Desde muy pequeñas, Valeria y Alessia Palacios compartieron el amor por el remo, pasión inculcada por su padre, también apasionado por el deporte y quien las animó a practicarlo y competir en las playas de La Punta. Este 2024, algunos años después de inscribirse en su primera academia, las gemelas tocaron la gloria y cumplieron el sueño de clasificar a los Juegos Olímpicos París 2024.
Las palistas, de 24 años, no solo tendrán el honor de representar al Perú en el evento deportivo más importante del mundo, sino que lo harán juntas, debido a que compiten en la categoría doble part peso ligero, en la cual forman un gran equipo, que ya ha logrado cosas importantes como la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos 2022, y las de plata en el Mundial Sub 23 del año pasado y el Preolímpico 2024.
Infobae Perú conversó con las jóvenes remistas, quienes nos contaron de sus metas a futuro, lo especial que es compartir en equipo como hermanas y algunas trabas que tuvieron que sortear para llegar a donde están.
- ¿Cómo se sienten tras clasificar a los Juegos Olímpicos París 2024?
Valeria: Me siento muy orgullosa de darme cuenta que los sueños sí se cumplen, es un sueño que siempre hemos tenido. Me siento muy alegre de ver cómo voy alcanzando todo lo que me propongo.
Alessia: Nos sentimos súper felices porque, aparte de ser un objetivo que tienen la mayoría de deportistas, lo estamos cumpliendo las dos juntas, que somos hermanas y que tenemos ese mismo objetivo desde que empezamos a los 12 años; y desde que empecé en el remo, siempre fue mi sueño.
- ¿Qué tan complicado fue llegar a este momento?
Alessia: Tuvimos que pasar por un montón de cosas, a veces hay instituciones que te dan la contra. La que nos respaldó fueron nuestras familias y mi entrenador. En el preolímpico pasado habían otras dos chicas, en los electivos nos ganaron y fueron ellas. Estas Olimpiadas son las últimas en las que habrá nuestra categoría, que es el doble part peso ligero. En verdad, lo veíamos poco probable, pero como nos estuvimos esforzando muchísimo, cada vez se nos hacía más cercano, hasta que en Brasil lo pudimos lograr. Cuando llegamos a la meta, yo solamente quería llorar y abrazar a mis papás que estaban allí, porque es el trabajo de toda una familia, no solamente nosotras.
- ¿Alguna vez sintieron falta de apoyo?
Alessia: Sí, enero y febrero fueron horribles porque no nos querían mandar ni a nosotras ni a Adriana Sanguinetti que clasificó en singles. Hicimos un selectivo y solo querían mandar a ella en el single. Querían favorecer a otro bote, porque al final, éramos 4 botes de Perú y eran un doble de hombres y un single de hombres. Al final quienes clasificamos fuimos las mujeres, y no querían mandar a ninguna mujer, solo a los hombres.
- ¿Crees que es por un tema de género?
Valeria: Creo que sí, y es porque los hombres son de otro club que tiene mayor preferencia. Afortunadamente, además de nuestra familia y entrenador, tuvimos otros apoyos externos de marcas como Gatorade que nos respaldaron siempre.
- ¿Cuál es su objetivo para estos Juegos Olímpicos? ¿Ven posible llevarse una medalla?
Alessia: En los Panamericanos del año pasado quedamos quintas, pero desde ahí mejoramos un montón hasta marzo que fue el Preolímpico, y quién sabe, de acá a cuatro meses, cuando comience la olimpiada, podemos mejorar muchísimo más y espero lograr una medalla o quizá un diploma olímpico. Los rivales son muy fuertes porque ya hemos competido con ellas, pero fue el año pasado, cuando todavía estábamos en el proceso de mejora.
- ¿Qué tan especial es para ustedes haber conseguido este logro juntas como hermanas? ¿Por qué tomaron la decisión de competir siempre como equipo?
