El servicio del Metropolitano es crucial para el trabajo de miles de peruanos que cruzan Lima diariamente para llegar a sus trabajos. Sin embargo, el sistema está al borde del colapso y las soluciones siguen sin llegar. Fallas en los buses y retrasos de más de una hora en momentos de alta demanda son solo algunos de los problemas del servicio.
Hace dos días, el 8 de abril, se reportó una avería en un bus troncal que generó el retraso de varios otros que estaban detrás de él. Al menos tres escenarios similares se produjeron solo en la primera semana de abril y otro más en febrero. Según José Luis Díaz León, gerente general de Lima Bus Internacional, esto se debe a que el diseño de la Estación Central no permite que este tipo de emergencias se atiendan rápido.
“El problema es que ha ocurrido en vías donde hay un solo carril, por lo tanto, los buses que vienen de atrás no tienen opción de hacer el desvío y quedan atrapados. Ese es un tema de diseño de la infraestructura. Todo el recorrido debería tener dos carriles por cada lado, pero no es así”, aseguró en comunicación con El Comercio.
Con respecto al servicio de mantenimiento de cada bus, como gerente de una de las empresas concesionarias del Metropolitano, Díaz indicó que este se realiza de manera semanal. Sin embargo, en el futuro podría existir un problema: los 300 buses que conforman el servicio están cerca al final de su vida útil.
Esto se debe principalmente a que en el contrato de la concesión de la obra, que se firmó en el año 2008, se indica que los buses solo pueden tener una vida útil de hasta 12 años de servicio o que no deben alcanzar el millón de kilómetros recorridos. Aunque la segunda condición sí se cumple, Díaz indicó a El Comercio que se repotenciaron las unidades con nuevos motores y sistemas internos.
Sin embargo, indicó que toda la flota de los buses (300) operó por completo desde el año 2013, por lo que los cálculos de Lima Bus Internacional indican que en el año 2025 estas unidades deberían ser retiradas porque ya no tendrían permiso para operar en el Metropolitano.
Programación de buses, el segundo problema
Si bien el problema de los buses es urgente, no explica el motivo del colapso del servicio del Metropolitano en horas punta. Para Díaz, la clave se encuentra en la programación de los buses, de la que se hace cargo la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU). Es decir, que cada unidad y su chofer están disponibles en el lugar y hora establecido por la institución del Estado.
“Los operadores recibimos unas tablas de servicio en Excel, donde nos señalan qué rutas y frecuencias quieren. Nuestra responsabilidad es poner el bus y el conductor donde la autoridad lo solicita”, aseguró Díaz a El Comercio.
El presidente de la ONG Luz Ambar, Luis Quispe Candia, también indicó que el trabajo de programación de la ATU es responsable del mal servicio del medio de transporte.
“No hay exceso de demanda, sino porque la oferta está mal distribuida. Han creado 16 rutas, 9 de las cuales son expresos y 3 superexpresos. Eso no tiene sentido. ¿De qué sirve una ruta de expreso que deja pasajeros en Javier Prado y desde ahí va vacío a Chorrillos?”, aseguró.
También reveló un dato clave que podría explicar las consecuencias de la supuesta mala programación de la ATU: Los 300 buses trasladan a 540 mil usuarios por día en el año 2019, pero ahora en el año 2024 el número de usuarios se ha reducido a 430 mil personas (24% menos). Aun así, el problema del colapso del servicio da la impresión de empeorar.
“Si hay menos usuarios con la misma flota, ¿por qué parece que faltan buses? Por la gestión operacional y pésima programación. Con tantos servicios la gente está corriendo de un lado para otro”, afirmó Díaz a El Comercio.