Los ciudadanos peruanos, Ángel Giancarlo Bellido Cosio, conocido también como “Jesús Requejo”, de 34 años, y Ángel Eugenio Bances Chaponan, de 60 años, han sido acusados por las autoridades estadounidenses de cometer delitos de fraude con tarjetas de crédito y robo de identidad en varios estados del país.
La detención de ambos individuos se ejecutó el pasado 13 de marzo y desde entonces se encuentran bajo custodia. Estos cargos han sido formalizados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El modus operandi de Bellido Cosio y Bances Chaponan consistía en sustraer billeteras de clientes desprevenidos en establecimientos como Trader Joe’s y otros comercios minoristas.
Tras el hurto, los acusados utilizaban las tarjetas de débito y crédito obtenidas ilegalmente para adquirir dispositivos electrónicos y una variedad de mercancías. Según se informó, para llevar a cabo sus operaciones, estos individuos alquilaban vehículos usando documentos de identidad falsos y viajaban por todo el territorio estadounidense, seleccionando sus víctimas en diferentes ubicaciones.
La acusación presentada en contra de los sujetos incluye cargos por fraude en dispositivos de acceso, con una pena máxima de 10 años de prisión, y por usurpación de identidad agravada, delito que impone automáticamente una pena adicional mínima de dos años.
Dicho auto de procesamiento fue emitido en el tribunal federal de New Haven, Connecticut. La Fiscalía Federal para el Distrito de Connecticut ha sido la entidad encargada de presentar formalmente estos cargos.
La investigación sobre estos actos delictivos fue llevada a cabo por el FBI junto con la colaboración de agencias policiales locales de Connecticut y otros estados. Esta colaboración interagencial fue clave para identificar y capturar a los responsables de una serie de robos que habían generado alarma entre la comunidad de compradores.
Los presuntos delincuentes enfrentan serias acusaciones federales que resaltan la importancia de la cooperación entre las autoridades locales y federales para combatir el fraude y el robo de identidad, asegurando así la seguridad de los consumidores en el país.
Nuevas leyes contra inmigrantes indocumentados
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha promovido recientemente tres propuestas legislativas con el objetivo de endurecer las condiciones para los inmigrantes indocumentados en el estado.
Entre las medidas destaca la prohibición para que estos individuos puedan obtener licencias de conducir y el aumento en las penas de prisión para aquellos que sean capturados al volante sin el permiso correspondiente. Las acciones de DeSantis son parte de su estrategia para enfrentar lo que considera una crisis migratoria, exacerbada, según él, por la gestión de la frontera de Estados Unidos y México por parte de la administración de Joe Biden.
Durante una conferencia de prensa, el gobernador firmó los proyectos de ley, argumentando que estas son respuestas necesarias ante la ineficacia de las políticas migratorias federales.
Además de estas leyes, DeSantis ha movilizado agentes hacia la frontera sur y ha coordinado el traslado de migrantes a estados como Massachusetts y California, buscando desalentar la llegada de más indocumentados a Florida. Las nuevas legislaciones pretenden no solo restringir la posibilidad de que los indocumentados conduzcan legalmente sino también endurecer las consecuencias de hacerlo sin una licencia válida, llegando a condenas de hasta un año en prisión para delitos repetidos.
Críticos de las medidas propuestas por DeSantis señalan que estas podrían resultar contraproducentes. Argumentan que, en lugar de desalentar la conducción sin licencia entre los indocumentados, debería priorizarse la educación vial y la emisión de permisos de conducir a aquellos que demuestren su habilidad al volante, independientemente de su estatus migratorio.