En Perú, el incremento en los casos de Virus Sincitial Respiratorio (VSR) despierta preocupación ante la llegada del invierno, acompañada del friaje y heladas, época en la que la situación podría agravarse si no se toman las medidas preventivas adecuadas, alerta un reporte de Voces Ciudadanas, organización enfocada en promover el derecho a la salud.
Según se informa en el documento, más de 400 niños fallecieron a causa de neumonías asociadas al VSR durante el año 2023, situación que podría evitarse dotando al sistema de salud de tratamientos y vacunas efectivas, como los anticuerpos monoclonales Nirsevimab y Pavilizumab, ya aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) pero aún no disponibles en el país.
La situación es particularmente alarmante en las comunidades más pobres, donde la gran mayoría de las víctimas infantiles por neumonía relacionada al VSR terminan falleciendo antes de poder acceder a hospitalización. Este escenario pone de manifiesto una profunda brecha en el acceso a tratamientos de salud entre poblaciones de distintos estratos socioeconómicos.
Acorde con lo que el investigador y epidemiólogo Antonio Quispe difundió en sus redes sociales, la falta de disponibilidad de vacunas que podrían prevenir estos decesos en el país es crítica y subraya las fallas en el sistema de prevención del Ministerio de Salud (Minsa).
A pesar de las guías de Práctica Clínica de la maternidad de Lima que desde el 2018 recomiendan la inmunización contra el VSR y el perfil primero aprobado por el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación de Essalud en 2021, el Minsa ha prolongado la incorporación de estos anticuerpos para los bebés de alto riesgo. Esto ha generado un atraso de entre 15 y 6 años en comparación con otros países latinoamericanos en lo que respecta a la protección de recién nacidos frente al VSR.
El VSR representa la principal causa de neumonía pediátrica y bronquiolitis en el Perú, lo que pone en evidencia la urgente necesidad de actualizar y fortalecer las políticas de salud pública para prevenir futuras complicaciones y fatalidades asociadas a este virus.
Cifras alarmantes del VSR en Perú
En Perú, alrededor de 400 bebés mueren anualmente debido al Virus Sincicial Respiratorio (VSR), un dato alarmante que revela la magnitud del impacto de esta enfermedad en la población infantil del país. Investigaciones independientes junto con información de la Plataforma Reunis del Ministerio de Salud (MINSA) y el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC-MINSA) indican que la mayoría de estas muertes podrían prevenirse.
La gravedad de esta situación se subraya por el hecho de que, desde el 2016, cuando Perú dejó de administrar los anticuerpos monoclonales contra el VSR, más de 3,000 bebés han fallecido a causa de esta enfermedad.
Esto representa un desafío considerable para el sistema de salud pública del país y plantea preguntas críticas sobre las políticas y las medidas preventivas actuales contra el VSR. Con una población de 2′578.961 niños menores de 5 años en el 2023, y con 2′063.169 casos de Infección Respiratoria Aguda registrados en este grupo de edad, la necesidad de acción es evidente.
Del total de casos de IRA, aproximadamente el 30% se da en menores de un año, lo que equivale a 618.951 casos anuales. Entre estos, se estima que la prevalencia de infección por VSR alcanza el 75%, destacando la magnitud del problema. La tasa de hospitalización por VSR es de 2.3% para menores de un año, con un estudio indicando que 10.677 infantes requieren hospitalización por año debido a esta condición.
La letalidad entre los lactantes hospitalizados alcanza el 1.7%, según un estudio global independiente, lo que revela que 180 lactantes mueren en hospitales cada año por VSR. Sin embargo, cuando se consideran los casos que no llegan a los hospitales, la tasa de letalidad asciende a 2.1%, lo que suma 219 muertes adicionales en la comunidad.
Ante este panorama, surge un llamado urgente al MINSA para que reconsidere la incorporación de los anticuerpos monoclonales contra el VSR en el esquema de atención pediátrica, con el fin de reducir el número de infecciones graves y muertes por esta causa.