Solo el 19% de los peruanos se encuentra satisfecho con el funcionamiento de la democracia, según el último reporte del Barómetro de las Américas. A nivel de Sudamérica, el país ocupa el último lugar, mientras que en América Latina y el Caribe, solo supera a Surinam (13%) y Haití (12%).
La República indicó que en el récord histórico, los niveles están lejos de lo que se puntuaba en el 2012 (52%), pero cerca del 2021 (21%).
Asimismo, el informe establece que un 53% de personas opina que el Perú es una democracia, ubicándose en el último lugar, detrás de Costa Rica (86%), El Salvador (79%), República Dominicana (76%), México (75%), Brasil (72%) y Jamaica (59%).
En el 2019, esta cifra correspondía al 66% de ciudadanos. Por lo tanto, en solo cuatro años la cantidad de personas que perciben que la democracia ha disminuido a solo un poco más de la mitad.
Por otro lado, un 80% de los ciudadanos cree que la situación económica actual ha empeorado, lo que representa el doble del porcentaje que había en el 2019 (42%). En este caso, solo se supera a Argentina, donde un 86% no ve una mejora en este aspecto.
En el 2023, ya se había mencionado, a partir de otros informes como el Latinobarómetro, que la satisfacción por la democracia no se encontraba en su punto más alto.
Luego de realizar alrededor de 20.000 entrevistas en 18 países de la región, Perú se posicionó en el último lugar de conformidad con este régimen político, al tener 8% en América Latina. Esto correspondía a tres puntos menos en los estudios realizados en el 2018 y 2020, y 22 puntos menos en el 2016 cuando inició la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski.
“Casi toda la población que es indiferente o prefiere el autoritarismo está insatisfecha lo que constituye un capital político negativo en contra del régimen que sea que está de turno. La deja vulnerable”, se lee en el documento.
Perú es un país con régimen híbrido
Perú continúa siendo catalogado como “régimen híbrido”, de acuerdo con el Índice de Democracia 2023 de The Economist Intelligence Unit.
Durante la administración de la presidenta Dina Boluarte, el país no logró ascender a la calificación de “democracia imperfecta”, una distinción que se perdió en el 2022, luego del intento de golpe de Estado por parte de Pedro Castillo y la represión a protestas en contra del Gobierno.
Este análisis arrojó para Perú un puntaje de democracia de 5.81 sobre 10, para lo que se evaluaron aspectos como el proceso electoral, libertades civiles, eficiencia gubernamental, participación política y cultura política.
La calificación sitúa al país en el lugar 77 a nivel mundial y el 18 en el contexto de América Latina y el Caribe. El descenso de categoría en 2022 se atribuyó al fallido cierre del Congreso de la República, por parte de Castillo, su intento de tomar control de entidades autónomas, y la respuesta violenta del gobierno de Boluarte a manifestaciones contra estas acciones.
The Economist señaló que, a pesar de la transición de poder, las movilizaciones generalizadas y la declaración de estados de emergencia, junto con más de 40 muertes relacionadas con las protestas, marcaron profundamente el contexto político y social de ese entonces.
El debilitamiento de la capacidad estatal bajo el liderazgo de Castillo fue también un factor mencionado para esta clasificación, ya que durante su breve mandato, los constantes cambios en los ministerios, como el nombramiento de titulares sin la experiencia requerida comprometieron seriamente el funcionamiento del Estado.
Esta situación, según se analiza en el informe de The Economist, tiene implicaciones a largo plazo para la economía del Perú y la calidad de sus instituciones democráticas.