Determinar la ruta académica y profesional a seguir marca uno de los hitos más transcendentales para los adolescentes. Este proceso se encuentra saturado tanto de ambiciones personales como de influencias externas notables. La tarea de identificar un llamado verdadero, mientras se manejan las expectativas del entorno familiar, introduce a los jóvenes en un entramado complejo de elecciones que pueden resultar sobrecogedoras antes de alcanzar la adultez.
Para sumergirnos más en esta complejidad, Infobae Perú recurrió a tres expertas: una psicóloga, una psiquiatra, y una educadora, cada una aportando su visión especializada sobre cómo los deseos auténticos y las presiones del entorno modelan la selección de la carrera universitaria.
Sus aportaciones ofrecen perspectivas esclarecedoras, destinadas a guiar a las familias y a los estudiantes a través de este crucero de decisiones, dotándolos de estrategias para navegarlo con conocimiento y percepción. La interacción con estas especialistas no solo disipa interrogantes, sino que también traza un camino para quienes están a punto de decidir un curso de vida de gran envergadura.
Ana María Lazo Ramos, psiquiatra de la dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), explicó que, durante el final de la etapa escolar, los adolescentes presentan tres características destacadas: son vulnerables a los comentarios de otros, altamente sensibles a estímulos externos y experimentan cambios emocionales significativos.
De acuerdo con la experta, estos factores contribuyen a que, al momento de elegir una carrera profesional, la opinión de padres, familiares cercanos y profesores adquiera un peso importante. Además, menciona que este escenario puede generar un ambiente de confusión entre los menores, quienes pueden llegar a cuestionarse si los consejos de sus cuidadores son más acertados que sus propias inclinaciones.
Al respecto, la psicóloga Evelyn Bezada Lozano (CPsP: 13854) del Instituto Guestalt de Lima señaló que la presión familiar sobre la elección de carrera de los jóvenes puede desencadenar conflictos internos.
“Esta situación surge cuando se imponen expectativas sobre la carrera que deberían seguir, lo cual puede llevar a los jóvenes a emprender un camino profesional que no es de su elección, generando posibles crisis. Por ello, es esencial permitir que los jóvenes tomen sus propias decisiones respecto a su futuro profesional, evitando imposiciones por parte de la familia o amigos”, señala.
En la misma línea, explica que las repercusiones de decidir una carrera basándose en presiones externas pueden ser significativas y negativas, ya que puede conducir a la frustración profesional, baja autoestima y falta de motivación.
“Es esencial valorar y anteponer la vocación y pasión al momento de decidir una carrera, para fomentar el crecimiento de personas satisfechas y entusiastas en su ámbito laboral, los cuales constituyen el futuro de la nación”, añade.
Por su parte, Lazo Ramos complementa esta información al mencionar que la creencia de dedicarse a lo que realmente se ama elimina la sensación de trabajo arduo. Además, subraya la importancia de evitar actividades monótonas y poco gratificantes. Según la experta, estas pueden contribuir a problemas de salud mental, como el síndrome de burnout o desgaste profesional, especialmente si son percibidas como aburridas o insatisfactorias.
“El dilema de ‘¿y si hubiera seguido mis verdaderas pasiones?’ puede generar insatisfacción profesional, conduciendo a estados de depresión o ansiedad. Ese panorama se agrava por la inevitable mezcla de buenos y malos días en el ámbito laboral al intensificar el descontento si no hay pasión por la actividad que se realiza”, menciona.
El apoyo de los padres
Bezada Lozano señala que, durante esta etapa de indecisión, es importante que los padres mantengan una comunicación abierta y efectiva con los jóvenes para fomentar un ambiente de flexibilidad y tolerancia para comprender su situación.
“En algunos casos, puede ser beneficioso buscar la orientación de psicólogos y asesores vocacionales. Asimismo, es crucial dotar a los jóvenes de herramientas que les permitan desarrollar habilidades sociales y tomar decisiones de manera autónoma. Preparar a los papás para que eviten ejercer presiones innecesarias ayudará a mejorar la dinámica familiar”, señala.
