El Papa Francisco aceptó la renuncia de José Antonio Eguren Anselmi, arzobispo de Piura y Tumbes, tras investigaciones en torno a acusaciones de abusos sexuales dentro del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) y otras irregularidades vinculadas al tráfico de tierras por parte del grupo religioso. El Vaticano informó de esta decisión el reciente martes 2 de abril. A Eguren, de 68 años de edad, se le acepta su renuncia anticipada, pues la edad que se exige para dimitir es de 75.
El arzobispo ha estado en el centro de las acusaciones por los casos de violencia física, psicológica y sexual contra los jóvenes del Sodalicio, pues habría encubierto a uno de los perpetradores de estos abusos, el fundador de la Congregación, Luis Fernando Figari. Entonces, Eguren había denunciado a los periodistas que destaparon este caso, Pedro Salinas y Paola Ugaz . Tiempo después, retiró la denuncia y la sentencia fue anulada.
En julio de 2023, el Papa Francisco envió a dos investigadores, el arzobispo de Malta Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu, para profundizar en las denuncias relacionadas con el Sodalicio en Perú. Desde 2015, las investigaciones periodísticas realizadas por los reporteros revelaron la serie de injusticias cometidas dentro de esta comunidad católica.
“Hace 24 años denuncié públicamente los abusos psicológicos del cura psico abusador José Antonio Eguren del Sodalicio. Luego me enteré, gracias a las investigaciones de Salinas y Ugaz que se había encubierto a perpetradores de violencia sexual hacia menores y adolescentes. Hoy llega una buena noticia desde el Vaticano”, manifiesta José Enrique Escardó, sobreviviente del Sodalicio. “El Sodalicio pierde su mayor bastión. Espero que esto signifique algo de paz para los comuneros que han sufrido el acoso de la secta y que no lo vayan a mandar a otro lado”, añade
Escardó espera cárcel para los perpetradores de estos abusos dentro de la iglesia católica. Espera también que el Sodalicio desaparezca y las víctimas sean reparadas
El Vaticano inicia intervención contra el Sodalicio en 2018
Por otro lado, la intervención del Vaticano en el Sodalicio se intensificó tras la solicitud de prisión preventiva contra varios miembros y exmiembros de la congregación por parte de la Fiscalía de la Nación, incluyendo a su fundador Figari. Esto sucedió en enero de 2018.
A pesar de que una investigación interna del Sodalicio identificó a varios agresores y retiró a algunos de sus puestos, la entidad que administra la justicia peruana determinó que las acusaciones de abuso sexual habían prescrito, dejando un sabor amargo en las víctimas y sus defensores.
En este escenario, las víctimas y activistas continúan pidiendo justicia, demandando que los casos sean llevados ante la justicia civil y no solo sean resueltos dentro de la esfera eclesiástica. Esta renuncia es vista como un paso importante, pero no definitivo, en la lucha contra el abuso y el encubrimiento dentro de la Iglesia.
Ante las denuncias, el Sodalicio aseguró que un grupo de investigación interno determinó que los agresores identificados fueron Figari, el ya fallecido Germán Doig, así como Virgilio Levaggi y Jeffrey Daniels, quienes fueron retirados de la organización.
Ese informe concluyó que al menos 36 personas, 19 de ellas menores, fueron presuntamente víctimas de abusos sexuales entre 1975 y 2002 por parte de líderes de la organización, aunque la Fiscalía archivó las denuncias por abuso sexual por haber prescrito.