Las uniones tempranas y forzadas constituyen una preocupante situación en Perú, específicamente en las regiones de Loreto y Piura, las cuales muestran los índices más altos en esta problemática, según revela la Encuesta Demográfica y de Salud Familia (Endes 2023). Este fenómeno impacta gravemente en el bienestar y desarrollo de niñas y adolescentes, quienes son obligadas a establecer relaciones con parejas mayores, lo que repercute negativamente en su educación, salud y futuro.
El informe destaca que el ambiente socioeconómico y cultural en Loreto y Piura juega un rol crucial en la perpetuación de estas prácticas. La falta de acceso a la educación, la pobreza y las creencias arraigadas contribuyen a que estas prácticas sean vistas como normales por una parte de la población.
Loreto y Piura, regiones con más altas cifras de uniones tempranas y forzadas
En Loreto y Piura, se ha identificado un alarmante porcentaje de uniones tempranas y forzadas de mujeres con hombres adultos, mientras eran menores de edad. Específicamente, en Loreto, la cifra alcanza el 50%, mientras que en Piura se registra un 32%. Esta situación resalta una preocupante realidad sobre la vulnerabilidad de niñas y adolescentes en las mencionadas zonas del país.
Los orígenes de las uniones tempranas y forzadas se arraigan profundamente en la desigualdad de género, donde las niñas y mujeres jóvenes son particularmente vulnerables debido a prácticas y normas culturales patriarcales. Esta situación se agrava por condiciones de pobreza extrema, que limitan la posibilidad de una vida independiente y libre de violencia.
“En algunos casos, han sido víctimas de violación y resultaron embarazadas, por lo cual la familia también arregla la unión. A su vez, ‘forzadas’ porque a veces son arreglos económicos entre la familia, que todavía se da bastante. Lo vemos mucho en las zonas rurales, donde hay niñas muy jóvenes —de 12, 13 o 14 años— que ya se van con un hombre, casi siempre adulto y mucho mayor a ellas, porque también para las familias puede significar un alivio no tener que sostener a una persona más. Entonces, la entregan a un hombre mayor que tiene la capacidad económica. Así, las niñas, en esos casos, no tienen ningún poder de decisión, no cuentan con toda la información sobre sus derechos ni poseen un desarrollo psicológico que les permita alcanzar una madurez para tomar sus propias decisiones”, explicó Veronique Henry, directora país de Plan International, orgaización que sigue de cerca esta problemática, en una entrevista previa para Infobae Perú.
Factores que influyen en la incidencia de uniones tempranas y forzadas en Perú
Para Henry, estos son los factores más importantes que han llevado a que las uniones tempranas y forzadas tengan mayor presencia en ciertas zonas del Perú:
- La pobreza: un mayor porcentaje de mujeres que se unieron entre los 10 y 15 años se encuentran en niveles de pobreza y pobreza extrema.
- La informalidad: esta forma de violencia ocurre de manera invisible, ya que no es tan fácil de cuantificar, como es el caso del matrimonio.
- El contexto social: casi siempre se da con mayor frecuencia en zonas rurales muy apartadas, donde estas prácticas están muy normalizadas, además de que se registra poca presencia del Estado y sus instituciones.
- La falta de acceso a la educación: se produce en zonas en donde las niñas, adolescentes y la población en general no posee acceso a la información ni de las medidas para proteger sus derechos básicos.
- La dependencia económica: las víctimas, usualmente, no cuentan con oportunidades de trabajar.
- El historial de violencia: en uno de los estudios de Plan Internacional se evidencia que 6, de cada 10 mujeres que han sido unidas tempranamente, han sufrido violencia en su familia de origen.
- Las falencias en educación sexual: si no hay buen acceso a la educación, lo mismo ocurrirá con este aspecto.
Niñas y adolescentes, las más afectadas por esta forma de violencia
El censo más reciente reveló datos alarmantes sobre la problemática de matrimonios infantiles y uniones tempranas en Perú. De acuerdo al Censo de Población del 2017, un 1,9% de adolescentes de 12 a 17 años se encuentra en situación de unión, lo que representa aproximadamente a 56 mil menores viviendo con parejas significativamente mayores.
Dicha creciente e inquietante tendencia aumenta entre las menores, que son las más afectadas por esta situación. Al comparar las cifras del 2007 al 2017, se observa un incremento en el porcentaje de mujeres involucradas en estas uniones, ya que pasó del 63% al 82%. Este notable aumento destaca la vulnerabilidad particular de la mencionada población frente a este fenómeno.