Zerga Pinasco: la verdadera historia de la mujer peruana que se creía Anastasia Romanov

Hasta presentó documentos ante las autoridades del Poder Judicial para asegurar que era la hija sobreviviente del zar Nicolás II de Rusia.

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Zerga Pinasco desafió la lógica y la historia al presentarse como la princesa Anastasia Romanov en las cortes de Lima. (GEC)
Zerga Pinasco desafió la lógica y la historia al presentarse como la princesa Anastasia Romanov en las cortes de Lima. (GEC)

A lo largo de toda su historia, el Perú ha sabido albergar a todo tipo de personajes que no solamente han sabido dejar su huella en nuestra tierra sino que también intentaron hacerlo en el resto del mundo. Aunque las maneras no hayan sido las más deseables.

Uno de los casos más emblemáticos de esta situación fue el que vivió Lima cuando una peruana, y de edad madura, se hizo conocida al asegurar que se trataba de la mismísima princesa Anastasia Romanov de Rusia, la última hija del zar Nicolás II.

¿Quién era Anastasia?

El misterio de la princesa Anastasia se cierra con el descubrimiento de su cuerpo, confirmando su trágico fin. (Congreso de los Estados Unidos)
El misterio de la princesa Anastasia se cierra con el descubrimiento de su cuerpo, confirmando su trágico fin. (Congreso de los Estados Unidos)

Anastasia Nikoláyevna Románova, la cuarta hija del último zar de Rusia, Nicolás II, y su esposa Alejandra Fiódorovna, nació el 18 de junio de 1901. Portadora del título de Gran Duquesa de Rusia desde su nacimiento, Anastasia fue ejecutada junto con su familia en Ekaterimburgo el 17 de julio de 1918 por un grupo bolchevique.

Pero a pesar de este hecho, a lo largo del siglo XX, persistió la leyenda de su supuesta supervivencia, alimentada por impostoras en todo el mundo, incluido nuestro Perú.

El primer caso se dio en Alemania, en 1920, cuando una joven rescatada de las aguas del canal de Landwehrkanal en Berlín afirmó ser la “cuarta hija del zar”. Esta mujer, conocida como Anna Anderson Manahan, alegó ser la princesa rusa, aunque los tribunales alemanes y estadounidenses no la reconocieron como tal. Tras décadas de insistencia, falleció en Virginia (Estados Unidos) en 1984, dejando tras de sí una vida envuelta en misterio y dudas.

Pero Anderson no fue la única. En Europa, muchas mujeres declararon ser la verdadera Anastasia, sin encontrar credibilidad, especialmente entre los nobles rusos que custodiaban los restos del tesoro real.

Perú tiene talento

A lo largo del siglo XX, impostoras han alimentado la esperanza de la supervivencia de Anastasia, incluida una audaz mujer en Perú. (Oveja Negra)
A lo largo del siglo XX, impostoras han alimentado la esperanza de la supervivencia de Anastasia, incluida una audaz mujer en Perú. (Oveja Negra)

Sin embargo, la historia tomó un giro inesperado cuando una mujer peruana, Zerga Pinasco, afirmó ser la princesa Anastasia en 1963. Con una seguridad que ya muchos quisieran, Pinasco presentó una serie de documentos en el Segundo Tribunal Correccional del Palacio de Justicia de Lima, ubicado en la avenida Paseo de la República, para respaldar su reclamo.

“Yo soy la princesa Anastasia de Rusia”, dijo después de entregar el documento a las autoridades. Aunque su primer obstáculo fue su apariencia física no se parecía en nada a la de las otras supuestas Anastasias, su determinación desafiaba toda lógica.

Ella ya era conocida en los tribunales limeños y sorprendió a los empleados judiciales con su profundo conocimiento de la cultura peruana, aunque su vínculo con la Rusia zarista era más nebuloso.

Soñando con ser reconocida como un miembro de los Romanov, la vida de Pinasco estaba impregnada de una mezcla de fantasía y realidad, alimentada por la esperanza de reclamar la cuantiosa fortuna, de unos 40 mil millones de rublos (equivalente a 85 millones de dólares de la época), que afirmaba pertenecer a su padre, el zar Nicolás II.

Con una historia propia de cuentos de hadas, esta peruana capturó la atención al afirmar ser la desaparecida princesa Anastasia de Rusia. (GEC)
Con una historia propia de cuentos de hadas, esta peruana capturó la atención al afirmar ser la desaparecida princesa Anastasia de Rusia. (GEC)

A pesar de las dudas sobre la autenticidad de su reclamo, Pinasco persistió en su búsqueda de reconocimiento como Anastasia, una historia que se asemejaba a un cuento de hadas o a un problema de memoria, propio de la edad.

Consultada por la prensa del por qué estuvo tanto tiempo escondida en Lima, aseguró que lo hacía por temor a sus enemigos que todavía la seguían buscando para asesinarla.

El caso de Zerga Pinasco agregó otro elemento a la historia enigmática de la princesa desaparecida. Aunque su afirmación fue recibida con escepticismo, Pinasco mantuvo su historia hasta el final, alimentando la especulación sobre el destino final de Anastasia.

A medida del pasó de los años el misterio continuó desconcertando al mundo, hasta que recién en el año 2007 unos investigadores hallaron dos cuerpos de jóvenes en una fosa común en Ekaterimburgo (Rusia). Y luego de muchos exámenes se determinó que uno de ellos era el de la princesa extraviada. Poniendo punto final a una de las historias más alucinantes de la humanidad en el siglo XX.

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