Intentan asesinar al ‘Cholo Wara’, el narco del Callao que fue capturado el año pasado: ¿por qué estaba en libertad?

En un violento ataque sicarial, Jean Carlos Lobatón Huamán (33), conocido como ‘Cholo Wara’ y sindicado como el sucesor del infame ‘Caracol’, estuvo al borde de la muerte junto a su pareja identificada como Jocelyn Espinoza Angulo mientras circulaban por la cuadra 50 de la avenida Elmer Faucett (Callao).

Según informes policiales, Lobatón Huamán y su acompañante fueron interceptados por otro vehículo que intentó frenarlos. Sin dar oportunidad a la huida, los agresores apuntaron a la llanta para desestabilizar el control del automóvil, seguido de una lluvia de balas con el objetivo de acabar con la vida del conductor.

Y es que al ‘Cholo Wara’, uno de los capos de la droga que lidera la zona del Callao a punta de muertes, un grupo rival le habría puesto precio a su cabeza. La Policía Nacional del Perú (PNP) ha contabilizado al menos 17 impactos de bala en su camioneta, evidenciando la brutalidad del ataque con el que pretendían ‘borrarlo del mapa criminal’.

Actualmente, Lobatón Huamán y su pareja, quien también tiene antecedentes por robo, se encuentran recuperándose en una clínica local.

Mientras tanto, las autoridades continúan con las investigaciones de este caso que parece apuntar a un ajuste de cuentas entre bandas criminales. Se espera que las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia en la zona del ataque revelen más detalles sobre el vehículo utilizado por los atacantes y la identificación de estos.

Para la prensa peruana, la noticia del ataque contra Jean Carlos Lobatón Huamán ha sido una sorpresa, pues hace un año se había puesto en conocimiento de la audiencia nacional la captura de este criminal, que es líder de la banda ‘Los Bravos de Bellavista’, en un taller clandestino ubicado en el sector de Sarita Colonia, en San Miguel.

Sobre el ‘Cholo Wara’ pesa varias denuncias por delitos de narcotráfico y sicariato. Precisamente, la PNP había obtenido registros de este sujeto responsable de ‘preñar’ (introducir) cientos de kilos de cocaína en contenedores de los barcos que se dirigían a los Estados Unidos (EE.UU). Para esta hazaña, el sucesor de ‘Caracol’ contrataba a buzos.

En el lugar donde fue capturado gracias al trabajo de inteligencia policial, Lobatón Huamán ocultaba una gran cantidad de narcóticos dentro de ladrillos camuflados en maletines, tal como se observa en la siguiente fotografía tomada por la PNP. Junto a el cayeron otras personas.

Panamericana Noticias consultó sobre la razón del por qué el ‘Cholo Wara’ estaba en libertad, pero el general PNP Zenon Santos Loayza Días, director Antidrogas, dijo no conocer el caso y prefirió no ahondar más en el tema, y guardar silencio. Por su parte, el fiscal a cargo del caso, de quien el mencionado noticiero no ha especificado su nombre, intentó justificar la liberación del narco señalando que, “como parte de la investigación” se le ha otorgado comparecencia restrictiva.

Para Julio Rodríguez, abogado penalista, a Jean Carlos Lobatón le correspondía una prisión preventiva y no una simple comparecencia con restricciones. Indicó que la liberación del ‘Cholo Wara’ es un caso evidente de “negligencia en la actividad realizada por el Ministerio Público”.

Gracias a la impunidad del Ministerio Público, este avezado criminal ha logrado expandir su manto criminal hacia el cobro de cupos en la megaobra de la Línea 2 del Metro de Lima, y planificó la movilización de su organización criminal también hacia el puerto de Chancay para tomar el control de toda la zona.

Estos cobros ilícitos los realizaría bajo la complicidad de su íntimo amigo David Silva Espinoza, alias ‘Cochinola’, quien no opera desde la calle sino desde el interior del penal de Cañete, donde tiene todas las comodidades para extorsionar y amenazar a sus víctimas para exigirles la entrega de la mitad de sus sueldos, así quedó evidenciado en un audio que obtuvo la PNP.

Para desgracia de todos los peruanos, el ‘Cholo Wara’ todavía podría permanecer en libertad entre uno o dos años más, fecha en la que recién culminaría el control de acusación en su contra, dando paso a la etapa de juzgamiento donde este criminal debería, por fin, recibir una condena o, de lo contrario, ser absuelto.