Cada vez son más los menores que abandonan las ganas de estudiar o pierden el interés por los deportes para centrar su tiempo y esfuerzo en aprender a gatillar un arma. En lo que va del 2024, son casi 130 los adolescentes que han sido intervenidos por robo o asesinato en el Perú, y muy pocos los internados en centros de rehabilitación para cambiar su destino.
“Es lamentable la verdad. Da mucha pena saber que pueden ser nuestros hijos. Al ver a estos menores me dio mucha tristeza ver la situación de abandono en que se encuentra nuestra juventud”, dice con pesar el Coronel PNP Alejandro Miranda, jefe del Escuadrón de Emergencia Callao, a Domingo al Día, dominical matutito de América Noticias.
Algunos, incluso, tienen el permiso de su propia madre para delinquir, como es el caso de ‘Piedrita’, un adolescente de 15 años que ya afirma con total desparpajo que asesinó a sueldo a tres personas en distintas regiones del país: Ica, Arequipa y Chiclayo.
“La corta edad que él tiene, pero sabe lo que está haciendo y él sabe lo bueno y sabe lo malo. A mí bien me han dicho, que él está bien pedido, que le quieren dar vuelta. Sí o sí a él le quieren hacer su chamba”, expresó su progenitora.
De acuerdo a datos de la Policía Nacional del Perú (PNP), precisamente son sus propios apoderados los que se beneficiar del actuar criminal de los más pequeños del hogar. “Ellos viven de lo que sus hijos realizan”, indicó Miranda.
Pequeño pero peligroso
Con voz de niño y menos de 1.50 metros de estatura, ‘Piedrita’ se ha convertido en uno de los sicarios más solicitados de Los Barracones del Callao. Allí, dejó todo por enrolarse en una pandilla para ‘defender’ el barrio cuando recién ingresaba a la secundaria.
Ya inmiscuido en ese ambiente, primero comenzó con robos menores, como celulares o billeteras, para luego organizar embocadas grupales a taxistas o repartidores de delivery. En una grabación registrada por una cámara de seguridad de la zona, se observa su proceder.
En las imágenes se observa como el menor, sin levantar sospecha alguna, se hace pasar por la persona que contactó vía aplicación a uno de estos conductores para que se detengan. Una vez que la presa mordió su anzuelo, da la señal y un numeroso grupo salga de su escondite. Tras robarle todas sus pertenencias, se reparten el botín, el cual luego utilizarán para comprarse más armas, según la Policía Nacional.
“Alias Piedrita ya había sido intervenido en el año 2022 con su madre, la que fingía ser una campana en el momento del ilícito que venía realizando su menor hijo, en este caso, era asaltar a los taxistas con aplicativo”, sostuvo el coronel PNP.
“Se viene trabajando articuladamente, pero en algunos casos, desconocemos el motivo por el cual estos menores vuelven a salir o a estar en las calles, eso es preocupante porque están siendo captados por organizaciones criminales para poder utilizarlos”, agregó.
Entrenados para matar
Adolescentes entre los 13 y 17 años son entrenados para matar, de acuerdo a un reportaje de Panorama. A través de un reportaje revelaron que una nueva generación de sicarios se reunía al menos una o dos veces por semana pasada la medianoche en la orilla de la playa Mar Brava, muy cerca a Los Barracones del Callao, una de las zonas más peligrosas de la ciudad.
Allí, ranqueados delincuentes, además de enseñarles a empuñar un arma de fuego, también los instruyen y aconsejan para llevar acabo secuestros, torturas salvajes, inclusive, cómo extorsionar y pedir cuantiosas recompensas mediante mensajes de WhatsApp.
“Adolescente de entre 13 y 17 años son captados por estas mafias y les dan unas clases. Tenemos conocimiento que, incluso, pagan 120 soles por clases”, dijo el coronel PNP Pedro Rojas, jefe de la División de Investigación del Callao, al referido medio.
“Las primeras clases se dan sin municiones, para luego solo tener el montaje y desmontaje del arma. Posteriormente, la familiarización (con la pistola) y las siguientes clases es que recién aprenden a disparar”, afirmó el coronel Rojas.