Rodrigo Ventocilla, estudiante peruano de la Universidad de Harvard y activista, quien tenía 32 años, falleció mientras se encontraba bajo custodia policial en Bali, Indonesia, el 11 de agosto del 2022, luego de haber sido detenido cinco días antes, el 6 de agosto, en el aeropuerto Denpasar-Ngurah Rai, al que llegó con su esposo, Sebastián Marallano, para disfrutar su luna de miel.
De acuerdo a las autoridades de dicho país, la razón de su detención fue el hallazgo por parte de aduanas de elementos considerados sospechosos en su equipaje, lo que condujo a una acusación por presunta posesión de drogas. Sin embargo, dicha información fue desmentida por los familiares del joven, quienes acusaron a los agentes de un “acto de discriminación racial y transfobia”.
Convocan a plantón por Caso Rodrigo Ventocilla
Ana Ventosilla Villanueva, madre de Rodrigo, ha denunciado públicamente a Julio Tenorio Pereyra, cónsul de Perú en Indonesia, por presunta negligencia y falta de sensibilidad humana en el caso de su hijo. Esta acusación se dio a conocer a través de una publicación en las redes sociales de la organización Diversidades Trans Masculinas.
La familia ha convocado una protesta para el próximo miércoles 17 de abril, a las 3:00 p.m., ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, en demanda de acciones efectivas ante las irregularidades en las investigaciones por la muerte de Rodrigo y el apoyo que, alegan, nunca recibieron de las autoridades.
El llamado a protesta tiene como fin presionar para una revisión exhaustiva de las circunstancias que rodearon la muerte de Rodrigo, destacando la importancia de una investigación transparente y justa. La movilización contará con la participación de parientes, amigos, miembros de la comunidad LGTBIA+, y ciudadanos solidarios con la causa.
Familia de Rodrigo Ventocilla denuncia maltrato
Rodrigo Ventocilla se encontraba en la reconocida isla turística de Bali en el momento de su arresto. Posteriormente, se reportó su deceso en un hospital local, al que había sido trasladado después de presentar síntomas como vómitos, según información divulgada por medios de dicho país.
El hecho causó rechazo y recibió atención internacional, dada la prominencia del activista, su vinculación con una prestigiosa entidad educativa y las circunstancias de su fallecimiento. En medio de este panorama, la familia emitió un comunicado para acusar a la Policía de Indonesia de ejercer maltratos y de negar el acceso a la representación legal durante la detención de la pareja.
Según las declaraciones de los familiares, este trato se debió a un “acto de discriminación racial y transfobia”. Ventocilla falleció después de ser hospitalizado en circunstancias que nunca fueron aclaradas. Los productos encontrados en su equipaje, motivo inicial de sospecha por parte de las autoridades, estaban relacionados con un tratamiento de salud mental, para lo cual contaban con prescripción médica.
El joven había viajado a Bali para disfrutar de su luna de miel junto a su esposo, Sebastián Marallano, quien fue detenido al intentar intervenir en favor de su pareja. La aprehensión escaló hasta el punto en que se solicitó una suma considerable de dinero por su liberación, de acuerdo a lo revelado por los parientes.
Finalmente, ambos fueron ingresados en un hospital el 9 de agosto, donde Ventocilla fue trasladado a otra institución médica y posteriormente falleció. Las circunstancias de su muerte, hasta el momento, permanecen en la sombra, con acusaciones de la familia hacia las autoridades del Consulado peruano en Bali por negar un examen independiente del cuerpo.
Irregularidades de Cancillería en Caso Rodrigo Ventocilla
El caso ha suscitado una serie de interrogantes y demandas de claridad por parte de organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional, en relación con los estándares de detención y custodia policial en Indonesia. Las circunstancias exactas que llevaron al deterioro de la salud de Ventocilla y su posterior muerte seguían bajo investigación.
Cuando ocurrieron los hechos, Julio Arbizu, quien representaba legalmente a la familia, afirmó para La República que presentarían una denuncia contra el cónsul de Perú en Indonesia, Julio Tenorio Pereyra, por no prestar apoyo a los jóvenes.
“Deficiente el papel del Estado peruano, lo que le corresponde a través de la Cancillería es acudir al llamado de los connacionales ante una situación problemática; los funcionarios diplomáticos tienen el deber de garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los connacionales y en este caso no ocurrió”, refirió.
Por su parte, integrantes y activistas de la comunidad trans continúan exigiendo una investigación exhaustiva y transparente para esclarecer los detalles de este lamentable evento. La pérdida de Rodrigo Ventocilla resalta los desafíos y riesgos que enfrentan los miembros de la comunidad LGTBIA+ nivel mundial.