Desamparo en Cañete: cierre del comedor ‘Más Amor’ deja a adultos mayores en la incertidumbre

La realidad de las ollas comunes en Perú revela una lucha constante por alimentar a los más necesitados, una batalla que no cesa y que representa una carga que los peruanos llevan durante años sin encontrar aún una solución definitiva. A nivel nacional, se registran alrededor de 4 mil ollas comunes, siendo la capital la responsable de albergar poco más del 90% de estas iniciativas.

Sin embargo, detrás de este aparente acto de generosidad y ayuda mutua, se esconde una realidad preocupante: un 77% de estos programas podrían desaparecer debido a la falta de cumplimiento de los requisitos establecidos por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) para ser reconocidas como Organizaciones Sociales de Base (OSB). Este reconocimiento es fundamental para acceder al Programa de Complementación Alimentaria (PCA), una ayuda vital para mantener en pie estas iniciativas de alimentación comunitaria.

En una muestra de esta problemática, nos encontramos con el caso del distrito de Coayllo, ubicado en la provincia de Cañete. Aquí, los adultos mayores se ven afectados por el cierre del comedor popular ‘Más Amor’, un espacio que representaba más que una simple fuente de alimentación: era un refugio, un lugar de encuentro y solidaridad para aquellos que más lo necesitaban. Sin embargo, debido a problemas entre las autoridades locales, este vital recurso ha cerrado sus puertas, dejando a su paso un vacío en la vida de quienes dependían de él para sobrevivir.

En Coayllo, desde hace una década, existe un comedor que, según los pobladores, pertenece al Estado, pero que habría sido tomado por Luisa Caycho Chumpitaz, quien fungía como presidenta. Sin embargo, recientemente se ha generado controversia debido a un documento que anula su cargo. Presuntamente, la señora Caycho habría intentado mantenerse en el poder, dejando a los adultos mayores sin local y sin los utensilios necesarios para preparar sus alimentos.

En respuesta a esta situación, los pobladores convocaron una asamblea en la que eligieron a la señora Felicita Francia Villalobos como la nueva titular del programa de complementación alimentaria. “Yo soy la presidenta del comedor del adulto mayor ‘Más Amor número 87′, con una resolución que me otorgaron los oficios. Solicito que la señora Luisa nos entregue el local y los utensilios para el funcionamiento del comedor”, declaró la señora Francia.

Los adultos mayores se levantan desde tempranas horas para conseguir leña de níspero e ingeniar soluciones que permitan mantener operativo el comedor. Incluso, la nueva presidenta del comedor popular ofreció su humilde casa para preparar los alimentos. “No descansaré en mi labor de preparar los alimentos para los abuelos. Nosotros compramos los alimentos donde estén más baratos: abarrotes, verduras y a veces pescado. Cocinar desde casa y traer la comida al local es muy complicado. La señora tesorera y el almacenero, ambos de la tercera edad, me ayudan en la cocina, pero somos solo tres de la directiva trabajando”, expresó la señora Francia Villalobos

Preparar y llevar la comida implica muchos riesgos, especialmente teniendo en cuenta que se trata de personas de la tercera edad. El lugar está ubicado en una zona distante, atendiendo alrededor de 45 personas diarias con precios accesibles, considerando la situación económica de la provincia.

La situación económica en Lima, y en general en las zonas más pobres del país, continúa en un estado crítico. Según los datos recopilados, al menos el 24% de la población de Lima se encuentra en condiciones de pobreza. Este porcentaje se incrementó en un 10% entre los años 2019 y 2022, lo que refleja un empeoramiento significativo de la situación en un período relativamente corto de tiempo.

En pleno 2024, la realidad no muestra signos de mejora. Las condiciones de vida en las zonas más desfavorecidas de la capital siguen deteriorándose, y los peruanos que las habitan se encuentran expuestos a una precariedad extrema.

Los datos revelan que aproximadamente una cuarta parte de la población pobre del país se concentra en Lima, lo que representa un porcentaje considerable. Además, si se suman las otras 12 ciudades más grandes del Perú, como Callao, Trujillo, Tacna, Piura, Arequipa, Iquitos, Cusco, Chiclayo, Chimbote, Cajamarca, Pucallpa y Huancayo, la cifra alcanza el 40% del total de personas en situación de pobreza.

Es preocupante observar cómo los pobres se vuelven aún más pobres, con más de 9 millones de personas atrapadas en esta categoría y viviendo en condiciones precarias. Pero la crisis no discrimina, también ha golpeado a la llamada clase media, cuyos ingresos reales disminuyeron. A pesar del aumento del costo de vida, los sueldos no experimentado un crecimiento proporcional, lo que agrava la situación económica de amplios sectores de la población.