Valeria: Nosotras practicábamos varios deportes de chiquitas, hacíamos tenis, fútbol, en el colegio; o vóley, básquet y natación. Una vez, mi papá, que siempre ha remado toda su vida, nos dijo: “¿Vamos a remar?”. Era en La Punta, donde nosotros vivíamos. Entonces fuimos, competimos y destacamos: ganamos medalla de oro y eso nos enganchó a quedarnos en remo. Remábamos en doble, y le ganábamos a chicas mayores. Después seguimos entrenando juntas, aunque pasamos por problemas como cuando nos quisieron separar. Una chica se quería meter al doble y remar con una, porque sabían que éramos buenas, y querían desarmarnos. Lo bueno de entrenar juntas es que tenemos una confianza de que, por ejemplo, si estuviera con una amiga hay más competitividad. De repente, voy con mi entrenador y le puedo decir algo que a mi amiga no le gusta, pero con una hermana, es mayor la confianza.
Alessia: Aparte tenemos los mismo horarios, nos podemos decir más las cosas, no nos podemos pelear de por vida, cualquier problema que tengamos, sabemos que nos vamos a reconciliar.
- ¿Cómo iniciaron en el remo? ¿Qué tan importante fue su padre?
Alessia: Nosotros hacíamos deporte antes, pero a partir de los 12 se podía remar, porque debías tener cierta talla y saber remar. Mi papá nos llevó a una academia de La Punta y nos encantó.
Valeria: Mi papá ya no rema, pero ahora hace ergómetro, que es un simulador del remo en tierra y ha sido campeón mundial de ergómetro el año pasado.
- ¿Tienen alguna anécdota curiosa que les haya pasado compitiendo?
Valeria: Nuestra categoría es peso ligero y tenemos que promediar 57 kilos entre las dos, pero ninguna se puede exceder de los 59. Normalmente yo estoy en 55 y ella en 59, pero en los Juegos Bolivarianos del 2022, estábamos confiadas de que íbamos a tener el peso como siempre, pero no sé qué pasó que estábamos dos kilos subidas cada una, cuando faltaban dos horas para la competencia. Casi nos ponemos a llorar y algunos nos decían que ya fue, que no dábamos el peso. Pero nuestro entrenador dijo que comencemos a correr. Y como hacía un calor infernal, si corríamos podíamos sudarlo. Corrimos 40 minutos, regresamos y nos faltaba un kilo 700, así que volvimos a correr. En total corrimos una hora y media antes de competir, media hora antes de entrar al bote, dimos el peso y nos emocionamos como si hubiéramos ganado. Al final, pese al cansancio, logramos ganar la medalla de oro.
- En el Mundial Sub 23 de remo del año pasado quedaron subcampeonas. ¿Cómo fue eso?
Alessia: Sí, ganamos la medalla de plata y era la primera vez que Perú ganaba una medalla en este tipo de torneos. Nunca nos imaginamos que ganaríamos una medalla, sino que, de repente, avanzar hasta las instancias finales. Estuvimos a nada de batir nuestro récord, porque la cancha era favorable, entonces, era otra categoría, en la que utilizábamos solamente un remo cada una, pero hicimos casi tiempo de doble.
- ¿Qué tan difícil es un deporte extremo como el remo?
Valeria: El remo es un deporte extremo, desde que sales, sientes que te vas a morir. A veces los entrenamientos pueden ser hasta más fuertes que una competencia. Nunca me ha pasado que pare en una competencia, pero sí que por el cansancio, se desvíe un poco el pie o algo así, pero lo solemos manejar bien.
- ¿Cómo ven el futuro del remo en el Perú?
Alessia: El remo no es tan generalizado, no es que solo un grupo mejora, no hay un equipo armado que represente a todo el Perú. Sin embargo, el club Regatas sí tiene a algunas personas que se vienen esforzando mucho.
Valeria: Sí, y ahora por los Panamericanos, van a construir una cancha en el Callao y no vamos a tener que estar yendo a Paracas o Huacho a entrenar. Creemos que con eso un montón de gente va a mejorar.
- ¿Qué sintieron cuando se enteraron que Lima será sede de los Juegos Panamericanos 2027?
Valeria: Nos puso súper felices, justo estábamos en Brasil y obviamente es una buena noticia, nos motivó bastante. En el 2019 participamos, pero estábamos muy chicas todavía, pero nuestro objetivo para el 2027 es la medalla de oro.
- ¿Además del remo, estudian alguna carrera o se dedican a otro oficio?
Alessia: Estamos estudiando en la UPC, una universidad que nos apoya bastante, porque tiene clases virtuales. Si me voy de viaje, me pongo en un horario flexible.
Valeria: Las dos estudiamos Administración y Negocios Internacionales.