Todos hemos visto alguna vez el emblema de la medicina que se repite en varios de los lugares que donde se ejerce esta profesión. Sin necesidad de ir demasiado lejos, solo hace falta una búsqueda en internet para darse cuenta que este se encuentra también como carta de presentación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este logotipo llama la atención de muchos, ya que no hace falta ser muy observador para notar que entre sus elementos se encuentra nada menos que una serpiente. Cabe preguntarse cómo es que este animal, que suele provocar fobias en algunas personas y es temido en muchos lugares por ser venenoso, llegó a ser representativo de una ciencia tan noble como la medicina.
¿Por qué la serpiente?
Para entender por qué se adoptó a este singular exponente del reino animal para representar a la medicina es necesario saber que el símbolo en cuestión se llama Vara de Esculapio según los romanos, o también báculo de Asclepio para los griegos.
Según narra la leyenda, Esculapio era el hijo de una mortal con el dios Apolo, y un representante de la medicina que fue alabado por sus conocimientos.
Se dice que este personaje se hallaba un día en la casa de un hombre llamado Glauco, que estaba a punto de morir. En ese momento apareció una serpiente y el galeno la mató con su bastón; sin embargo, momentos después ingresó otra, pero llevaba consigo unas hierbas con las que revivió al reptil muerto.
Al ver esto, Esculapio habría usado estas hierbas para Glauco, quien sanó pese a que estuvo desahuciado un poco antes. Supuestamente, esta fue la forma en que el médico venció a la muerte y sanó a su paciente, dando como resultado el símbolo que todos conocemos, serpiente incluida.
Desafortunadamente, según la leyenda el médico fue luego asesinado por Zeus, quien recibió la queja del dios de los infiernos, Hades, por la disminución de personas que llegaban a sus dominios. Además, se temía que pudiera hacer inmortales a los humanos.
Vale mencionar que algunos creen que el personaje de Esculapio podría haber existido y ejercido la medicina con tal destreza que luego fue venerado como un dios. Lo cierto es que se le suele representar como un hombre viejo, con una túnica, diadema y mirada serena.
En cuanto a las serpientes, lejos de la percepción que tenemos hoy en día de ellas, es importante recordar que han sido veneradas en muchas culturas por su capacidad de mudar de piel, entre otras cualidades.
Incluso hay una historia narrada en la biblia, en el libro de Números, capítulo 21, versos del 8 al 10, donde Moisés, el gran patriarca que guio al pueblo de Israel fuera de Egipto, construye una serpiente de bronce por ordenes de dios para sanar a todo aquel que la mire.
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”, menciona el texto, dando una asociación más de la serpiente con la práctica médica.
El tumi en el logo del Colegio Médico
Como un dato curioso es importante mencionar que en Perú el Colegio Médico ha adoptado al tumi como parte de su logotipo.
Esto se debe a que este es un instrumento ceremonial que se utilizaba en el Perú prehispánico en procedimientos como las trepanaciones, que buscaban sanar al paciente, de allí su asociación con la práctica médica y su uso por parte de la entidad.