Hoy, como cada 10 de abril, se conmemora una efeméride de importancia: el Día Mundial del Parkinson. En el vasto mundo de los males que aquejan a millones de personas cada año, esta enfermedad no pasa desapercibida debido a sus terribles manifestaciones.
Sin embargo, como muchas otras, esta acompaña al ser humano desde mucho antes de su descubrimiento y hasta hoy no tiene una cura como tal. Y aunque en el pensamiento general, el Parkinson suele asociarse a poblaciones de avanzada edad, hoy se sabe que las personas menores de 50 años también pueden llegar a padecerla, conforme a algunas cifras significativas del Centro Nacional de Telemedicina (Cenate); por ello, es relevante profundizar un poco sobre la historia de esta enfermedad y cómo llegó a tener un día en el calendario.
¿Por qué se celebra el día mundial del Parkinson?
La fecha recuerda el natalicio del médico británico, James Parkinson, que describió por primera vez esta enfermedad neurológica degenerativa en 1817 en su obra “Un ensayo sobre la parálisis temblorosa”.
Asimismo, la conmemoración tiene como fin principal aumentar la conciencia sobre este mal, promover la investigación y apoyar a las personas afectadas por esta condición.
La iniciativa para establecer este día fue de la Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson, ahora conocida como Parkinson’s Europe, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así, se empezó a celebrar anualmente cada mes de abril desde 1997, fecha en que fue instaurada.
¿Quién era James Parkinson?
James Parkinson fue un médico inglés pionero en varios campos de la medicina y ciencias relacionadas durante el siglo XVIII y XIX. Nació en 1755 en Londres y se destacó en la neurología, paleontología, política, entre otros. Desde muy joven trabajó con su padre que era boticario-cirujano, llegando a conocer muy bien el oficio de la medicina.
A lo largo de su vida publicó importantes obras sobre fósiles y describió por primera vez la condición conocida como Parálisis Agitante, hoy conocida como Enfermedad de Parkinson. Además, tuvo una destacada actuación en la medicina infantil y fue un activo reformista social que defendió el bienestar de los desfavorecidos y criticó las políticas de su tiempo. Fue partidario de los principios de la Revolución Francesa y manifestó su inconformidad a través de panfletos.
A nivel personal, se sabe que contrajo matrimonio en 1781 y tuvo seis hijos. Uno de ellos, John William Parkinson, siguió sus pasos en la medicina.
La obra cumbre de Parkinson sobre la descripción del mal que lleva su nombre estuvo en el olvido por mucho tiempo, hasta que el médico francés Jean Martin Charcot, reconoció el trabajo de su colega 60 años después.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Este trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso se va desarrollando lentamente en el paciente. Los primeros temblores suelen aparecer en una de las extremidades, generalmente manos o dedos.
Cuando la enfermedad avanza, los movimientos se hacen un poco más lentos, una condición que es llamada bradicinesia. Así, la persona afectada puede tener problemas para levantarse, caminar más lento, dar pasos más cortos e incluso tener dificultades para realizar tareas sencillas.
La rigidez en los músculos también es otro síntoma que limita la amplitud del movimiento. Por otro lado, se deteriora la postura, el equilibrio y se pueden llegar a perder los movimientos automáticos como parpadear, sonreír o mover los brazos al andar.
Para los pacientes con Parkinson escribir también es una tarea compleja, al igual que hablar ya que pueden hacerlo a un volumen muy bajo y experimentar otros cambios relacionados a la comunicación. Por eso, es necesario buscar ayuda ante la primera sospecha.