Como cada 30 de abril, en el Perú se celebra el Día del Psicólogo, una fecha destinada a honrar a aquellos que se dedican a la noble tarea de cuidar la salud mental de las personas. Estos profesionales desempeñan un papel crucial en la sociedad, velando por el equilibrio y bienestar en la conducta de los individuos.
Esta fecha conmemorativa se reconoce la valía y experiencia de los psicólogos, quienes año tras año son destacados por su labor. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan una realidad preocupante: uno de cada cuatro individuos en el mundo sufrirá algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida. Esta misma preocupación se refleja en nuestro país, donde el Ministerio de Salud (Minsa) informa que uno de cada tres peruanos padece algún trastorno mental, y de ellos, el 80 % no recibe atención.
El año 2023 dejó un registro alarmante en cuanto a casos de depresión atendidos en el país. Más de 280 mil personas buscaron ayuda, siendo las mujeres el grupo más afectado con un 75,5 % de los casos, seguidas por los menores de edad con un 16,5 %.
Pocos profesionales en salud mental
La escasez de profesionales en salud mental es un desafío adicional que enfrenta el país. Según la OMS, por cada 100 mil habitantes, solo hay tres psiquiatras y diez psicólogos en Perú, lo que evidencia una brecha significativa en la atención de los trastornos mentales en comparación con otros países de la región y del mundo. Por ejemplo, Argentina cuenta con 223 psicólogos por cada 100 mil habitantes; Australia tiene 103; Costa Rica, 142; Finlandia, 109; y Países Bajos, 123.
Costo promedio de una consulta psicológica en Perú
En el Perú, la realidad de la atención en salud mental se encuentra dividida en dos realidades económicas: la pública y la privada. La primera ofrece opciones más accesibles, con servicios que pueden ser de bajo costo o incluso gratuitos, dependiendo de ciertos requisitos. Por otro lado, la asistencia psicológica en consultorios privados presenta tarifas elevadas que restringen su uso a quienes poseen mayor capacidad adquisitiva.
“Contamos con servicios gratuitos de psicología y psiquiatría en el país, pero la dificultad para conseguir una cita oportuna lleva a los pacientes a explorar otras alternativas, como las consultas privadas. Sin embargo, los precios en este sector pueden ser un obstáculo, siendo el costo mínimo alrededor de 100 soles para psicología y 200 soles para consultas psiquiátricas”, explica el psiquiatra Carlos Vera.
Esta situación financiera impone a los pacientes una disyuntiva complicada: invertir en su salud mental o cubrir necesidades básicas. Como resultado, muchos se ven forzados a interrumpir su tratamiento, optando por sacrificar su bienestar psicológico frente a exigencias económicas más apremiantes.
Análisis del comportamiento humano
Ante esta problemática, Ana Lorena Elguera Pajares, directora de la Carrera de Psicología de la USIL, destaca la importancia fundamental de la psicología en la promoción de la salud mental en todos los ámbitos sociales.
Según la psicóloga, es necesario contar con profesionales capacitados que lideren el análisis y estudio del comportamiento humano para generar estrategias de evaluación e intervención que mejoren la calidad de vida de las personas y contribuyan al desarrollo de la comunidad. Su compromiso incluye brindar a los estudiantes una formación basada en valores y un sólido desarrollo profesional que les permita promover la salud mental en la sociedad mediante estrategias de evaluación, diagnóstico e intervención.
“En nuestro país, es necesario contar con profesionales que lideren el análisis y estudio del comportamiento humano para generar estrategias de evaluación e intervención que permitan mejorar la calidad de vida de las personas y contribuir con el desarrollo de nuestra comunidad”, aseguró la profesional en salud mental.
Finalmente, Ana Elguera resalta la importancia de abordar el desafío de la salud mental de manera conjunta, involucrando al Estado, las instituciones educativas, la sociedad civil y los propios ciudadanos en este esfuerzo por mejorar el bienestar individual y colectivo.