rol crucial en el mejoramiento social, estableciendo un precedente en la responsabilidad social empresarial. A través de este tipo de colaboraciones, La Tinka demuestra cómo el sector privado puede contribuir efectivamente al fortalecimiento de la red de apoyo social, beneficiando a quienes requieren de ayuda y promoviendo un ambiente de inclusión y desarrollo