En medio de desmontes, basura, olores desagradables, plagas de mosquitos y roedores deben seguir viviendo los vecinos de Víctor Raúl Haya de la Torre, Payet y Cahuide, zonas ubicadas en el distrito de Independencia. El conocido barrio ‘fantasma’ ha ganado notoriedad luego de las denuncias de los moradores frente a la construcción del Anillo Vial Periférico, debido a que diversas casas han quedado deshabitadas, pero se han vuelto el hogar de las personas de mal vivir, tal y como evidenció Infobae Perú en su recorrido por estas viviendas.
De acuerdo con las declaraciones de los vecinos, son al menos 60 inmuebles que han quedado deshabitados solo en esta zona, luego de llegar a un acuerdo con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Esto debido a que la construcción de esta megaobra conectará Callao, San Martín de Porres, Los Olivos, Independencia, Comas, San Juan de Lurigancho, Lurigancho-Chosica, El Agustino, Santa Anita, Ate, La Molina y San Luis.
Si bien la municipalidad realizó una limpieza en estos espacios públicos y el MTC comenzó a colocar ladrillos para cerrar los ingresos a estos terrenos vacíos, aún se vive una incertidumbre ante las labores lentas. A solo 10 minutos de la estación Naranjal, el panorama se torna casi igual o peor de lo que se evidenció hace días.
En medio del basural
En la avenida José Gabriel Condorcanqui —la cual llegaría a desaparecer si se logra ejecutar esta obra— se ubica una vivienda donde llegan sujetos que han ingerido bebidas alcohólicas para pernoctar e, incluso, consumir otro tipo de sustancias. Sin embargo, por el lugar transitan menores de edad, mujeres y adultos mayores exponiendo su integridad.
Alrededor de las 16:00 horas del jueves 28 de marzo se logra evidenciar a un sujeto que yace en el suelo del interior de la vivienda en medio del basural en evidente estado etílico. Los inmuebles lucen totalmente vandalizados, ya que han retirado los vidrios y puertas de maderas. En presencia de este medio, llegaron personal de Serenazgo para ingresar y desalojar a las personas que han encontrado su hogar en medio de los desperdicios.
“Esta es una estrategia del MTC para que los vecinos que estamos en pie de lucha en no vender nuestras casas se sientan amenazados por el peligro creciente y se vean obligados a venderlas”, mencionó el vicepresidente de la Asociación Mi Casa no se Vende, Vicente de la Cruz.
A solo cinco minutos a pie, se registra otra vivienda con el mismo panorama. Sin duda se han convertido en un peligro eminente para los niños y niñas que pasan por esta avenida, que en su mayoría tiene paraderos principales. Solo acercarte a estos predios se siente la presencia de los olores fuertes que es un indicativo de posibles factores de riesgos ambientales que comprometen la salud de las personas.
Tierra de nadie
En el Asentamiento Humano Cahuide, los vecinos denuncian que la presencia de los representantes de MTC no se ha evidenciado. Las casas abandonadas siguen en la misma situación. E inclusive vándalos se llevaron los artículos de estos predios.
María Ventura Quispe, una residente de 60 años, se encuentra en una situación perturbadora debido al uso indebido de una propiedad desocupada frente a su hogar. Esto luego de que algunas personas inescrupulosas han convertido el inmueble en un centro para eventos y fiestas ruidosas, deteriorando la calidad de vida en la zona. Este hecho ha despertado inquietud entre los vecinos y ha propiciado llamados a las autoridades locales para que intervengan.
“Han limpiado y ahora están alquilando. Nosotros estamos mal y no podemos ni salir, cuando hay mucha bulla me duele la cabeza, estoy enferma. Quiero que tapen esa casa”, relató a este medio y pidió la intervención de las autoridades locales.
Su esposo Máximo Esteban también contó que a pesar de las reiterativas llamadas de emergencia a Serenazgo no se han apersonado. Por ahora, mencionan que tendrán que seguir soportando este tipo de ruido hasta que la comisaría de esta comuna y el MTC pueda intervenir y cerrar los ingresos.
“Nosotros no estamos en contra de la modernidad, tampoco en contra de que se resuelva el problema de transporte. Nosotros consideramos que debe darse el desarrollo, pero sin destrucción”, agregó el vicepresidente de la Asociación Mi Casa no se Vende.
En medio del descampado
Emily Yvonne Donayre Siqueiros tiene que luchar todos los días por vigilar quién ingresa al inmueble que está ubicado al costado del suyo, debido a que hace meses le robaron materiales de su padre valorizadas en S/8 mil. Ahora vive con su madre, pareja, tíos y primas, quienes temen constantemente que puedan volver a ser víctimas de cualquier otro tipo de acto que pone en riesgo su integridad.
“Hemos tenido un robo de aproximadamente de 8 mil soles y así la municipalidad no hace nada. La semana pasada le comenté al alcalde que esto llama a las ratoneras, tengo mi casa invadida de ratones, ya no sé qué hacer”, narra la joven.
Este medio corroboró que tres jóvenes entraron a este terreno vacío y permanecieron por varias horas en el último piso. El cual podrían pasarse por el techo a cualquier hora del día. Ella no sabe si podrían estar bajos los efectos de alguna sustancia o en estado de ebriedad, por lo cual ya se ha comunicado con las autoridades, pero nada hicieron hasta ese momento.
Luego de algunas horas del registro, se apersonó el grupo GORI de la municipalidad de Independencia, quien aseguran que mantiene vigilada la zona. Sin embargo, el registro de nuestras cámaras evidenciaron la falta de acciones frente al peligro de salud que deben vivir estas personas hasta llegar a un acuerdo con el MTC.
La situación es alarmante, ya que aparte de la ocupación no autorizada de estos espacios, se ha identificado que diversas personas aprovechan la falta de supervisión y control para depositar basura y otros materiales en esos lugares. Este acto no solo contribuye a la degradación del ambiente, sino que también representa un riesgo para la salud de los residentes cercanos.
Además, expresan temor ante la posibilidad de encontrarse con víctimas de violencia o abuso sexual en áreas desoladas cerca de sus hogares. Fuera de los acuerdos que no han podido llegar los propietarios con el MTC para la ejecución del Anillo Vial Periférico, este sigue siendo una problemática que deberán intervenir las autoridades.
Liberación predial: detrás de la problemática
Para que se ejecute este megaobra se tiene que realizar la liberación de un total de 2.465 predios entre los distritos involucrados. Sin embargo, hasta noviembre de 2023, solo se han adquirido 168 inmuebles, según ProInversión.
Por su parte, la Contraloría General de la República alertó un riesgo para obtener estos terrenos en el tiempo estimado. Esto debido a que luego de suscrito el contrato se podría evidenciar un retraso y una pérdida económica al Estado.
Los propietarios han mencionado que no van a negociar sus inmuebles con el MTC. Ante esta situación, Infobae Perú solicitó una entrevista con representantes del sector liderado por Raúl Pérez Reyes, pero al cierre de este informe aún no se obtuvo respuesta para conocer cuál sería el futuro de los propietarios al no llegar a un consenso.
El ministro, en sus últimas declaraciones sobre esta megaobra, aseveró que disminuirá el tráfico en vehículos de carga pesada y destacó la unión con los otros distritos. Sin embargo, no ha precisado la situación de los moradores frente a este proyecto declarado como interés.