Tal y como lo detalló un informe de Ipsos Global Advisor, el ánimo emprendedor en el Perú es notable, ocupando el país la tercera posición a nivel mundial en predisposición hacia el emprendimiento. Las consecuencias se desprenden por sí mismas: cerca del 40 % de los peruanos desea laborar en un negocio propio y otro 35 % lo busca hacer de forma independiente.
De hecho, un informe titulado Estudio de Opinión del Suplemento CADE destacó la tendencia nacional por soñar con el emprendimiento personal, indicando que 4 de cada 10 peruanos espera iniciar un negocio en los próximos meses o cuando la coyuntura económica así se lo permita.
Los errores más frecuentes
Esta conducta es reconocida por los especialistas en la materia, por lo que Hamilton Martínez Flórez, docente en el Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (CIDE-PUCP), enlistó una serie de errores financieros que observa con frecuencia en el mercado doméstico. Es importante que los futuros emprendedores sean conscientes de estas equivocaciones y sepan identificar los patrones que pueden llevarlos a cometerlos, así anticipándose a un intento de emprendimiento fallido.
Para Martínez, tener una buena idea, si bien esencial, no garantiza nada si no es complementada con conocimientos sobre los aspectos financieros que supone llevar una marca, las tendencias del mercado al que se busca entrar y los desafíos que pueden generarse con el paso del tiempo.
No calcular los costos de producción
Uno de los errores más frecuentes al emprender un negocio es la falta de claridad respecto a los costos asociados con la producción de bienes o la prestación de servicios. Según Martínez, es fundamental comprender tanto los costos directos, que involucran materiales y mano de obra, como los costos indirectos tales como alquiler y servicios públicos. Posteriormente, es esencial establecer precios que no solo cubran todos estos costos, sino que además permitan obtener un margen de ganancia adecuado.
“Al asesorar a numerosos emprendedores, muchos se sorprenden al sincerar sus costos. No consideraban muchos gastos y otros detalles que se debían incluir pero que a menudo pasan desapercibidos, lo que puede llevar a una utilidad insuficiente”, comentó el especialista.
Falta de conocimiento del mercado
El análisis de mercado es fundamental al determinar el precio de venta de un producto. Entre los errores comunes de los emprendedores está el no investigar adecuadamente la demanda de su producto en el mercado, un paso crucial para alcanzar y superar el punto de equilibrio. Este se define como el volumen de ventas necesario para cubrir todos los costos, llegando a una utilidad nula. Entender el mercado requiere un estudio detallado de los clientes potenciales, identificando sus necesidades específicas, así como un análisis de cómo actúa la competencia en el mismo espacio.
“A menudo salimos al mercado creyendo que nuestro producto es superior al resto y lo vendemos a cierto precio cuando la competencia lo vende a la mitad. Solo si tu producto ofrece un valor significativo podrás justificar un precio superior”, precisó.
No diferenciar las finanzas personales de las del negocio
La mezcla de finanzas personales con las del negocio es un error común entre emprendedores, que puede resultar en problemas financieros significativos. Utilizar una cuenta bancaria personal para operaciones comerciales, retirar dinero destinado al negocio para uso personal, o incorporar préstamos personales en la empresa sin control adecuado, son prácticas que comprometen la salud financiera del emprendimiento. Es esencial tratar a la empresa como una entidad legal independiente, incluso antes de que adquiera formalmente ese estatus. Todo ingreso debe registrarse como parte del patrimonio de la empresa. Los emprendedores deben adoptar un rol de accionistas, donde cualquier dinero invertido se contabilice correctamente, esperando su retorno y crecimiento. Ignorar el destino de estas inversiones es una mala práctica que debe evitarse.