Desde el 20 de abril, México exigirá visa a los peruanos que deseen ingresar al país, revocando una exención que había estado en vigor durante una década. Esta decisión surge en medio de tensiones diplomáticas entre los gobiernos de Dina Boluarte y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) —relación quebrada desde aquel 7 de diciembre en el fallido autogolpe de Pedro Castillo—.
La Secretaría de Gobernación anunció esta medida, que marca un cambio significativo en la política de movilidad y relaciones internacionales entre ambas naciones. Esta situación se complicó aún más por las declaraciones previas de AMLO, que han sido críticas hacia la gestión de Boluarte, evidenciando un clima de discordia bilateral y una tensión ya anunciada. Frente a ello, Infobae Perú conversó con el internacionalista Óscar Vidarte, quien compartió su análisis sobre el impacto de este cambio en las conexión entre ambos países.
“Al margen de las consideraciones técnicas que existen, creo que esto expresa debilitamiento de México y Perú en los últimos dos años. La relación viene bastante mal desde el intento de golpe de Estado del presidente Pedro Castillo y se ha empeorado sin que las autoridades puedan resolver”, declaró a este medio.
Las implicaciones de este cambio son diversas, afectando no solo a los individuos que buscan viajar entre ambos países, sino también a las relaciones diplomáticas y comerciales en un momento ya delicado. Vidarte hace un ejemplo de las políticas de visado entre Colombia y Perú, a pesar de que se refleja una situación parecida, donde los ciudadanos llegan a México para pasar a Estados Unidos.
“No creo que esto solamente suceda con peruanos y no con colombianos. [...] Si no hubiéramos tenido esa mala relación, estoy convencido de que ese tipo de decisiones, o no las tomaba México, o las trataba de dialogar y buscar algún tipo de solución, pero lamentablemente no se ha hecho”, agregó.
Tensión entre México y Perú
El internacionalista lamentó que no existan canales de diálogo del más alto nivel frente a este panorama. Esto precisamente porque el gobierno de Dina Boluarte retiró a su embajador del territorio mexicano por declaraciones de su homólogo tras llamarla “presidenta espuria”.
“La relación de la diplomacia presidencial está completamente quebrada. No existe un diálogo a ese nivel. Tampoco tenemos embajador en México, los mexicanos no tienen embajador en el Perú. Así que estamos realmente hablando a un segundo o tercer nivel, y eso es lamentable entre los países que tienen una alianza estratégica”, mencionó.
En otro punto, Vidarte precisa que afecta la Alianza del Pacífico, debido a que una iniciativa de integración regional “que promueven el libre comercio, el libre flujo de bienes y servicios”. Este acontecimiento podría significar un retroceso del proceso de coalición en la cual Perú juega un rol fundamental. Es así como califica un “duro golpe al proceso de integración”.
Deterioro de la imagen del Perú
Por otro lado, sostiene que generará una considerable reducción en la capacidad de estos para viajar al país norteamericano, lo que podría interpretarse como un deterioro en la imagen internacional de Perú. Esta medida, además, suscita preocupación entre otras naciones respecto a las razones detrás de tal decisión y su posible impacto en la percepción global de Perú.
“Al Perú le pesa mucho más la Alianza del Pacífico en comparación con México, porque su mercado está en Estados Unidos. [...] Y eso es una jalada de orejas, tanto a las autoridades mexicanas, pero también las peruanas”, mencionó.
Ante la falta de comunicación entre los altos líderes de las naciones, esta situación podría continuar áspera. Aunque no descarta que Perú pueda implementar visas también para los mexicanos, panoramas no tan lejanos que se podrían dar ante la debilidad de los canales para llegar a consensos.