En el corazón de Lima, donde el legado histórico se entrelaza con el dinamismo de la modernidad, emerge un desafío cotidiano y a menudo pasado por alto: la contaminación acústica. Este fenómeno, invisible, pero palpable, plantea un serio problema en el centro de la capital peruana, una zona efervescente de actividad comercial y turística. Aquí, el ruido se convierte en un constante visitante que afecta tanto a residentes como a turistas. Pero, ¿hasta qué punto este problema impacta el día a día en esta área?
Un reciente video publicado por el youtuber Julio Antón Villacorta, en su programa ‘Dilo Nomas’, ofrece una perspectiva única sobre este asunto. Mediante un recorrido por las calles más concurridas del Centro de Lima y el uso de un medidor de decibeles, se revela que ciertas áreas exceden los niveles de ruido recomendados, una situación que puede desencadenar efectos adversos para la salud. En esta nota, profundizaremos en cómo este enemigo invisible repercute significativamente en la calidad de vida de la población.
¿Cuánta contaminación acústica hay en el Centro de Lima?
Atravesando las históricas calles del Centro de Lima, los niveles de ruido alcanzan un vertiginoso pico de más de 100 decibeles, como ha revelado una investigación realizada por Villacorta, cuyos hallazgos fueron compartidos en su canal de YouTube. Esta cifra no es solo un número; es un eco de alerta sobre el ambiente sonoro en el que se mueven diariamente los limeños.
Superando con creces los límites recomendados por las autoridades de salud, que marcan los 70 decibeles como umbral máximo para el bienestar auditivo, esta realidad sonora plantea serias interrogantes sobre los impactos en la salud de quienes habitan y transitan por estas áreas. Desde el aumento del estrés hasta las alteraciones del sueño, pasando por riesgos de pérdida auditiva a largo plazo, la contaminación acústica en el Centro de Lima es un tema de conversación urgente que resuena con fuerza en la agenda pública.
¿Qué puntos del Centro de Lima son los que más contaminación auditiva causan?
Durante la realización de la campaña “Alto al bocinazo”, la Municipalidad de Lima intentó crear conciencia en los conductores que transitan por las calles del Cercado. Es así que logró encontrar diez puntos que son considerados como los más bulliciosos. Esos son:
- Av. Abancay con Jr. Cusco
- Av. Alfonso Ugarte con Jr. Zorritos
- Av. Brasil con Plaza Bolognesi
- Av. Tacna con Av. Nicolás de Piérola
- Av. Nicolás de Piérola con Av. Abancay
- Jr. Camaná con Av. Emancipación
- Av. Universitaria con Av. Argentina
- Av. Nicolás Dueñas con Av. Morales Duárez
- Av. Miguel Grau con Av. Aviación
- Av. Alfonso Ugarte con Av. Argentina
¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación acústica?
La contaminación acústica trasciende el simple hecho de perturbar la tranquilidad pública; sus consecuencias se infiltran profundamente en nuestra salud y bienestar. El eco de la ciudad no solo resuena en sus calles, sino también en la vida de sus habitantes. A través de las imágenes captadas en el vídeo, es posible percibir el visible malestar de quienes transitan por áreas afectadas por el ruido excesivo. Sin embargo, tal como señala el youtuber, muchas personas que frecuentan estos lugares a diario han llegado a un punto de aceptación, integrando este constante bullicio en su rutina como si fuese el sonido de fondo de su vida cotidiana. Pero, ¿cuáles son realmente las consecuencias de vivir entre tanto ruido?
Los efectos van desde la pérdida auditiva, con el paso del tiempo, hasta interrupciones en el sueño, lo que puede transformar nuestras noches de descanso en una lucha constante por conciliar el sueño. Además, se suma el estrés crónico, ese compañero silencioso que eleva nuestros niveles de ansiedad sin que a menudo nos demos cuenta. Las repercusiones se extienden al corazón, incrementando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Más allá de nuestra salud física y mental, la contaminación acústica tiene un impacto directo en nuestro rendimiento diario. Niños y adultos, por igual, pueden experimentar dificultades de concentración y aprendizaje, convirtiendo tareas sencillas en desafíos abrumadores.
¿Quién fiscaliza la contaminación sonora?
La fiscalización de la contaminación sonora recae principalmente en las municipalidades distritales, tal y como lo señala la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 27972. Estas tienen la tarea de controlar la emisión de ruidos y otros contaminantes ambientales. Por otro lado, la Ley General del Ambiente N°28611 también otorga responsabilidad a los gobiernos locales para regular y supervisar los ruidos producidos por actividades tanto domésticas como comerciales, utilizando los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) de Ruido para dictar normativas adecuadas.
A pesar de los esfuerzos, como la implementación del Plan de Acción para la Prevención y Control de la Contaminación Sonora por parte de la Municipalidad de Lima, que incluye campañas como “Alto al bocinazo”, “Comercio sin ruido” y “Lima sin pirotecnia”, el avance en la lucha contra la contaminación sonora es limitado. Según la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), solo el 26% de las municipalidades en Lima y Callao han presentado programas efectivos contra la contaminación sonora, y de estas, solo nueve cumplen satisfactoriamente con los criterios establecidos.