Lima, la capital del Perú, es un lugar particular en el que abundan los sitios con historias fascinantes y curiosidades que revelan detalles interesantes sobre su origen y nombre.
Desde distritos como Los Olivos hasta el significado intrigante de San Juan de Lurigancho, la ciudad está llena de sorpresas. Como también lo es el caso de Collique, una zona bastante particular ubicada en el distrito de Comas.
La historia
La historia detrás del nombre de Collique es tan enigmática como el propio lugar. De acuerdo con el libro “El Perú Antiguo III”, el nombre deriva de la cultura Colli, una civilización que una vez habitó esta región. Esta cultura, que se estableció principalmente en el distrito de Comas, se enfrentó a numerosos conflictos debido a su búsqueda de agua y territorios en el norte de Lima.
Según el texto histórico, el dominio de la cultura Colli se fortaleció con la construcción de la Fortaleza de Collique, una estructura que marcó su presencia en la región. Sin embargo, esta fortaleza fue conquistada por los incas durante el reinado de Cápac Yupanqui, lo que marcó el fin de la era Colli en la zona.
Los Colli eran conocidos por su expansión territorial y su enfoque en la mejora de su civilización. Dominaban el valle del Chillón, una región rica en manantiales y canales artificiales, donde desarrollaban trabajos hidráulicos y competían con otras culturas locales, como los Canta.
Hoy en día, Collique alberga la zona arqueológica de la Fortaleza de Collique, declarada patrimonio cultural en 2002. Esta área, ubicada en el cerro conocido como Zorro, es un testimonio vivo del legado dejado por la cultura Colli en la región.
¿Y Comas?
Mientras tanto, el distrito de Comas, al que pertenece Collique, también tiene una historia rica y diversa. Oficialmente creado en 1961 mediante la Ley N.º 13757, Comas surgió como respuesta al crecimiento poblacional y la expansión urbana en la periferia de Lima.
Antes de convertirse en distrito, Comas formaba parte de las llamadas “invasiones organizadas”, asentamientos no planificados que surgieron para dar cabida a la creciente migración hacia la ciudad.
Los expertos creen que el nombre “Comas” tiene sus raíces en la época colonial española, cuando Francisco Pizarro concedió una antigua hacienda llamada Comas a su compañero Francisco Chávez. Este territorio, una de las más grandes e importantes de la región, sirvió como base para el establecimiento del distrito de Comas años más tarde.
Sin embargo, el origen exacto del nombre “Comas” sigue siendo motivo de debate. Algunos historiadores sugieren que podría derivar del término quechua “omas”, que significa “agua”, en referencia a los oasis de neblina que eran comunes en los valles de Lima.
Una interpretación adicional sugiere que el origen del nombre se encuentra en la lengua catalana, derivando del vocablo “comes”, el cual denota un área plana dentro de un entorno montañoso.
No para de crecer
A pesar de su juventud como distrito oficial, que apenas tiene 63 años de creado, Comas ha experimentado un crecimiento constante y ha enfrentado diversos desafíos a lo largo de los años.
Los conflictos limítrofes con San Martín de Porres, otro distrito vecino, han sido una preocupación recurrente, generando tensiones y disputas territoriales. El más notable ocurrió en 1989, cuando la creación de un nuevo distrito, Los Olivos, provocó una disputa por el territorio entre Comas y San Martín de Porres.
Esta situación, que afectó principalmente a áreas industriales y residenciales, reflejó la complejidad de las relaciones entre los distritos vecinos y la necesidad de resolver sus diferencias de manera pacífica y constructiva.
A pesar de estos desafíos, Comas ha mantenido su crecimiento y desarrollo, convirtiéndose en un distrito vibrante y diverso que refleja la rica historia y cultura de Lima. Con su patrimonio arqueológico, su legado colonial y su espíritu de superación, Comas continúa siendo un lugar único y especial en el mapa de la capital peruana.