La prevención es la clave. Los profesionales de la salud del Hospital Almenara, de EsSalud, lanzaron una severa advertencia a los padres de familia, sobre las señales de alerta que deben conocer para detectar a tiempo el llamado “pie plano” en sus hijos. A pesar de no significar un problema mortal para las personas, en su extremo severo, esta afección conlleva a intensos dolores, degenerando las arituclaciones y llegan, incluso, a requerir de una intervención quirúrgica.
A través de un comunicado, el Dr. Javier Monteagudo, médico especialista de Traumatología Pediátrica del mencionado nosocomio, señala que la clave para atender este mal a tiempo es saber cómo detectarlo.
“Se sospecha de pie plano, cuando se camina con el pie descalzo y el pie hace totalmente contacto con el suelo, prácticamente no hay arco, no hay bóveda plantar y si uno ve al niño desde atrás, puede ser que veamos los talones se llegan a “chorrear”; a eso llamamos talo-valgo”, señaló.
¿Qué es el pie plano?
Tal como detalló el especialista del Hospital Almenara, el pie plano es una alteración morfológica que se genera por la falta, caída o disminución del arco plantar. A pesar de no presentar dolor, en casos graves y sin tratamiento podría afectar al pie, tobillo, rodilla, cadera y columna. Para ello, el Dr. Monteagudo señaló que el tratamiento se basa en plantillas especiales y que los zapatos ortopédicos, son cosas del pasado.
“Los niños que tienen durante mucho tiempo pie plano, pueden desarrollar cambios en la apariencia, flexibilidad de los dedos; los tipos de pie plano van de leve a severo, en este último existe una subluxación de los huesos del pie. Lo normal es que no tenga ninguna molestia, y de existir complicaciones, pueden tener cansancio, dificultad para correr, caminar o acortamiento de los músculos de la pantorrilla”, agregó.
¿Cómo se trata el pie plano?
En palabras del Dr. Monteagudo, el tratamiento para corregir el pie plano varía de acuerdo a la edad. Si son niños, deberán usar los aparatos ortésicos o plantillas de soporte.
“El pie plano no guarda relación con aspectos genéticos ni hereditarios, ya que es solo una etapa de transición que puede tener cualquier niño. La formación del arco lleva un tiempo de maduración a lo largo del crecimiento, donde cualquiera puede padecer de pie plano sin necesidad de que sea un diagnóstico definitivo”, remarcó.
Asimismo, el médico traumatólogo reveló que el arco se forma, en la mayoría de casos, en niños y niñas de 10 a 12 años. En tanrto, aclaró que, si pese a la colocación de las plantillas el dolor aumenta, será considerado como caso extremo y se procederá a un abordaje quirúrgico amigable, de rápida recuperación para el niño.
En cifras
De acuerdo a las cifras del Servicio de Traumatología Pediátrica del hospital Almenara, existe una alta incidencia de casos, donde 2 de cada 10 niños atendidos en consulta, padecen de pie plano. Ante ello, explicó que muchas veces el error está enfocarse en el arco que no se forma en el plantar, y no por la parte funcional del pie.
Si el niño no presenta ninguna molestia, no necesita de ningún tratamiento. De igual forma, los zapatos ortopédicos no están indicados paran niños con pie plano, ya que son un instrumento de tortura que hará perder dinero a los padres y dañará gravemente la autoestima del pequeño.
“Existen otros padecimientos importantes en niños como la displasia de cadera, el pie equinovaro, alteraciones rotacionales, genuvaro o genuvalgo y malformaciones por enfermedades metabólicas o neuromusculares, que deben ser igualmente evaluadas por un especialista”, detalla el comunicado.