Desde hace un tiempo atrás, Luz Marina Salinas Zamora, una educadora de la tercera edad, dedica su vida a alfabetizar a los reos más peligrosos del penal de Lurigancho, ubicado al este de Lima. Les enseña a leer y escribir como parte de las políticas de resocialización carcelaria del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE). No siente que su edad sea impedimento y asegura que continuará con su labor ‘hasta que le den las fuerzas’.
El INPE compartió la tarde de este martes 26 de marzo un video, a través de sus redes sociales, para dar a conocer la labor de Luz Marina detrás de las paredes de esta cárcel, donde está rodeada de personas condenadas por diversos delitos y que son catalogadas como peligrosas. Ella no los estigmatiza, pues está convencida que la educación les puede salvar la vida y darles armas para que su posible resocialización sea más llevadera.
“Soy la profesora Luz Marina Salinas Zamora, a cargo del aula de alfabetización del Establecimiento Penitenciario Lurigancho. En este año que me han programado, nos gustaría que todas las personas que deseen superarse estén aquí en el aula”, dice la educadora en un video difundido por el INPE.
Según Salinas Zamora, ‘son pocos’ los presos que reconocen ser analfabetos por vergüenza o, simplemente, por desinterés, pero eso no le quita a ella las ganas ni las fuerzas de continuar con su labor.
“Son pocos los que dicen la verdad: soy analfabeto a mucho orgullo y acá voy a tener oportunidad de superarme. Estas serían las canteras para el intermedio. Este (salon) es el de alfabetización inicial y luego pasan a intermedio y los que estudian eso recién pasan al ciclo avanzado”, detalló la mujer.
Señaló, además, que los presos del nivel avanzado tienen la posibilidad posterior de postular a alguna universidad para terminar una carrera y, al salir del penal de Lurigancho, tener la posibilidad de concretar su resocialización con éxito.
“Del inicial intermedio, del intermedio al avanzado y del avanzado camino a la universidad”, expresó.
De acuerdo a la profesora, el Centro de Educación Básica (CEBA) le ha brindado la oportunidad de seguir trabajando, pese a su años. Se siente vital y con fuerzas para seguir enseñando detrás de los barrotes.
“Así estoy cumpliendo con los chicos. Estamos hablando de 25 años y yo voy a seguir hasta que Dios me dé salud y déjenme decirles que soy sincera que esto es parte de mi medicina. Lo hago por salud y por ayudar a los chicos que son parte de mi familia. Es toda una vida aquí dejada en el magisterio”, afirmó Luz Marina.
Buscan erradicar analfabetismo
Con el objetivo de erradicar el analfabetismo en todas las cárceles del país, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) viene realizando acciones en sus diferentes cárceles, entre ellas la de Lurigancho, a través de Luz Marina y otros educadores.
El organismo se ha puesto como ‘gran reto’ que los privados de libertad que ingresaron a los establecimientos penitenciarios continúen y culminen sus estudios.
De acuerdo a datos del INPE, solo en 2023 se monitoreó en los penales a 540 analfabetos a nivel nacional, quienes fueron insertados al programa Cero Analfabetismo, con el apoyo del Ministerio de Educación (Minedu).
El Censo Penitenciario del 2016 arrojó que de cada diez privados de libertad, seis no había terminado secundaria. En las cárcles del todo el país trabajan 700 maestros del INPE y del Ministerio de Educación (Minedu) que enseñan a los internos la educación primaria y secundaria. Pero también hay un grupo de analfabetos. En el 2022 se logró insertar a 400 de ellos al sistema educativo y este año la meta es insertar “de manera obligatoria” a los 540 restantes, como parte del programa Cero analfabetismo.