La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) nuevamente se encuentra en el ojo de la tormenta debido a la suspensión de clases causada por la realización de conciertos en el estadio de la Decana de América. Este miércoles 17 de abril, las actividades cotidianas se vieron interrumpida por el concierto de Maná, generando malestar entre los estudiantes que, una vez más, expresaron su descontento de diversas maneras.
Los alumnos de la casa de estudios no tuvieron mejor forma de expresar su descontento que realizando graffitis en las paredes. Frases como “dejen estudiar”, “Jeri no deja estudiar”, y otras expresiones similares fueron plasmadas en los muros, reflejando su frustración. Además, a través de las redes sociales, se difundieron testimonios sobre la perturbadora intensidad de las pruebas de sonido, las cuales incluso dificultaban la comunicación entre los estudiantes fuera de las aulas.
Pero el malestar no se limita al ámbito estudiantil. Los vecinos cercanos al recinto universitario también alzaron su voz exigiendo el cese de los eventos musicales, que consideran perturbadores y violatorios de las ordenanzas municipales. Residentes de las urbanizaciones Benavides, Los Cipreses, Elio y Unida Vecinal #3 son afectados durante más de una década por el tráfico generado por estos eventos, causando problemas de contaminación sonora y aumentando el riesgo de accidentes.
Luis Brusnel, representante de los vecinos afectados, destacó la falta de fiscalización por parte de las autoridades municipales y señaló los riesgos ambientales y de seguridad asociados con los conciertos. La solicitud de los residentes incluye no solo la regulación de los eventos, sino también la modificación de la ruta del transporte público para evitar atravesar zonas residenciales, proponiendo la habilitación de la avenida Amezaga como alternativa.
La situación se agrava con las obras del Metro 2, que afectan aún más los accesos al campus universitario, incrementando el descontento de los residentes locales. La comunidad espera respuestas concretas tanto de las autoridades municipales como de la universidad para abordar este problema de larga data.
Comentarios en las redes sociales por suspensión de clases
En medio de una creciente controversia, estudiantes universitarios expresaron su indignación por los recientes actos de vandalismo en el campus, así como por la interrupción de las actividades académicas debido a conciertos programados.
“Son unos genios en vez de quejarse mediante un escrito o ante la asamblea universitaria se les ocurre dañar las paredes. Así se hacen llamar ‘estudiantes’ anormales”, expresó un usuario en redes sociales, reflejando el descontento ante las acciones de algunos de sus compañeros.
Otro tema que encendió la discusión fue la cancelación de clases presenciales de pregrado y posgrado para dar paso a eventos de entretenimiento como conciertos. “Para el día viernes y sábados concierto de Karol G también cancelaron las clases presenciales de pregrado y posgrado, las pasaron a virtual”, lamentó un usuario.
La falta de transparencia en la gestión de ingresos por alquiler de espacios en el campus también fue objeto de críticas. “Este problema es recurrente y lo peor es de que los ingresos por el alquiler no se manejan de manera transparente. Todo mal con la gestión de nuestra universidad”, afirmó un estudiante.
El contraste entre la reacción ante los actos de vandalismo y la participación en eventos masivos como conciertos también fue objeto de crítica. “Puro delincuente hace pintas en una universidad, pero en el concierto de Karol G sí estaba abarrotado de alumnos”, señaló otro cibernauta.
¿Se suspenderán los conciertos en San Marcos?
La rectora de la UNMSM, Jerí Ramón, anunció que la universidad está considerando la posibilidad de cancelar los eventos musicales en su campus en respuesta a las quejas de los vecinos sobre el ruido. Además, destacó que se está evaluando la suspensión de los conciertos como medida preventiva, mientras se realizan obras de mejora en el estadio universitario para mitigar la emisión de ruido.
Aunque aún no se ha confirmado la cantidad de conciertos restantes programados para el año, la rectora aseguró que los eventos no continuarán una vez que se cumplan los contratos vigentes. Sin embargo, la incertidumbre persiste entre la comunidad universitaria y los residentes afectados, quienes esperan acciones concretas para resolver este conflicto de intereses entre el entretenimiento y el bienestar comunitario.