Perú es conocido por ser un país lleno de flora y fauna, sobre todo en la región amazónica de Loreto. Uno de los insectos más importantes para la humanidad son las abejas. Sin embargo, pese a todas sus bondades, es común que si te las encuentras, prefieres evitar su dolorosa picadura. Pero, sabías que en nuestro país encontramos una variedad de abeja, con la particularidad que no tiene aguijón.
Una investigación realizada por Claus Rasmussen, experto en agroecología de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, y Cesar Delgado, del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), han catalogado varias especies de abejas, algunas de las cuales podrían ser nuevas para la ciencia. Este estudio resalta la importancia de conservar estos ecosistemas.
Las abejas sin aguijón, conocidas científicamente como meliponinos, son fundamentales para la polinización de muchas especies vegetales en zonas tropicales y subtropicales. Estos insectos, que se adaptaron a una amplia variedad de ambientes en la Amazonía, no solamente contribuyen a la biodiversidad vegetal, sino también son una fuente importante de miel y otros productos para las comunidades locales. Además, el estudio señala que la meliponicultura, práctica de crianza de estas abejas, podría potenciarse como una actividad sostenible que favorece el mantenimiento de la biodiversidad y el bienestar de las poblaciones locales.
Algunas de estas especies son capaces de construir nidos complejos, los cuales pueden estar ubicados en los troncos de los árboles, en el suelo, o incluso en colmenas artificiales. Esta variedad de nidos refleja la adaptabilidad y diversidad ecológica de las abejas sin aguijón en la Amazonía.
Las amenazas que enfrentan las abejas sin aguijón
En la actualidad, el territorio peruano alberga un total de 175 especies de abejas sin aguijón, con muchas más aún por identificar y descubrir. Entre estas, se encuentran diversas especies aún no catalogadas, constituyendo un componente crucial de la biodiversidad del país.
Dentro de la región de Loreto, conocida como Selva baja u Omagua, presenta una geografía diversa, que va desde altitudes mínimas de 61 metros sobre el nivel del mar hasta picos de 220 metros sobre el nivel del mar. Este territorio se caracteriza por terrenos aluviales y colinosos, donde se distinguen distintas formaciones geográficas como islas, playas, meandros y colinas bajas.
A pesar de su valioso papel en el ecosistema, las abejas sin aguijón enfrentan amenazas considerables debido a la deforestación y cambios en el uso del suelo en la región. Estas actividades humanas ponen en riesgo la supervivencia de estas especies, pudiendo llevar incluso a la extinción de algunas de ellas. Según el estudio ‘Abejas sin aguijón (Apidae: Meliponini)’, llevado a cabo por Claus Rasmussen y César Delgado, es esencial proteger los hábitats naturales en la Amazonía y fomentar prácticas agrícolas sostenibles que no comprometan la supervivencia de estas abejas.
Nuestro país destaca como uno de los países más diversos biológicamente en el mundo. Esta riqueza biológica se manifiesta en las zonas altas y bajas de la Amazonía. En lugares como Mishana y Yanamono, ubicados en Loreto, se registró una extraordinaria diversidad arbórea, con más de 300 especies por hectárea, según datos de Gentry. Estudios más recientes indican la presencia de 7 mil 959 especies de flora, 267 especies de mamíferos, 914 especies de aves, 216 especies de anfibios y 170 especies de reptiles. Aunque gran parte de esta diversidad aún se mantiene relativamente intacta, es importante adoptar medidas para preservarla frente a las amenazas presentes en la región.
Así cuidan las abejas las comunidades indígenas
Una iniciativa liderada por comunidades indígenas buscan revolucionar la apicultura tradicional mediante la crianza de abejas sin aguijón. Este método no solo ofrece un remedio natural contra enfermedades respiratorias, sino que también se presenta como una estrategia eficaz contra la deforestación y el cambio climático, al fomentar la polinización de la flora endémica. Entre los protagonistas de esta innovación se encuentra Heriberto Vela, quien, inspirado en las prácticas de su padre, ahora gestiona 76 nidos de estas abejas en su hogar.
La transformación en la apicultura de Vela refleja un cambio hacia técnicas más sostenibles que buscan preservar a las especies, fundamentales para el ecosistema amazónico. A diferencia de las abejas melíferas, estas especies nativas no representan una amenaza para los humanos, ya que carecen de aguijón, y su miel posee cualidades medicinales valoradas por los pueblos indígenas. Investigadores del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana y Amazon Research Internacional destacan la importancia de estas abejas en la adaptación al cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
La miel producida por este insecto
El auge en la demanda de la miel de abejas sin aguijón durante la pandemia de COVID-19 destaca no solo sus beneficios para la salud, sino también su potencial económico para las comunidades más remotas. Sin embargo, esta práctica enfrenta obstáculos legales y ambientales, como la falta de reconocimiento legal de la miel de estas abejas y el peligro que representan los pesticidas. A pesar de estas barreras, los esfuerzos de sensibilización y las investigaciones en curso prometen revelar aún más sobre sus propiedades beneficiosas y contribuir a su protección legal y promoción.
Las abejas sin aguijón son más pequeñas que las abejas con aguijón y la miel producida por las abejas sin aguijón es altamente valorada por las comunidades locales por sus propiedades medicinales y nutricionales. La crianza y conservación de estas abejas se ha convertido en una actividad importante para el sustento de muchas familias amazónicas, promoviendo prácticas de manejo sostenible y la protección de su hábitat natural frente a amenazas como la deforestación y el cambio climático.
Estas abejas fabrican miel con sustancias químicas que impiden el crecimiento de microbios y hongos, una adaptación para evitar que la sustancia se estropee en los trópicos. Dada la gran variedad de biodiversidad vegetal del Amazonas y la increíble gama de productos químicos botánicos que las abejas mezclan en sus mieles y ceras, no es de extrañar que tenga valor medicinal. De hecho, algunos consideran que esa miel es un “líquido milagroso”.