En la misma línea, Lazo Ramos menciona que es fundamental que los progenitores adopten una actitud de escucha activa, ya que, al llegar al último año de secundaria, los menores comienzan a explorar opciones sobre su futuro académico.
De acuerdo con la psiquiatra, los padres pueden ayudar a su hijo en la búsqueda de la carrera, pero sin caer en la presión. Ambos pueden sentarse a charlas sobre las distintas opciones en diferentes campos del interés del adolescente como números, ciencias, artes, letras, matemáticas, entre otros y ver los beneficios y desafíos de cada profesión. “También es importante la participación conjunta en ferias educativas y eventos de orientación para fortalecer este proceso de decisión”, explica.
“Es esencial que papá y mamá comprendan que la elección de una carrera no debe percibirse como una competencia contra el reloj. La premisa de actuar con premura porque “la vida es corta”, aunque válida, no debe eclipsar la importancia de disfrutar el proceso y tomar decisiones conscientes. Factores culturales y el entorno familiar juegan un papel significativo en este proceso”, menciona.
De otro lado, Layda Magdalena Alata Rey, quien se desempeña docente de Matemáticas y ha sido tutora con más 15 años de experiencia en colegios públicos y privados, señala que el entorno educativo puede fomentar un espacio de reflexión al integrar programas de orientación vocacional que promuevan el autoconocimiento y exploración de distintas carreras.
Según la maestra, estas iniciativas deben incluir actividades prácticas, como pasantías o proyectos de investigación en áreas de interés, sesiones con orientadores vocacionales, y encuentros con profesionales que compartan sus experiencias. “Facilitar el acceso a información actualizada sobre las tendencias del mercado laboral y las habilidades futuras requeridas es también crucial para ayudar a los estudiantes a tomar decisiones informadas”, añade.
La profesora contó que, hace varios años, tuvo la oportunidad de impartir clases de Álgebra a un estudiante de quinto grado llamado Juan, quien demostró tener un notable talento para las matemáticas. A pesar de su habilidad, Juan expresó que estudiaría Derecho por decisión de sus padres, quienes pertenecían a una familia de abogados, aunque él prefería ser ingeniero de sistemas.
“Ante esta situación, decidí organizar una reunión con el psicólogo del colegio y los padres del menor para debatir sobre su futuro académico. Al principio, los padres se mostraron reacios a considerar una perspectiva diferente, pero, luego de algunas semanas, dieron su consentimiento para apoyarlo en su deseo de perseguir su verdadera vocación. Hasta el momento sé, que se encuentra en el sexto ciclo de la carrera que siempre quiso estudiar y me siento contenta por haber aportado mi granito de arena”, comenta.
Estrategias para elegir la carrera
De acuerdo con Evelyn Bezada, para que los adolescentes identifiquen su verdadera vocación, es crucial emplear estrategias de evaluación y orientación. Esto implica la aplicación de diversos instrumentos que permitan analizar el nivel intelectual de los jóvenes en relación con las posibles carreras a seguir, así como entender su tipo de personalidad y realizar pruebas de aptitudes y preferencias. Mediante este enfoque, se facilita la identificación de las carreras que mejor se alinean con el perfil del adolescente.
Por su parte, Ana María Lazo recomienda a los adolescentes la importancia de identificar y aceptar sus intereses, ya se inclinen hacia las letras, las matemáticas o las ciencias. Destaca que reconocer aquello que verdaderamente disfrutan, desde actividades creativas como la lectura y la escritura hasta disciplinas científicas, es esencial para un mejor autoconocimiento.
“Es igualmente válido buscar orientación en figuras de autoridad como padres o tutores, quienes pueden ofrecer perspectivas valiosas, ya que, al final, la decisión recae sobre el joven. También es beneficioso conversar con compañeros, ya que comparten experiencias similares y pueden brindar consejos útiles basados en sus propias vivencias”, complementa.