Vecinos que residen en el asentamiento humano Medalla Milagrosa, ubicado en el distrito limeño de Magdalena del Mar, están solicitando a la municipalidad que derribe un muro de concreto que separa su área del malecón de la comuna, al cual han llamado ‘muro de la vergüenza’.
Para acceder a la calle desde sus hogares, los residentes deben trepar este muro de cemento y utilizar una escalera, ya que es la única salida disponible. Ellos, representados por la presidenta del comité del AA. HH. Medalla Milagrosa, Esther Romero, argumentaron que el muro ha estado en pie durante más de 60 años y que alrededor de 20 viviendas se ven afectadas por esta situación. Sin embargo, el presidente de la junta vecinal adyacente defiende la existencia del muro y señala que no está permitido el acceso desde la parte posterior de las viviendas.
Una de las vecinas señaló que entre las casas que colindan con el ‘muro de la vergüenza’ reside una paciente oncológica, a quien deben trasladar en camilla por las escaleras, ya que la ambulancia no puede acceder a esa entrada de las viviendas.
No solo las ambulancias tienen restricciones para ingresar, sino que tampoco pueden hacerlo los vehículos del Cuerpo General de Bomberos del Perú (CGBP) en situaciones críticas como temblores o incendios. Por esto, la vocera de los vecinos que residen en el asentamiento humano señaló que no pueden ejercer el derecho al libre tránsito.
“Nosotros tenemos un pasaje angosto de no más de tres metros. Son más de 60 años que este muro es público (...) No hay forma (de que entren bomberos o ambulancias). (...) Los mismos vecinos, por necesidad, han tenido que abrir sus puertas”, denunció en Latina una de las vecinas de ‘Medalla Milagrosa’.
Ante esta situación, el municipio desmintió que hayan recibido una solicitud de derrumbe del muro. La Subgerencia de Fiscalización de la Municipalidad de Magdalena del Mar, a través de su representante Luis Rivera, confirmó que el muro de concreto tiene más de 60 años de antigüedad. También explicó que su construcción formaba parte del desarrollo de la urbanización Salaverry, que colinda con el AA. HH. Medalla Milagrosa.
“Deben siempre seguir una formalidad para seguirse los procedimientos técnicos y legales y a través de ellos puedan obtener lo que están solicitando. Esto no es así, no han presentado ningún documento. Hemos venido detectando que se han incrementado las autoconstrucciones antirreglamentarias e ilegales”, sostuvo Rivera.
En contraste, Sandro Barreto, autoproclamado presidente de la junta vecinal de la urbanización Salaverry, afirmó que la construcción del muro divisorio es legal y expresó que los residentes de esa área se sentirían perturbados si ‘Medalla Milagrosa’ tuviera acceso sin restricciones a la calle adyacente. Comentó que los derechos de estos vecinos no deben confundirse con deseos personales.
Esta no es la primera vez que los residentes de ‘Medalla Milagrosa’ denuncian discriminación debido a la presencia del muro. De hecho, a principios de abril, durante una transmisión en vivo en el programa ‘Dilo Fuerte’ de Panamericana TV, un grupo de vecinos se atrevió a derribar una parte del muro que había sido construida recientemente, ya que la sección original del muro es de color verde, mientras que la nueva parte estaba sin pintar.