En compañía de su familia, el afamado escritor peruano Mario Vargas Llosa recibió sus 88 años, de los cuales pasó la gran mayoría de ellos como una de las figuras de la literatura peruana y mundial.
El autor de obras reconocidas internacionalmente como ‘La Ciudad y los perros’, ‘La Casa Verde’ y ‘Conversación en la Catedral’, celebró su onomástico con dos pasteles que recuerdan mucho al Monasterio de Santa Catalina, ubicado en su ciudad natal, Arequipa.
“Feliz cumpleaños, querido Varguitas. Infatigables 88 años”, fue el mensaje que dedicó su hijo, Álvaro Vargas Llosa en su cuenta oficial de X, que de inmediato se llenó de saludos de personas, admiradoras del trabajo del afamado Premio Nobel de Literatura en el año 2010 y cuyas obras fueron traducidas a varios idiomas y vendidas a nivel mundial.
Vargas Llosa nació un 28 de marzo del año 1936 en Arequipa, hijo de Dora Llosa Ureta y Ernesto Vargas Maldonado. En su etapa escolar, el ahora escritor estudió en el colegio militar Leoncio Prado y sus vivencias lo ayudaron a escribir “Los Jefes”, un cuento publicado en 1957 en la revista Mercurio Peruano.
Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y contrajo matrimonio a los 19 años con su tía Julia Urdiqui, que en ese entonces tenía 30 años. Luego de su unión, ambos se mudaron a París, donde la primera gran obra del escritor terminó de redactarse: ‘La Ciudad y los perros’, ambientada en el colegio militar Leoncio Prado.
El reconocimiento alcanzado por sus obras, lo llevaron a codearse con diferentes figuras que ahora son consideradas leyendas de la literatura, como Gabriel García Márquez, con quien tuvo una gran amistad hasta el año 1976, cuando Vargas Llosa golpeó en el ojo al escritor colombiano. Pese a que el hecho fue público, ninguno de los protagonistas se aventuró a explicar qué motivó esta agresión.
Premio Nobel de Literatura 2010
En el año 2010, el escritor peruano fue premiado con el Premio Nobel de Literatura, “por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia, la revuelta y la derrota del individuo” y su discurso fue titulado “Elogio de la lectura y la ficción”.
En el mensaje, que fue escrito personalmente por Vargas Llosa, el autor destacó la importancia de los libros en la vida de las personas. “Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida”, dijo.
La vez que Mario Vargas Llosa quiso ser presidente del Perú
Aunque su legado en la literatura es innegable, sus ideas políticas también lo acercaron al sillón presidencial en una experiencia única en las elecciones presidenciales del año 1990, cuando se enfrentó en segunda vuelta a Alberto Fujimori, quien en ese entonces era un desconocido para la mayoría de los electores y contra quien terminó perdiendo.
En aquella campaña, Vargas Llosa postuló por el Frente Democrático (Fredemo), que era una coalición de tres partidos: el Movimiento Libertad, Acción Popular (AP) y el Partido Popular Cristiano (PPC).
Para ese entonces, el escritor ya era una figura reconocida internacionalmente, lo que le valió el apoyo de algunos ciudadanos, pero que no fue suficiente para derrotar a Alberto Fujimori, quien luego se convirtió en un dictador, luego de propiciar un autogolpe de Estado en 1992.
La experiencia de la derrota terminó por alejarlo de la política partidaria, pero no lo hizo ajeno a la opinión política en diferentes países, en los que apoyó a figuras como Jair Bolsonaro en Brasil, Mauricio Macri en Argentina, Carlos Mesa en Bolivia, José Antonio Kast en Chile, Alberto Hernández en Colombia, y Keiko Fujimori en Perú. Todos tienen en común que pese a recibir el apoyo de Vargas Llosa, perdieron las elecciones presidenciales en sus respectivos países.