En una actividad que marcó la agenda política por la agresión que sufrió la presidenta Dina Boluarte, durante su viaje a Ayacucho a inicios de este año, existió previamente un hecho que ahora toma relevancia tras develarse la cercana relación existente entre la mandataria y Wilfredo Oscorima, gobernador regional de Ayacucho. En esta actividad, en la que participaron las tres autoridades conocidas hasta la fecha de estar en posesión de Rolex, Boluarte, Oscorima y el gobernador del Cusco, Werner Salcedo, un pedido por parte del GORE ayacuchano se hizo presente: Más dinero para la región.
“Nos faltan 60 milloncitos, nomás, señora presidenta”, dijo Oscorima durante su discurso, a lo que la presidenta respondió: “¿Le faltan millones?; pues tiene los 86 millones”. Efectivamente, esta disposición de dinero se hizo efectiva desde el Gobierno Central hasta el GORE Ayacucho, beneficiando al funcionario a quien Boluarte ha señalado como “su wayki”, un personaje muy cercano a ella, quien a su vez ha sido definida por él como “una familiar muy querida”.
Millones bajo la excusa de los Juegos Bolivarianos
Y es que el otorgamiento de estos millones prometidos por la presidenta devenían del Decreto Legislativo N°1577, firmado por el Ejecutivo, en el que se le permite a la institución Legado agilizar las contrataciones a fin de cumplir con la agenda de infraestructura con motivo de la celebración de los juegos bolivarianos, con miras a celebrarse del 6 al 15 de diciembre en la región de Ayacucho.
En su mayoría, los montos destinados a este GORE han sido justificados por el Ejecutivo bajo la excusa de los Juegos Bolivarianos, con la que se planea la creación no solo de una Villa Bolivariana, similar a la Villa Panamericana en Lima; sino, también, a la construcción de un comedor para atender a más de dos mil deportistas en la Universidad San Cristóbal de Huamanga.
Los 22 millones para la presidenta del partido que llevó a Oscorima al GORE
Para llevar a cabo estas obras, se estableció un concurso destinado la construcción de este comedor y para febrero de este año se otorgó la buena pro del mismo, con un contrato de S/ 22 millones. Pero la sorpresa vendría no en la contratación, sino en quién forma parte de las empresas contratadas.
Según el informe advertido por Latina, este contrato fue adjudicado al Consorcio Bicentenario 1, conformado por tres empresas, las mismas que fueron representadas al momento de la firma del convenio por la empresaria Esperanza Rojas Gutiérrez, una persona que ha disfrutado de cuantiosos contratos con el Gobierno Regional de Ayacucho y cuyo nexo con Wilfredo Oscorima es acreditado y directo.
Según la investigación de dicho medio, Esperanza Rojas Gutiérrez no es cualquier extraña del político ayacuchano, muy por el contrario. Además de ser una empresaria dedicada al rubro de la construcción, también es la presidenta de movimiento regional Wari Llaqta.
Coincidentemente, este movimiento regional es el mismo que ha permitido a Wilfredo Oscorima reelegirse por tercera vez en el Gobierno Regional de Ayacucho y ahora representa de manera física al Consorcio Bicentenario 1, que se hará de un total de 22 millones de soles.
Asimismo, según el dominical, periodistas de la región informaron que “los negocios de construcción de la señora Esperanza Rojas Gutiérrez florecieron, crecieron mucho en los periodos en los que Oscorima fue gobernador regional; es decir, fue un momento de auge para su empresa constructora”.
Respuesta de Legado
Legado deslindó versiones periodísticas que insinúan un supuesto favorecimiento en el proceso de selección que eligió al consorcio ganador de la licitación pública AS DL 1577 N°001-2024-PEL-1, para la construcción de un nuevo comedor en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), que recibirá a cerca de 2 mil deportistas, en el marco de los Juegos y que quedará como legado para los estudiantes universitarios.
En ese sentido, el día 29 de enero de 2024, Legado publicó las bases de una convocatoria para la construcción del Comedor de la UNSCH, a la que respondieron once postores. A partir de este punto, el procedimiento pasó a manos de un comité calificador, que previo análisis técnico, admitió a tan solo cinco propuestas que alcanzaron el 90% de oferta económica del valor referencial, según informa en un comunicado.
Aseguran que estas propuestas fueron las enviadas por Consorcio Bicentenario I, Consorcio Comedor Legado, Consorcio Yaracuy, Consorcio Vista Llena y Consorcio Huamanga Legado.
Seguidamente, la Ley de Contrataciones del Estado indica que, en caso de haber empate entre los postores, el orden de prelación se determina mediante el sistema computarizado de SEACE, proceso totalmente ajeno e independiente de Legado, según informan.
“El proceso de designación de postores, se realizó en estricta observancia de la Ley de Contrataciones del Estado, con total transparencia, ajustado a las normas y controles que la ley exige, contando con el respaldo del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), que utiliza como herramienta el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE)”, expresan desde Legado.
El postor elegido fue Consorcio Bicentenario I (Integrado por Cielo & Estrella SAC, C Y P Constructores y Consultores EIRL, y Cabrera Gutierrez Felix).
“Legado confía en que las instituciones del Estado que intervinieron en la selección de los postores actuaron en estricto cumplimiento de la Ley. Asimismo, reitera que está sometida a control concurrente de la Contraloría General de la República. Somos la entidad encargada de gestionar, mantener y articular la sostenibilidad de la infraestructura deportiva creada para eventos como los Juegos Panamericanos y los Juegos Bolivarianos. La institución no se ocupa, ni tiene injerencia o influencia alguna en el proceso de selección de los contratistas”, puntualizan.