¿Qué viene a la mente de los ciudadanos cuando pensamos en las avenidas principales de nuestra amada Lima? Algunas son reconocidas por recorrer muchos distritos y ser particularmente concurridas, otras, por la cantidad de tráfico que acumulan en las horas pico de la capital, un verdadero tormento para los peatones y conductores; sin embargo, hay ciertas vías que tienen sí mismas tradición y mucha historia.
Mencionarlas es recordar momentos emblemáticos y que han calado tan hondo que ya son parte de la cultura popular. Un caso conocido es la avenida Larco, lugar que inspiró la canción homónima del grupo peruano Frágil, que por cierto describe bastante bien la vibra nocturna y bohemia que solía tener esta zona en la época de los 80, pero que además ha llegado hasta la pantalla grande y se asocia con tiempos bastante oscuros a causa del terrorismo que ya hacía estragos.
Sin embargo, algo que no se puede pasar por alto es el nombre de esta avenida que, como muchas otras, está inspirada en un personaje que gracias a su influencia quedó inmortalizado en la historia de Miraflores.
¿Quién era José A. Larco?
Esta importante avenida, cuyo nombre es en realidad José A. Larco, homenajea a este personaje que fue un ciudadano de nacionalidad italiana que llegó a Perú en el año 1838, es decir, a poco de iniciada la República. Su primer trabajo fue en la casa comercial de su tío, Francisco Larco, quien ya radicaba en Perú años antes de la llegada de su sobrino.
Con el paso del tiempo, José Larco se consolidó gracias a su actividad comercial bastante prolífica. Sin embargo, además de ello también fue fundador y primer presidente del Banco Italiano, entidad que más tarde pasaría a convertirse en el Banco de Crédito del Perú.
Asimismo, se caracterizó por tener un espíritu altruista que lo llevó a promover la construcción del Hospital Italiano de Lima, una de las entidades más relevantes de la capital pese a que fue demolido en 1959.
Como dato extra, vale mencionar que una parte de la familia Larco vivió en el norte del Perú y se dedicó a la producción de caña de azúcar, para más tarde ser propietarios de la Hacienda Roma, una de las haciendas azucareras más grandes del Perú.
Por otro lado, es importante agregar que José Larco también fue alcalde de Miraflores entre los años 1891 y 1893, algo que sin duda ha quedado grabado en la historia y que llevó a homenajear al exburgomaestre bautizando a una de las avenidas más importantes del distrito con su nombre.
Una avenida con historia
La avenida Larco se transformó oficialmente en una avenida en el año 1946, durante el gobierno del presidente Manuel Pardo. Su construcción tardó quince meses y según la municipalidad de la comuna, Manuel Acosta Ojeda recuerda que “Larco era una avenida serpenteante y empedrada, con adoquines y piedras. No había, por supuesto, muchos automóviles. Había tracción a mula (….) También había unos ómnibus pequeños (….) que les llamaban Urbanito, una sucursal del tranvía”. Estas frases que evocan a la Lima de antaño, dotan a Larco de gran tradición.
Hoy en día hay gran cantidad de oferta comercial, pero en el pasado también se podía encontrar espacios como La Tiendecita Blanca, que fue inaugurada por los años 20 o la churrería Manolo. Ambos permanecen vigentes en al actualidad. La casona García Alvarado, que data de 1912, no se queda atrás y muestra su belleza al público.
Por otro lado, esta avenida llena de vida nocturna, una efervescencia única y cientos de visitantes, también ha quedado marcada por la dura época del terrorismo, ya que el atentado ocurrido en la calle Tarata por parte del grupo subversivo Sendero Luminoso estaba inicialmente planificado para ocurrir en el Banco de Crédito del Perú, ubicado precisamente en el corazón de Larco.
El hecho dejó un saldo de 25 personas fallecidas, además de 250 heridos y pérdidas materiales entre el edificio afectado y construcciones aledañas. Asimismo, abrió una herida imborrable y provocó el pánico entre los ciudadanos, quienes jamás olvidarán lo ocurrido un 16 de julio de 1992.