Si bien el imperio Inca es considerado como una de las grandes civilizaciones de Sudamérica, la historia de sus ancestros sigue siento motivo de estudio. Este es el caso de los Tiawanaku (o Tiahuanaco), predecesores de los incas que vivieron en los alrededores del lago Titicaca, entre los territorios que ahora se conocen como Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
Si bien la historia de los Tiahuanaco se remonta al siglo XVI a.C., antes de la formación del imperio Inca, esta era una de las civilizaciones más complejas, no solo por su estructura social, sino porque también se formó como una ciudad planificada con un fuerte carácter religioso.
Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) indica que “los vestigios de sus monumentos (de la cultura Tiahuanaco) atestiguan la importancia cultural y política de una civilización netamente diferenciada de las restantes culturas prehispánicas de América”.
Según los expertos que estudian hasta la actualidad sus monumentos con el objetivo de conocer más sobre la sociedad de ese entonces, la ciudad habría tenido barrios distintos que posiblemente fueron habitados por personas de diferentes etnias.
¿Por qué desapareció la civilización Tiahuanaco?
Este es uno de los misterios que rodea a esta comunidad prehispánica, pues en su auge llegó a ocupar un gran territorio y su influencia en la zona sur del Perú dejó vestigios que evidencian un comportamiento imperialista. Eventualmente, el pueblo desapareció, pero no se tienen claros los motivos que causaron este fenómeno. Las teorías se siguen analizando.
Aunque en un principio se pensaba que la civilización había sido parte del imperio Inca, los vestigios de la cultura Tiahuanaco indican que habitaron el altiplano mucho antes que los incas, quienes llegaron en el siglo XIII.
“Ya no hay absolutamente ninguna duda de que hubo un intervalo grande de tiempo entre el colapso de los Tiwanaku y el comienzo del Estado Inca”, indicó Charles Stanish, antropólogo de la Universidad del Sur de Florida, en conversación con la BBC Mundo.
Actualmente, la hipótesis más aceptada entre los expertos, según la BBC, es que esta civilización desapareció a partir de una crisis ambiental que generó una sequía prolongada en el territorio.
La teoría estaría sustentada en el hallazgo de 19 restos óseos de jóvenes, que son considerados como parte de una ofrenda “para enviar el mensaje y llamar las lluvias a los dioses”, sostuvo para la BBC el arqueólogo boliviano, Luis Miguel Callisaya.
Sin embargo, Stanish sugiere una extinción gradual que tardó al menos 200 años en concretarse y que se debió a una serie de factores, no solo a uno en particular.
“Sabemos que no fue una enfermedad que diezmara a la población. Se habla de que se debió a una sequía que afectó a los sistemas agrícolas en la cuenca del Titicaca. Y también que hubo invasores por el sur. Esa fue la leyenda registrada por muchos historiadores españoles”, dijo Stanish al medio internacional.
El experto señaló que en realidad la causa sería una ‘rebelión campesina’ generada por una insatisfacción de los habitantes con las élites de la civilización. Esto había generado una dispersión demográfica, que habría provocado el colapso gradual del sistema político Tiahuanaco.
La dispersión de la población se habría producido en dos etapas: La primera se limitó a sitios de altura intermedia “como la cuenca media del Osmore cerca a Moquegua, y probablemente Cochabamba”, indicó Stanish.
Mientras que la segunda etapa habría sido más extensa y violenta, pues los ciudadanos se asentaron en aldeas pequeñas ubicadas en zonas mucho más alejadas.
Esta última teoría fue sostenida por el estudio del arqueólogo Bruce D. Owen, de la Universidad Estatal de Sonoma, Estados Unidos, titulado ‘Colonias distantes y colapso explosivo: las dos etapas de la diáspora Tiwanaku’. “Este colapso explosivo sugiere que Tiwanaku estaba compuesto por múltiples grupos cuyos intereses diversos no podían ser contenidos”, sostiene.