El cóndor andino vuelve a surcar los cielos de Áncash e Ica: avistamientos causan asombro en lugareños

Este ave juega un papel crucial en el equilibrio ecológico y cuenta con un profundo significado cultural en la región andina; sin embargo, hoy en día, enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, la caza furtiva y el envenenamiento

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Cóndores vuelven a aparecer luego de mucho tiempo en Tarapampa, Áncash. Video: Andes Mágicos

El cóndor andino —conocido como el ave voladora más grande del mundo— ha sido observado recientemente en las regiones de Áncash e Ica, después de un largo período de ausencia.

Los avistamientos de esta especie, considerada un símbolo cultural y natural de los Andes, han generado entusiasmo y esperanza en la comunidad y las autoridades, subrayando la importancia de fortalecer las estrategias de conservación para este emblema andino.

En la localidad de Tarapampa, del distrito de San Luis, en la sierra de Áncash se registró el primero de estos retornos, mientras que el segundo ocurrió en la Reserva Nacional de San Fernando, ubicada en parte de los distritos de Santiago, Changuillo, Nazca y Marcona en Ica.

Sobre este último avistamiento en particular, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) confirmó que, durante su visita a la reserva, el cóndor andino aprovechó para alimentarse antes de continuar con su impresionante vuelo.

Pescadores deportivos capturan momento único en el cual un cóndor andino se alimenta en la playa, para luego dar pase a su majestuoso vuelo. Video: EcoPesca

¿Por qué el cóndor andino es importante?

Este ave juega un papel crucial en el equilibrio ecológico y cuenta con un profundo significado cultural en la región andina, siendo considerada una divinidad desde tiempos prehispánicos, asociada a los cielos, las lluvias y los truenos, y venerada por los incas.

Este habita a lo largo de la Cordillera de los Andes, siendo avistada en lugares como el Cañón del Colca, en Arequipa, y ocasionalmente cerca de la costa, como en la Reserva Nacional de Paracas, en Ica.

Sin embargo, hoy en día, enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, la caza furtiva y el envenenamiento. Por ello, los expertos en materia ambiental indican que su lenta tasa de reproducción, con hembras que ponen un huevo aproximadamente cada dos años y una madurez alcanzada a los 8 años, complica aún más sus posibilidades de recuperación de dicha especie.

Emblemática especie se encuentra en peligro de extinción por múltiples amenazas provocadas por actividades humanas. Foto: Miguel Mejía / PROM Perú
Emblemática especie se encuentra en peligro de extinción por múltiples amenazas provocadas por actividades humanas. Foto: Miguel Mejía / PROM Perú

Preocupante disminución de cóndores andinos

De acuerdo a un informe de El Comercio, el año pasado el Perú evidenció una preocupante disminución de cóndores andinos, con solo 301 contabilizados en 14 regiones del país.

Esta emblemática especie se enfrenta a múltiples amenazas provocadas por actividades humanas. Las actividades que más riesgo suponen para la supervivencia de esta ave incluyen la minería artesanal, tanto legal como ilegal, los incendios forestales, y la instalación de torres de alta tensión eléctrica y de telefonía, además de casos de envenenamiento.

En ese sentido, especialistas en el tema señalan que los recientes avistamientos en Áncash e Ica son un llamado de atención hacia la urgencia de incrementar los esfuerzos para su protección y conservación.

¿En qué otros países habita el cóndor andino?

La situación del cóndor andino en Perú refleja una preocupación más amplia en Sudamérica, donde países como Venezuela lo catalogan en peligro crítico de extinción, y Ecuador y Colombia también reportan números dramáticamente bajos. En contraste, Chile y Argentina albergan las poblaciones más robustas de esta especie.

Por ello, los defensores ambientales exhortan a las autoridades, organizaciones ambientales y la sociedad en general unan esfuerzos para garantizar la supervivencia del cóndor andino, no solo por su importancia ecológica sino también por su valor cultural inestimable para las generaciones presentes y futuras.

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