Una vivienda precaria en el distrito de El Agustino, que fue intervenida recientemente por agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), servía de búnker para esconder cartuchos de dinamita que iban a ser usados para extorsionar a cantantes, alcaldes, directores de colegios y otras personalidades.
De acuerdo a Panorama, las autoridades policiales realizaron un megaoperativo en diferentes puntos de Lima para desarticular una peligrosa banda criminal, pero al ingresar a esa casa de El Agustino, se toparon con una mochila de color oscuro. En su interior, se encontró una bolsa negra con dinamita. Lo llamativa es que cada cartucho tenía rubricado las palabras ‘colegios’, ‘alcaldes’ y ‘conciertos’.
Los cartuchos tenían las mismas características que la dinamita dejada en los exteriores del domicilio del alcalde de San Juan de Lurigancho, Jesús Maldonado, a quien la delincuencia viene extorsionando —según su relato— por cerrar bares, discotecas y hostales clandestinos.
“Ya habíamos recibido amenazas anteriormente, al igual que mis funcionarios. Pero el día de hoy pasó la línea del amedrentamiento a la acción inmediata porque ya han dejado dos explosivos. Esto es un acto terrorista”, denunció Maldonado, hace unos días.
‘Cobro de cupos’ y ‘raqueteo’
En ‘La casa dinamita’, se escondían peligrosos sujetos de una banda criminal capitalina que se dedicaba al ‘cobro de cupos’ a conductores y al llamado ‘raqueteo’. Al percatarse de la intervención policial, los delincuentes se escondieron e intentaron fugar por los techos, pero todo acto para burlar la justicia fue en vano.
Los efectivos del orden los tenía plenamente identificados y sabían cuántos se encontraban al interior del búnker. De nada sirvió que se escondan debajo de colchones o calaminas.
“Vamos contra ustedes, porque son nuestro objetivo y no vamos a permitir que causen más terror a la sociedad con sus actos criminales ”, dijo el coronel PNP Humberto Alvarado, jefe de la División Policial Centro 1.
Los familiares de los sujetos detenidos intentaron entorpecer la labor policial, pero el personal se mantuvo firme y retomaron el control de la situación. Previa a dar el golpe a este grupo criminal, se realizó un minucioso trabajo de inteligencia y logró grabarlos cuando cometían la extorsión.
“Si no pagabas el cupo te destrozaban el parabrisas y todas las lunas, amenazaban con matarte o golpearte. Tenían en su poder un bate de béisbol de madera y armamento de fuego”, comentó el comandante PNP Ricardo Vargas, jefe de la Dipincri Cercado de Lima.
“Estos explosivos, se tiene una alta presunción que serían utilizados para amedrentar y extorsionar a centros comerciales, autoridades locales e instituciones educativas”, agregó el coronel Alvarado.
Larga lista de personajes peruanos extorsionados
El alcalde de Jesús Maldonado es una de la larga lista de figuras peruanas, entre políticos, deportistas, cantantes y productores, que fueron extorsionados. Los nombres más llamativos son el futbolista Paolo Guerrero y su made Doña Peta, el cómico Miguelito ‘Chato’ Barraza, la agrupación de cumbia Grupo 5, el cantante Sergio Romero, mejor conocido como ‘Chechito’, entre tantos otros.
De acuerdo a datos del Sistema de Denuncias de la Policía (Sidpol), al menos, en 12 regiones del Perú, los casos de personas afectadas por el delito de extorsión presentaron un aumento de entre 100 % y 220 %. Dicha cifra, muy superior al promedio nacional, refleja el estado actual de la seguridad ciudadana.
Las regiones de Amazonas y Ayacucho registran los incrementos más significativos de casos. Específicamente, Amazonas experimentó un salto de 103 denuncias habituales a 330 en el mismo lapso, representando un aumento del 220%. Por otro lado, Ayacucho también vio un ascenso en la incidencia de estos delitos, aunque en menor medida, con un crecimiento del 200%, pasando de 117 a 351 denuncias.
Se señala que, a pesar de que en Lima, Piura, La Libertad y el Callao no se ha excedido el promedio de crecimiento en la frecuencia de estos delitos, estas áreas acumulan el mayor número de denuncias, sumando un total de 14,870. En contraste, otras regiones como Cajamarca, Moquegua, Apurímac, Junín, Puno, Huancavelica, Loreto y Cusco experimentaron un aumento superior al 100 % en la incidencia de estos crímenes.