Desde hace algunos años, Perú ya no solo sinónimo de Machu Pichu, sino también de una cada vez más respetada gastronomía. Esto se vio demostrado, por ejemplo, cuando Central fue elegida como el mejor restaurante del mundo y cuando Lima fue considerada en la serie Street Food Latinoamérica, de Netflix, para mostrar a nuestros mejores representantes de la comida callejera.
Una de las emblemáticas voceras que apareció en este programa fue Angélica Chinén, dueña de la Huerta Chinen, un conocido restaurante ubicado en el Mercado N.º 2 de Surquillo.
“Tengo 35 años en este mercado. Soy operada media columna dos veces y yo acá estoy desde las cinco de la mañana hasta las 11 de la anoche, pero no me quejo. Si tú dices yo estoy mal, pero si tú dices voy a salir adelante, vas a salir adelante. Mi trabajo es mi mejor terapia. Cuando vienen los clientes a almorzar, se siente en casa, se siente en familia. Eso me llena muchísimo y me da mucha fortaleza para salir adelante”, expresó cuando fue entrevistada.
A raíz de esta participación, este establecimiento se convirtió en un punto turístico importante del distrito, y también de la capital Sin embargo, la Huerta Chinen y otros comerciantes del mercado se encuentran sin la posibilidad de atender a sus vecinos y a otros visitantes desde hace más de dos meses.
El pasado 9 de enero, la municipalidad distrital clausuró el mercado. De acuerdo con la comuna, se constató que había varias deficiencias, como cables de electricidad expuestos y la falta de un sistema contra incendios y de suministros de energía apropiada. Además, el concurrido local no contaba con licencia de funcionamiento ni certificado ITSE, lo cual serían requisitos indispensables para atender al público.
Al conocer la noticia, los vendedores se organizaron para implementar las refacciones necesarias y así, no extender por mucho tiempo la reapertura.
Por ello, cuando se ingresa actualmente al lugar, se puede ver el piso totalmente renovado y a varios trabajadores terminando de instalar los nuevos techos.
Sin embargo, han pasado 72 días y el municipio todavía no autoriza la reapertura. Mientras tanto, los comerciantes tratan de sobrevivir vendiendo por delivery o en los exteriores.
En entrevista con Infobae Perú, Graciano Minaya Velázquez, presidente del Mercado de Surquillo pidió a las autoridades ediles abrir nuevamente el establecimiento debido a que varios de sus asociados ya estaban en quiebra o a punto de perderlo todo, por lo que necesitaban trabajar de forma urgente para recuperar la economía.
“Yo creo que hemos avanzado más del 90 por ciento en subsanar las observaciones. Pido a la alcaldesa que por una pequeña cosa que nos falta, que nos deje trabajar. Eso se puede estar subsanando, pero trabajando”, afirmó.
Luego, aseveró que la municipalidad dio un plazo inicialmente, pero que sin respetarlo, cerró el local. “Ese ha sido una abuso de autoridad”, manifestó.
“Nosotros hemos hecho el trabajo de limpieza de nuestro mercado, pero por sacar (sus productos) a la vereda, nos ha puesto una multa de 10 mil 800 soles. La municipalidad quiere que mejore el mercado y no nos da la facilidad. Otros alcaldes, con sus camiones, venían a recoger la basura. Hoy en día no contamos con ningún apoyo de esta alcaldesa”, indicó.
Juan Alberto Moreno, presidente de la Asociación de Vecinos y Empresarios de Surquillo, comentó para este medio que los más de 500 comerciantes del Mercado N.º 2 han perdido una cifra superior a los 30 millones de soles, desde que el lugar fue clausurado. En total, 5.000 personas, entre familias y vendedores de negocios aledaños, habrían sido afectados.
Sostuvo, además, que el principal problema es de los inquilinos, que no son propietarios del espacio donde trabajan, ya que estos se han visto obligados a sacar sus negocios a la calle.
“Hace siete años reorganizaron a todos los ambulantes que había alrededor, pusieron una galería al frente, en una construcción, y todos los que eran ambulantes ahora ya tienen ahí su puesto formal. Pero ahora, a raíz del cierre, tú vas a ver a muchos comerciantes prácticamente como ambulantes, afuera del mercado, vendiendo en sus carritos polos, o en la puerta como jaladores”, comentó.
Asimismo, criticó el accionar de la gestión de la alcaldesa Cinthia Loayza por tener una “política sancionadora irracional”.
“Un municipio o cualquier entidad del Estado en general, se supone que lo que tienen que hacer es resguardar y promover la seguridad, obviamente, pero también que los vecinos, los comerciantes de un distrito, estén en condiciones para seguir produciendo, porque eso genera impuesto y, por lo tanto, recaudación”, argumentó.
“Lo ideal hubiese sido que si el municipio requería de algún cambio dentro del mercado, es que se pueda de repente cerrar por partes, o atender fines de semana, pero el cierre ha sido total”, añadió el dirigente.
En este escenario, Moreno piensa que la destitución de la alcaldesa es “razonable”. “Está cometiendo abuso de autoridad y carece de total sentido común, además que incumple sus promesas de campaña”, manifiesta.
Infobae Perú se contactó con la Municipalidad de Surquillo para obtener su versión de los hechos. En su respuesta, la alcaldesa aseguró que los vendedores del Mercado N.º 2 tienen diferencias internas en cuanto al liderazgo, por lo que los exhortaba a “ponerse de acuerdo a fin de continuar con los procesos administrativos” y, así, volver a atender al público.
“Invoco a que se pongan de acuerdo, a que dejen de lado sus conflictos y, por el bienestar de sus familias, nombren a un representante, ingresen un nuevo expediente para que nosotros continuemos con el procedimiento. Los hemos escuchado, recibimos a las cuatro directivas, tenemos toda la disposición, pero ellos deben tomar consciencia”, indicó.
La alcaldesa de Renovación Popular también dijo que en el 2023 se realizaron charlas de sensibilización y asesoramiento en formalización. No obstante, afirma que los comerciantes aun así infringieron la normativa municipal.
“Yo misma me he reunido con ellos en septiembre, los hemos sensibilizado desde el 2023. Ellos se han comprometido en tomar las acciones para mejorar las condiciones que en muchos años no les han solicitado”, señaló.
“El 23 de febrero nuestro personal fue a realizar una inspección, pero los puestos estaban cerrados. Deben nombrar a un representante y elevar un expediente sobre su situación para programar otra visita”, complementó.