Patricia Benavides coordinó designación de Marco Huamán antes de asumir como Fiscal de la Nación

El fiscal provincial Marco Huamán fue otro de los principales funcionarios que acompañaron a Patricia Benavides desde el inicio de su gestión hasta que fue retirada del cargo de manera preventiva, entre acusaciones de liderar, presuntamente, una organización criminal. Ahora, en su declaración ante el Eficcop, Huamán, quien en algún momento lideraba las pesquisas contra la presidenta Dina Boluarte por las muertes en protestas, revela la manera en la que llegó a ser la mano derecha de la exfiscal suprema.

La posición privilegiada de la que gozaba Marco Huamán al estar al tanto de una serie de investigaciones de alta envergadura, tiene que ver con su designación como coordinador en el Área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales. Este despacho es el que trabaja mano a mano con el fiscal de la Nación en lo que respecta a investigaciones en contra de funcionarios aforados, como congresistas, altos funcionarios Públicos, y hasta la misma presidenta Dina Boluarte.

Este cargo, cuyo nombramiento debía tomarse con la mayor seriedad posible y seguir todas las regularidades del caso, habría sido decidido por Benavides a puertas cerradas y contraviniendo todo tipo de normas de transparencia; pues, según las mismas declaraciones de Marco Huamán Muñoz, su designación en dicho cargo se dio en el domicilio de Patricia Benavides.

Así lo afirmó ante el Ministerio Público. En el informe fiscal, al que El Comercio pudo acceder, confiesa que fue convocado a una reunión en el domicilio de la funcionaria en donde detalla que conoció al Jaime Villanueva, quien también participaba en ella. “Lo conocí (a Jaime Villanueva) cuando me convocaron a la reunión para ser adjunto supremo, fue la primera vez que lo vi ahí, estábamos en el domicilio de la doctora Patricia y ahí me lo presentaron, mi relación con dicha persona fue laboral y funcional, él era el asesor de la doctora Patricia”, aseveró

“No recuerdo la dirección, pero una vez me convocó a su domicilio para que la apoye en Área de Enriquecimiento ilícito y denuncias constitucionales como fiscal adjunto supremo. Eso fue aproximadamente, creo, durante el período en que ya la habían nombrado, pero no había juramentado como fiscal de la Nación, esto es, en el año 2022″, dicta el documento del Ministerio Público.

En las declaraciones para la Fiscalía, Huamán Muñoz habla de una serie de hechos que habrían transcurrido en el marco de estas coordinaciones, de los cuales se resaltan un total de dos reuniones, la primera en la que se le informó respecto a su designación y la segunda para organizar cómo funcionaría este equipo. Pero existen dos detalles que no deberían pasar desapercibido.

Cabe destacar que en estas reuniones, Huamán Muñoz aclaró que él no se encontraba solo, sino que en ambas, se encontraban presentes no solo Jaime Villanueva, sino también Miguel Girao, ambos, asesores de confianza de Patricia Benavides. Además, estaba también la fiscal Marita Barreto, de quien se conoce que, en un inicio, y al igual que el fiscal Rafael Vela, eran fiscales que apoyaban a Benavides Vargas; pero que posteriormente se desligaron de su gestión, a medida que avanzaban las acusaciones en su contra.

El primero, que su asignación como coordinador fue decidida en una reunión fuera del ámbito profesional alegando en un pedido que Huamán entendió como una convocatoria por su expertis en delitos de corrupción de funcionarios y enriquecimiento ilícito”; y el segundo, de que esta fue realizada cuando Benavides aún no había juramentado en el cargo. Es decir, Benavides había tomado decisiones sobre el despacho desde antes de asumir el cargo.

“Fueron dos veces, una la que ya referí en mi pregunta anterior, y después creo que fue para tratar de organizar el equipo, para darnos las pautas del trabajo y de las funciones de las áreas de enriquecimiento ilícito y denuncias constitucionales”, se detalla en dicho documento.

Estas no serían más que las primeras de muchas coordinaciones que Benavides habría gestionado con Huamán Muñoz, siempre por medio de sus asesores de confianza. Coordinaciones en las que, incluso, el entonces fiscal supremo era requerido a entregar informes y resoluciones sobre las investigaciones iniciadas contra congresistas en el despacho en el que lo designaron.