El Olivar, el pulmón de Lima: conoce la variedad de aves que anidan en los árboles, el origen de este ecosistema y el santo que sembró olivos

Para explorar la historia de este lugar turístico, es necesario retroceder a tiempos pasados, abarcando las eras virreinal y republicana. Descubre quién introdujo los olivos de tierras lejanas y de qué país provienen

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Este espacio verde se extiende
Este espacio verde se extiende sobre 10 hectáreas y alberga más de mil árboles. (Composición Infobae: Andina/Municipalidad de San Isidro)

En el corazón de la urbe, rodeado de altos edificios y avenidas repletas de constante actividad, se encuentra un remanso donde la naturaleza se abre paso y se convierte en la protagonista. Este espacio, oasis en medio del concreto, destaca por la majestuosidad de sus árboles y la variada presencia de aves, constituyendo un ecosistema que contrasta con el entorno urbano.

La coexistencia de esta diversidad biológica en un ambiente tan cosmopolita se convierte en un santuario para la fauna y en un remanso de paz para aquellos ciudadanos anhelantes de un refugio natural sin tener que alejarse del entorno urbano. Habiendo comentado ello, surge la pregunta: ¿cuál es el nombre de este oasis y en qué distrito de Lima se ubica?

Se trata del El Olivar, una especie bosque en medio del caos de la capital. Este ecosistema ha recibido el reconocimiento de Monumento Nacional en 1959 y posteriormente fue declarado Zona Monumental en 1998, destacando su importancia y protección dentro del tejido urbano.

En el terreno, aparte de
En el terreno, aparte de las aceitunas, se cultivan moras agridulces. (Andina)

Este emblemático espacio verde se extiende sobre 10 hectáreas y alberga más de mil árboles, entre los cuales se encuentran ejemplares que superan los 350 años de antigüedad. Dentro de su diversidad botánica, se identifican 44 especies distintas de árboles, siendo el olivo la especie predominante que constituye el 85% del total.

Ahora bien, es importante también dar a conocer el origen de la variedad de aves que anidan en los árboles del bosque El Olivar, el origen de este ecosistema y el santo que sembró olivos.

¿Qué aves podemos encontrar en el bosque El Olivar?

El bosque El Olivar de San Isidro, reconocido como un pulmón verde en la metrópolis de Lima, alberga una diversidad de aves que hacen sus nidos entre sus árboles con historia. Esta variedad de especies aviarias mejora sobremanera la visita al parque, proporcionando un espacio para interactuar con la naturaleza sin tener que dejar el centro urbano de Lima.

En el libro “El ayer y hoy de un gran distrito. San Isidro”, de K&K Editores Internacionales, se puede conocer los nombres de las especies que se pueden apreciar en los árboles  o los cielos. “En sus frondosas copas anida el más variado microsistema de aves de Lima. En él encontramos palomas como la Rabiblanca, la Cuculí y su particular canto mañanero y la Tortolita de pico amarillo. Destacan por su colorido: el Turtupilín de pecho rojo encendido, el amarillo intenso del Botón de Oro y el Violinista de color celeste. Otras especies que habitan el parque son la Mosqueta Silbadora, los gorriones americanos y europeos, el Mielero ―de panza amarilla y antifaz negro―, el Cucarachero, el Saltapalito, el Tordo Parásito, el Colibrí Amazilia, el Gavilán Acanelado y otras bellas aves que completan un total de 30 especies”, se lee en el libro.
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Una variedad de aves se pueden apreciar en El Olivar. (Municipalidad de San Isidro)

Es menester señalar que en El Olivar también habitan ardillas. Por otro lado, en el terreno, aparte de las aceitunas, se cultivan moras agridulces, ofreciendo así una variedad de frutos que enriquecen la biodiversidad de este espacio verde en el corazón de San Isidro.

Origen del ecosistema

Para explorar la historia del bosque El Olivar, es necesario retroceder a tiempos pasados, abarcando las eras virreinal y republicana. Durante el periodo virreinal, alrededor del año 1539, la Hacienda El Rosario, hoy conocida como El Olivar, fue regalada por Francisco Pizarro a la Congregación Dominicana.

