El fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, informó ese martes que la presidenta Dina Boluarte no solamente es investigada por su colección de relojes Rolex no declarados, sino también por el incremento patrimonial visto en sus declaraciones juradas, las joyas costosas que ha lucido en ceremonias oficiales y los depósitos de origen desconocido que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) identificó en sus cuentas.
El titular del Ministerio Público realizó el anuncio en la Comisión de Fiscalización del Congreso, donde se presentó para informar sobre los avances de la pesquisa en la que se encuentra incursa la mandataria por presunto enriquecimiento ilícito y omisión de declaración. “El día 1 de abril, mediante una disposición, se amplió el marco fáctico de la imputación”, dijo ante los diputados.
Villena indicó, a continuación, que la investigación ahora comprende “sus declaraciones juradas, donde aparece un incremento de más de 432 mil soles que habría sido en el plazo de dos años”, así como “la posesión de una pulsera Cartier [valorizada en] 56 mil dólares” y de joyas cuyo costo “superan los US$500.000″.
“Finalmente, la imputación también se ha ampliado a los depósitos de origen desconocido de un millón cien mil de dólares en sus cuentas bancarias; sin embargo, hay que precisar que se requerirá a la investigación a esos depósitos que pudieran ser únicamente en el [período] en que la señora presidenta desempeñaba el cargo de ministra de Estado”, agregó.
La UIF de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ha detectado “movimientos sospechosos” en sus cuentas entre agosto de 2016 y agosto de 2022, periodo en el que recibió “numerosos depósitos en efectivo y transferencias cuyo origen se desconoce”.
Los casos que cercaron a la gobernante en el fuero fiscal fueron expuestos por La Encerrona, La República y El Comercio después del remezón político que generó la salida del expremier Alberto Otárola, quien renunció al cargo tras ser acusado de facilitar un contrato irregular de su expareja con el Estado.
Boluarte triplicó su patrimonio del 2021 al 2023, según las 13 declaraciones juradas que presentó ante la Contraloría. En solo dos años, el monto consignado en el rubro ‘otros’ —donde figuran bienes de valor, predios arrendados, subarrendados o cedidos, así como intereses originados por colocación de capitales, regalías, rentas vitalicias, etc.— pasó de S/160.415,060 a S/593.347,31.
Solo en 2021, la suma ascendió a S/197.651,06. Al año siguiente, inició con S/198.215,06 y llegó a término con S/389.519,23, mientras que en 2023, el mismo rubro registró S/593.347,31. Del primer al último documento, hay una diferencia de S/432.932,25 soles. En ese período, pasó de vicepresidenta a ministra y luego a jefa de Estado, con un salario mensual que varió de S/ 30 mil a S/ 16 mil.
Joyas
La fotografías de las actividades de Boluarte también ha puesto en evidencia una joyería de alta calidad y de marcas internacionales que, en conjunto, podría estar valorizada en unos 500.000 dólares, según expertos. Solo en una de sus presentaciones en Apec 2023, lució alhajas por más de 150.000 dólares: un Rolex, una pulsera de la casa francesa Cartier, dos anillos Cartier de oro y dos anillos de diamantes.
En ese mismo evento, exhibió un collar de oro con una perla blanca de cultivo, en juego con pendientes de perlas blancas, que serían de la prestigiosa y exclusiva marca Van Cleef & Arpels. Adicionalmente, una segunda pulsera de oro y otro anillo de oro con un diamante o una piedra preciosa.
Entre las joyas también figura una pulsera Love Pave de Cartier, la cual se encuentra hecha en oro amarillo de primera ley, 18 quilates, engastada con 204 diamantes de 2 quilates (400 miligramos) de peso cada uno. Su precio es equivalente a 54.300 dólares.
Según un informe de La República, Boluarte deberá aclarar dónde se encuentran actualmente esas joyas y por qué no aparecieron en la diligencia que se realizó el último fin de semana en su casa de Surquillo y en sus oficinas en Palacio de Gobierno.
Este punto podría derivar en una ampliación de las investigaciones por obstaculización a la justicia o encubrimiento contra ella, alguno de sus familiares o colaboradores. La Fiscalía requiere tener acceso a los artículos de lujo para precisar su procedencia y su valor, clave en este caso de posible enriquecimiento ilícito.
La jefa de Estado estaba citada para mostrar sus Rolex y dar su testimonio semanas atrás, pero pidió reprogramar las citas debido a su “cargada agenda”, por lo que no acudió a ninguna. La comparecencia será finalmente este viernes 5 de abril, pese a que pidió programar la diligencia “de forma inmediata” en vista de “la turbulencia política” que está produciendo la investigación, un requerimiento que fue desestimado.