A lo largo de cada año, nuestro país afronta entre seis y diez fenómenos de friaje, provocando un impacto significativo en las condiciones de vida de sus habitantes, especialmente en la región de la selva.
Estos eventos climáticos, que pueden extenderse desde tres a siete días y en ocasiones hasta diez, son resultado de masas de aire frío que se desplazan desde la Antártida y atraviesan el continente hasta llegar al sur de Perú, donde generan un descenso notable en las temperaturas y precipitaciones intensas.
¿Qué es el friaje en Perú?
El friaje en Perú se caracteriza por una reducción drástica en las temperaturas diurnas y nocturnas en la selva, pasando de promedios de 35 ºC a picos tan bajos como 22 ºC y, en el caso de las mínimas, de 22 ºC a tan solo 11 ºC.
Acompañado de ráfagas de viento de hasta 40 kilómetros por hora, lluvias, tormentas y una disminución de la temperatura durante la noche debido a la nubosidad, este fenómeno no solamente afecta la comodidad sino también la salud de las poblaciones expuestas.
A diferencia del friaje, Perú también experimenta heladas en la sierra, un fenómeno distinto que ocurre cuando las temperaturas descienden por debajo de los 0 °C, particularmente entre los meses de abril y setiembre, con mayor intensidad entre junio y julio. Estos eventos se presentan con cielos despejados o escasa nubosidad, afectando de manera crítica durante la noche y madrugada.
Frente a estos desafíos climáticos, las autoridades peruanas han tenido que adoptar diversas medidas de prevención y respuesta para mitigar el impacto sobre las poblaciones vulnerables. Estas acciones incluyen la implementación de protocolos de emergencia, distribución de ayuda humanitaria y campañas de sensibilización sobre las precauciones necesarias para enfrentar las bajas temperaturas y sus potenciales efectos adversos en la salud.
Regiones más vulnerables por friaje
Según detalló el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), existen alrededor de 1.3 millones de personas, viviendo en centros poblados ubicados en zonas de ocurrencia de friaje con una susceptibilidad alta o muy alta.
Tal como indicó la agencia Andina, los departamentos que concentran una mayor proporción de la población expuesta a riesgo muy alto o alto ante los efectos del friaje son Ucayali (25.9%) y Junín (19.6%), precisa el Cenepred.
¿Cómo afecta el friaje a la población?
El descenso pronunciado de las temperaturas durante el friaje incrementa notablemente los casos de infecciones respiratorias entre la población, incidiendo directamente en la salud pública. Los padecimientos más comunes asociados a esta ola de frío incluyen gripe, resfriado, bronquitis, amigdalitis y faringitis.
Este fenómeno climático no solo plantea un reto para el sistema de salud, al incrementar la demanda de atención médica, sino que también representa un riesgo de mortalidad infantil y de la población adulta mayor, especialmente aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.
Las repercusiones del friaje trascienden el ámbito de la salud, afectando la productividad agropecuaria y, por ende, la seguridad alimentaria de las regiones impactadas. Además, las bajas temperaturas provocan un ausentismo escolar y laboral significativo, lo que a su vez repercute negativamente en la productividad regional.
¿Qué medias vienen adoptando?
Según contó el mencionado medio, desde el 2012 se vienen implementando el Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje; y desde el año 2019 se incrementaron los presupuestos asignados al Plan, implementándose más de 30 intervenciones por parte de 10 sectores del Gobierno nacional. Entre estas acciones destaca la entrega de viviendas bioclimáticas a la población rural de la selva.
El Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje 2022-2024, aprobado mediante el Decreto Supremo N° 047-2022-PCM, es una herramienta que prioriza la intervención en los departamentos de Pasco, Ucayali, Junín, Puno, Cusco, San Martín, Loreto, Huánuco, Ayacucho y Huancavelica.