El Perú es un país pluricultural y multilingüe. Esta diversidad viene de una larga historia que combina costumbres de pueblos originarios, influencias de la colonización y la llegada de personas de distintas latitudes del mundo. Por ejemplo, en el territorio nacional se llevan a cabo festividades religiosas como el Inti Raymi en Cusco, una fiesta que reaviva antiguos rituales incaicos; o la fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno, un evento donde se fusionan las tradiciones católicas con ceremonias andinas.
En el ámbito lingüístico, Perú alberga una diversidad de lenguas originarias, entre ellas el quechua, hablada por millones de personas, lo que evidencia el compromiso del país con la preservación y valoración de su herencia cultural y lingüística. El aimara es otra de las lenguas más habladas del territorio nacional.
Habiendo comentado ello, surge la siguiente pregunta: ¿cuántas lenguas hay en el Perú? Para responder a esta interrogante, es preciso delimitar la cuestión. Si nos referimos a las lenguas originarias, podemos indicar que hasta el 2019 habían 47. La lista estaba comprendida por las siguientes:
Achuar, aimara, amahuaca, arabela, ashaninka, awajún, bora, cashinahua, chamikuro, ese eja, harakbut, ikitu, iñapari, iskonawa, jaqaru, kakataibo, kakinte, kandozi-chapra, kapanawa, kawki, kukama kukamiria, madija, maijɨki, matsés, matsigenka, matsigenka montetokunirira, munichi, murui-muinanɨ, nahua, nomatsigenga, ocaina, omagua, quechua, resígaro, secoya, sharanahua, shawi, shipibo-konibo, shiwilu, taushiro, ticuna, urarina, wampis, yagua, yaminahua, yanesha y yine.
Las dos lenguas reconocidas por el Estado en los últimos años
A la nómina de lenguas originarias de Perú también se añade el asheninka, hablada en los departamentos de Huánuco, Pasco, Ucayali y Junín. Esta lengua ha sido oficialmente reconocida por el Estado peruano, mediante el Ministerio de Educación. Antes de este hecho trascendental, se le vinculaba con el ashaninka; sin embargo esta realidad cambió tras la publicación de la Resolución Ministerial N° 199-2019-Minedu en el diario El Peruano.
En un apartado del dispositivo legal, publicado en el 2019, se puede leer lo siguiente: “Ley que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de las lenguas originarias del Perú. El Ministerio de Educación, a través de la Dirección de Educación Intercultural y Bilingüe y la Dirección de Educación Rural, proporciona asistencia técnica, evalúa y oficializa las reglas de escritura uniforme de las lenguas originarias del país, las cuales deben ser empleadas por las entidades públicas en todos los documentos oficiales que formulan o publican”.
Luego de la publicación de la ley, el asheninka se convirtió en lengua originaria. Según la Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios del Ministerio de Cultura, en el territorio nacional hay 8.774 personas que hablan esta lengua.
Es importante indicar que, para que un sistema de comunicación sea reconocido como lengua, debe disponer de una estructura gramatical claramente establecida, contar con una comunidad activa de hablantes que lo utilice regularmente, y poseer la capacidad de evolucionar y adaptarse a nuevas circunstancias y conceptos.
Desde una mirada más general, podemos afirmar que en el Perú hay 50 lenguas, incluida el castellano y la lengua de señas; esta última fue reconocida por el Estado peruano mediante la Ley N° 29535 del 2010 y fue reglamentada en el 2017.
En nuestro país, la lengua de señas es el medio por el cual la comunidad sorda interactúa y se comunica. Esta se manifiesta a través de una serie de gestos y expresiones utilizando manos, ojos, rostro, boca y el cuerpo, adaptándose a un entorno gesto-espacial y visual.
Al igual que otras lenguas, la lengua de señas posee una gramática capaz de generar comunicación creativa y productiva. Una distinción clave entre las lenguas orales y las de señas es que estas últimas se valen del canal visual para la transmisión de mensajes.
Cabe señalar que en mayo del 2023, un sector del Congreso presentó una iniciativa legislativa con el fin de fortalecer la lengua de señas y lograr su reconocimiento como lengua originaria del Perú. Se trata de La bancada Bloque Magisterial de Concertación Nacional, cuyos integrantes señalaron la importancia de contar con intérpretes de lengua de señas en los niveles educativos secundario, preuniversitario, universitario y de posgrado.
Un año antes, en el proyecto de ley 2725/2022-CR se pudo leer lo siguiente: “(...) A fin de reconocer a la lengua de señas peruana, como lengua originaria del Perú; con la finalidad que el Estado la incluya en la política lingüística nacional y sea considerada en la elaboración y ejecución de programas y políticas públicas”.
La difusión de las lenguas originarias es importante para preservar la diversidad cultural y lingüística de una nación, actuando como un puente vital entre el pasado y el presente. Esta promoción fomenta la inclusión social y el respeto hacia la multiculturalidad. Al difundir estas lenguas, se asegura que las futuras generaciones puedan acceder a un legado en tradiciones, saberes y cosmovisiones.