Shirley Cherres, conocida modelo y exporrista del Sport Boys, ha dirigido fuertes críticas hacia Samahara Lobatón, tras la repentina muerte de la popular cantante ‘Muñequita Milly’ el pasado 3 de abril, debido a complicaciones postoperatorias atribuidas a una liposucción llevada a cabo por el doctor Víctor Barriga Fong.
Cherres acusó a Lobatón de no haber denunciado anteriormente al médico cirujano por mala praxis, después de que este último le realizara un procedimiento estético cuestionable, lo que potencialmente podría haber prevenido incidentes futuros.
La controversia se remonta a cuando ambas participaban en el reality show ‘La Casa de Magaly’, a mediados de 2023, donde Lobatón reveló haber recibido US$30,000 como compensación para no llevar a juicio al cirujano tras sufrir graves complicaciones de salud por una intervención en la que se le administró el cuestionado producto Activegel. Este procedimiento erróneo resultó en el desarrollo de septicemia, lo que la obligó a someterse a tratamiento médico durante un año, conduciéndola a una situación que describió como estar “un año muerta en vida”.
“Yo le reclamé en su momento, se lo dije frente a cámaras, por qué había hecho eso. Imagínate si las autoridades actuaban, no estaríamos lamentando que otras mujeres sean afectadas y sobre todo la muerte de la ‘Muñequita Milly’”, expresó Cherres a diario Extra, manifestando su decepción por la decisión de Lobatón de llegar a un acuerdo económico en vez de denunciar.
Siguiendo esa línea, en una entrevista con Infobae Perú, la exporrista del Sport Boys, fue más incisiva respecto a sus cuestionamientos contra la hija de Melissa Klug.
“(En el video de ‘La Casa de Magaly’) se ve que yo le digo por qué no denunciaste y cobró 30 mil dolares, si una vida no tiene precio. (Samahara) Debió haber denunciado al doctor Fong y tal vez no hubiera esta muerte de la ‘Muñequita Milly’, si te das cuentas pudo haber sido Samahara (quien falleciera), hay que tener cuidado”, comentó.
Cherres también comentó sobre la necropsia de ‘Muñequita Milly’, señalando su consternación frente a los resultados: “Yo me quedé en shock cuando leí los resultados de necropsia. Es increíble como un doctor, siendo tan conocido, te pueda dejar de esa manera, sabiendo lo mal que estaba, es de terror esto”.
“Si tiene que pagar que vaya a la cárcel, porque se trata de una vida, de un ser humano, de una joven talentosa y madre de familia”, sostuvo. Además, enfatizó en la importancia de que las jóvenes investiguen meticulosamente a los médicos cirujanos antes de someterse a cualquier procedimiento quirúrgico, aconsejando elegir con precaución la clínica y el profesional médico.
Este caso ha trascendido la esfera del entretenimiento, convirtiéndose en un tema de salud pública y ética médica. El fallecimiento de ‘Muñequita Milly’ y las revelaciones de Samahara Lobatón han generado preocupación en torno a las cirugías estéticas en Perú y los riesgos asociados con los procedimientos cosméticos que - en algunos casos - termina en sucesos lamentables.
Familia de ‘Muñequita Milly’ pedirá US$1 millón
Flor Sheiza, conocida como ‘Muñequita Milly’, perdió la vida a causa de una complicación posterior a una cirugía estética. Este trágico suceso tuvo lugar bajo el cuidado del Doctor Fong, quien ahora enfrenta acusaciones por mala práctica médica. La familia de Sheiza, buscando justicia, ha decidido emprender acciones legales contra Fong, exigiendo como compensación un millón de dólares por daños y perjuicios.
La situación se agrava al revelarse que Doctor Fong intentó llegar a un acuerdo con la familia de la víctima para evitar cargos legales; sin embargo, Jaime Quispe, el padre de Sheiza, rechazó cualquier tipo de negociación. Profundamente afligido, Quispe se comprometió a buscar justicia por su hija, destacando la irremplazable pérdida de una vida frente a cualquier compensación monetaria.
Según informó Ricardo Franco de la Cuba, abogado de la familia de Flor Sheiza, en diálogo con Radio Nacional, la fiscalía está considerando solicitar prisión preventiva para el Doctor Fong, quien podría enfrentarse a una pena de entre cuatro y ocho años de cárcel si se le halla culpable del delito imputado.