Los días 5 y 6 de abril, la mina Poderosa, localizada en la provincia de Pataz, región La Libertad, volvió a ser blanco de dos ataques violentos por parte de presuntos mineros ilegales que destruyeron dos torres de alta tensión.
Según un informe de RPP, los individuos no solo atentaron contra la infraestructura eléctrica, sino también intentaron ocupar dos galerías de la mina, dejando un muerto y dos heridos.
Esto a pesar que la empresa aumentó significativamente su presupuesto en seguridad, alcanzando una cifra diez veces mayor en comparación con el período prepandemia, así lo dio a conocer Pablo de la Flor, gerente de Asuntos Corporativos de la compañía, en una reciente entrevista con el programa “Diálogos Mineros” del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
No obstante, la estrategia —coordinada con la Policía y el Ejército— no estaría contribuyendo a frenar la violencia en el lugar.
Pues, el hecho pone en evidencia el desafío continuo que sigue representando la seguridad en la zona, y, por defecto, los costos operativos y la competitividad de la empresa se están viendo afectadas. Esto teniendo en cuenta el estado de emergencia declarado, pero también que la compañía emplea a 1,200 guardias de seguridad.
Alianza entre crimen organizado, narcotráfico y minería ilegal en Pataz
La serie de eventos ocurridos en Pataz, además de poner sobre la mesa la complejidad y los desafíos que enfrentan las operaciones mineras en la región liberteña, resalta los impactos de la derogación de la legislación contra la minería ilegal por parte del Congreso de la República.
Hoy, según Pablo de la Flor, los ataques no solo representan un peligro para la infraestructura y el personal de Minera Poderosa, sino que adicionalmente demuestran las tensiones existentes en torno a la minería ilegal y su impacto en la industria legalmente establecida y en las comunidades de la provincia.
En esa línea, De la Flor enfatiza que existe una alianza entre los grupos criminales y la explotación minera no regulada. Por ello, dicha coalición agrava la situación de seguridad en la zona, puesto que la minería ilegal se ha vinculado con otras formas de criminalidad, como el narcotráfico, complicando aún más el panorama.
“Hay un matrimonio perverso entre criminalidad y minería ilegal que ha tenido expresiones notables en La Libertad, donde esta confluencia de minería ilegal y criminalidad ha tenido efectos nefastos”, explica el gerente de Asuntos Corporativos de la compañía.
Demandan intervención del Minem para evitar ataques
Tras los ataques ocurridos el 2 de diciembre del 2023 y el 25 de enero de este año, se sabe que las acciones de los grupos de mineros ilegales han llegado a su punto más álgido cuando atentaron las instalaciones de la Minera Poderosa, resultando 17 personas heridas y 9 víctimas mortales.
Por tal razón, a fin de evitar más pérdidas humanas, entre otros daños, los representantes de la empresa demandan a Rómulo Mucho, recientemente designado como titular del Ministerio de Energía y Minas, atender el crecimiento de la minería ilegal en Pataz.
Pero, también, esperan que el ministro atienda otros aspectos, como la tramitología y los conflictos sociales, para asegurar que el sector pueda avanzar de manera responsable.
En ese sentido, han ratificado su posición de impulsar otros proyectos mineros, como Corani en Puno, Reposición Antamina en Áncash, Tajo Chalcobamba en Apurímac, Coroccohuayco en Cusco y Zafranal en Arequipa.
De acuerdo al gerente de Asuntos Corporativos de Minera Poderosa, estos equivalen una inversión cercana a los 50 mil millones de dólares para el crecimiento económico del país.