En un boletín de la Municipalidad de San Isidro, se revela el nombre de la autoridad colonial responsable de introducir los primeros olivos en Perú, semillas que germinaron y dieron origen al ahora conocido bosque de El Olivar. “En 1560 don Antonio de Rivera trajo al Perú, desde Sevilla (España), numerosos olivos pero solo llegaron vivos tres, los cuales se plantaron en la región de Huatica. La propagación del olivo fue admirable y en 1730 pudo comprobarse la existencia de 2000 árboles (...)”, se lee en el documento.

En 1777, la propiedad pasó a manos de Don Isidoro de Abarca, el V Conde de San Isidro y último alcalde de la época virreinal, momento desde el cual la hacienda pasó a ser conocida bajo el título de Los Condes de San Isidro, nombre que eventualmente adoptaría el distrito.

En este ecosistema se pueden
En este ecosistema se pueden encontrar árboles que datan de la época republicana. (Municipalidad de San Isidro)

Ya en la época republicana, la hacienda fue puesta en subasta en 1853 y adquirida por Don José Gregorio Paz Soldán y Ureta, un destacado canciller y jurista de la República. Antes de su fallecimiento, Paz Soldán cedió la hacienda a sus hijos, Don José Luis Paz Soldán y Luisa Paz Soldán de Moreyra.

Para enero de 1887, Luisa Paz Soldán de Moreyra se convirtió en la única propietaria de la Hacienda San Isidro. Decidió entonces arrendar una parte de la hacienda a Don Pascual de la Casa. Entre los acuerdos del arrendamiento, estaba el compromiso de Don Pascual de suministrarle aceite de oliva semanalmente para su consumo personal. Además, se especificó en la décima cláusula del contrato la prohibición de talar olivos dentro del terreno arrendado, promoviendo en su lugar la plantación de nuevos árboles, lo cual explicaría la presencia de los actuales olivos centenarios en el Olivar, sembrados por Don Pascual de la Casa.

El santo que sembró olivos en el bosque El Olivar

En el año 1620, Fray Martín de Porres tomó la iniciativa de sembrar varios olivos en lo que en aquel entonces se conocía como la Hacienda Limatambo. Su objetivo era obtener frutos para la producción y venta de aceite de oliva, lo cual ayudaría a cubrir las necesidades económicas.

Este tema fue abordado en el libro “El ayer y hoy de un gran distrito. San Isidro”, de K&K Editores Internacionales. “Martín siempre se acompañaba por un joven a quien formó en la fe y la actitud religiosa, nos referimos a Juan Vásquez de la Parra, quien durante el proceso de beatificación del santo moreno narró, “Salimos una mañana de este convento del  Rosario por el mes de agosto. Pregúntele en la puerta a dónde íbamos. Díjome que a Limatambo, que iba a hacer un servicio a Dios. (...) El mismo Vásquez de la Parra menciona que en otra ocasión Fray Francisco de Campos, quien residía en Limatambo dijo a Martín: “Aquí en estas tierras hemos de sembrar este año un olivar, en acabando la sementera, porque la gente está ocupada y no se puede hacer antes”, se lee en el material impreso.
San Martín de Porres sembró
San Martín de Porres sembró varios olivos en lo que en aquel entonces se conocía como la Hacienda Limatambo. (Difusión)

Pero, ¿qué respondió San Martín de Porres? En el libro también se puede leer su respuesta. “A lo que el hermano replicó: ‘que si  era el momento, él lo plantaría solo’... y con una barreta y una lampa comenzó a cavar hoyos y a sembrar. Como vemos, la vida y obra de nuestro santo está muy ligada a la hacienda Limatambo y sobre todo a la siembra de los olivos en el actual bosque El Olivar de San Isidro, entre 1625 y 1630. (...) Lo que hizo San Martín de Porres fue sembrar un mayor número de olivos, cuidarlos, protegerlos y resguardarlos con mucha dedicación y desvelo”, reza el material impreso.

El bosque El Olivar figura como un elemento clave en la identidad de Lima. Este pulmón urbano es un atractivo turístico imprescindible para familias, residentes del Perú y visitantes internacionales, ofreciendo un espacio sereno de encuentro con la naturaleza en medio de la ciudad. Entre sus senderos, se puede disfrutar de la observación de diversas especies de aves y la majestuosidad de sus olivos centenarios, junto con actividades culturales y espacios de recreación que lo convierten en un lugar ideal para el ocio familiar.

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