El envejecimiento de la población iberoamericana es una realidad que pone de manifiesto la necesidad de contemplar otras formas de hacer negocio. Según un informe del Centro de Emprendimiento de la Universidad del Pacífico (Emprende UP), una de cada seis personas de América Latina y el Caribe tendrá más de 50 años de edad. Por tal motivo, Elizabeth Gómez, especialista de proyectos del centro, enlistó una serie de características valoradas en aquellos que encajan en un concepto que cada vez toma más fuerza en el Perú: el emprendedor senior.
Vale recordar que a la fecha, el país cuenta con un 24 % de su población por encima de los 50 años, resultando en un aproximado de 7 millones 920 mil peruanos sobre la barrera del medio siglo.
Problema y consecuencia
El mayor detalle que los empleadores exigen sobre los trabajadores ha hecho que el factor etario sea considerado y analizado al momento de contratar a alguien. Según explica la especialista de la UP, esto ha generado una especie de “discriminación generacional” o edadismo, en la cual se limitan las oprtunidades laborales y los espacios de trabajo para los adultos mayores. Ante la situación de desempleo, algunos quincuagenarios han optado por aventurarse en el mundo del emprendimiento, desafiando así las nociones convencionales que asocian la innovación y el emprendimiento con la juventud.
La diversidad de edades entre los emprendedores contribuye al dinamismo del sector, promoviendo un ambiente de trabajo más inclusivo y diverso. La perspectiva única que ofrecen, basada en años de experiencia y conocimiento, es invaluable para el desarrollo de negocios resilientes y adaptativos que pueden enfrentarse a los desafíos del mercado.
Características del grupo
1. Experiencia
Las virtudes de los emprendedores seniors son fácilmente asumibles: su amplia trayectoria les supone una ventaja competitiva al tener mayores conocimientos sobre algunas industrias y, sencillamente, sobre la vida. Además, su larga carrera les permite contar con una amplia red de contactos, lo que se convierte en un recurso invaluable, facilitando desde la búsqueda de socios potenciales hasta el acceso a oportunidades de financiamiento. La combinación de estas experiencias y recursos posiciona a los emprendedores seniors en un lugar privilegiado a la hora de innovar y liderar proyectos.
2. Mentalidad innovadora
El grupo etario cuenta, además, con una mentalidad innovadora. Según Gómez, los emprendedores senior, al atreverse a emprender, muestran ganas y deseos de aprender, lo que se traduce en la adopción de tecnologías y nuevos mecanismos combinados con la experiencia y el conocimiento.
3. Resiliencia y determinación
Su experiencia laboral y vital les ha dotado de habilidades para afrontar desafíos y obstáculos en el ámbito empresarial. Asimismo, Gómez resalta que cuentan con experiencia y contactos para superar los altibajos que se les presentan con determinación.
4. Motivación personal y pasión por emprender
Contrario a lo que se podría pensar, algunos emprendedores seniors eligen iniciar un negocio tras la jubilación por genuina motivación por una idea o un proyecto en particular. Si bien esto responde a la necesidad en ciertas ocasiones, el emprendimiento es también una forma de mantenerse activos, buscar un propósito significativo y dejar un legado a sus familiares.
5. Enfoque en el impacto social
A diferencia de los jóvenes, quienes usualmente se centran en la rentabilidad de un negocio, algunos emprendedores seniors optan por colaborar y retribuir a su comunidad mediante acciones, si bien cuidando las cifras, pero ciertamente desinteresada.
“Este grupo etario representa una oportunidad significativa para la innovación y el crecimiento económico, ya que contribuye al bienestar y la calidad de vida de toda la sociedad”, finalizó.