Uno de los productos distintivos del Perú es el maíz morado, el cual ha trascendido los siglos para convertirse en un producto importante de la gastronomía y cultura del país. Con sus raíces entrelazadas en la historia preincaica, este grano de tonalidades púrpuras se encuentra conquistando paladares y corazones, dando vida a deliciosa chicha morada y la mazamorra morada.
El maíz morado, conocido también como sara o kulli sara en tierras peruanas, es una variedad ancestral de la planta Zea Mays. Su distinción radica en las mazorcas de tonalidades moradas, así como en la intensa coloración de sus granos y marlos. Esta joya andina trascendió fronteras, experimentando un proceso de industrialización que le permitió conquistar paladares en países tan diversos como Japón, Alemania y Estados Unidos. Ante la importancia de este producto a nivel nacional e internacional, hay una región peruana que aspira en posicionarse como ‘capital nacional del maíz morado’.
¿Lo logrará?
En este contexto, Cajamarca alza la voz y proclama su ambición de ser reconocida como la ‘capital nacional del maíz morado’. Este sueño cobra vida con la organización del II Festival del Conocimiento y Emprendimiento del Maíz Morado INIA 601, Maíz Choclo y Maíces para Cancha, a realizarse el próximo 3 y 4 de mayo en el pasaje la Cultura de la ciudad.
Con el lema “Añañau mi maíz”, este evento, auspiciado por el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), el Gobierno Regional de Cajamarca, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, la Universidad Nacional de Cajamarca, entre otras entidades, busca exaltar las virtudes de la variedad INIA 601, fruto del trabajo incansable de la investigadora Alicia Medina Hoyos, nativa de esta tierra.
Un festival para celebrar la diversidad y la innovación
El certamen, que coincide con el Día Nacional del Maíz Morado, Maíz Choclo y Maíces para Cancha, promete ser un espacio de encuentro para productores, emprendedores y amantes de este producto. La agenda incluye la presentación de una amplia gama de productos derivados del maíz morado, desde panificación hasta licores, pasando por manjar, queso, yogurt, turrón, donas, café, macerados, mermelada, cerveza y jabón, entre otros.
Alicia Medina, investigadora del INIA Cajamarca y miembro de la comisión organizadora del festival, destaca la relevancia del evento, que contará con la participación de emprendedores y productores de diversas regiones del país, así como de invitados internacionales. Conferencistas de renombre, tanto nacionales como extranjeros, compartirán sus conocimientos y experiencias en torno al maíz morado y su potencial en la industria alimentaria.
Crecimiento sostenido del consumo y la producción
El auge del maíz morado no es solo una realidad palpable, sino también un fenómeno en constante expansión. En Cajamarca, el consumo de la variedad INIA 601 experimentó un notable incremento, al igual que la cantidad de productores dedicados a su cultivo. Con más de 1.500 hectáreas sembradas y unos 300 productores activos, este grano se ha convertido en un pilar importante de la economía local.
La riqueza del maíz morado se manifiesta en su diversidad. Variedades como el Morado Canteño y el Morado Caraz, con sus características únicas y su historia, enriquecen la oferta agrícola de la región y contribuyen a preservar la herencia cultural de nuestros antepasados. Las mejoras genéticas, representadas en cultivares como el PMV-581 y el PMV-582, son testimonio del compromiso de la ciencia y la tecnología con la sostenibilidad y el desarrollo rural.
¿De dónde viene el color morado?
La coloración de la planta, así como de las tuzas y el pericarpio de los granos de maíz morado, es el resultado de la acción conjunta de múltiples genes ubicados en distintos cromosomas. Estos genes producen pigmentos antocianínicos de diferentes colores, que al combinarse resultan en la tonalidad morada característica. Este color es una combinación de pigmentos rojos y azules.