Más de 3 millones de peruanos y peruanas no disponen de suministro de agua potable

Alrededor de 2 millones de dichas personas residen en Lima. Anteriormente, la titular del Ministerio de Vivienda advirtió que, de mantener esta tendencia, la brecha afectará a las próximas tres generaciones

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San Juan de Lurigancho y
San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres son los dos distritos más poblados de Lima Metropolitana. - Crédito: composición Infobae Perú

En el marco del Día Mundial del Agua, una fecha designada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para resaltar la importancia de la gestión sostenible de los recursos hídricos, se revelan datos alarmantes sobre la situación en Latinoamérica y el Caribe. Según informes recientes del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), alrededor de 17 millones de personas (3%) enfrentan serias limitaciones en el acceso mediante fuentes seguras.

Dicha realidad no es esquiva en el Perú, donde se denunció que más de 3,5 millones de personas se encuentran sin servicios de suministro de agua potable, de las que alrededor de 2 millones residen en Lima, según el medio internacional EuroNews.

Situación crítica en Lima por falta de acceso al agua

Lima es también una de las ciudades que sufre mayor escasez de agua en la región. Y dentro de todas las jurisdicciones que la integran, resalta el distrito de Villa María del Triunfo por contar con varias zonas que no poseen red de alcantarillado.

Por este motivo, el recurso hídrico debe llegar a las viviendas mediante tanques colocados estratégicamente lo más alto posible y a través de tuberías y mangueras. Los camiones cisterna se trasladan por caminos de tierra para abastecer a la gente de esta zona que enfrenta dificultades diarias.

Además, EuroNews indicó que son tres ríos —Rímac, Chillón y Lurín— y algunas lagunas los que permiten llevar el agua que se utiliza en la ciudad de Lima.

Las mujeres son responsables de proveer de agua a hogares sin acceso

En Perú, el 61% de los hogares en los cuales residen menores de 5 años enfrenta dificultades para acceder al agua potable, además de que son las mujeres quienes asumen la tarea de recolectar y transportar este recurso esencial para la subsistencia familiar.

Dicha responsabilidad implica un esfuerzo que consume hasta dos horas diarias, tiempo que podría emplearse en otras actividades productivas o de ocio. La información, revelada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), evidencia no solo una preocupante brecha de género, sino también las implicaciones sociales y económicas que acarrea la escasez de infraestructuras hídricas básicas en el país.

La diferencia es notoria cuando se compara con los hogares en los que sí hay servicio de agua potable. En estos casos, las mujeres pueden invertir el tiempo en otras labores que impulsarán su desarrollo y crecimiento profesional o personal, como estudiar, trabajar o estar con sus hijos de manera continua.

La brecha de acceso al agua potable se mantiene en el Perú

En su intervención en el CADE Ejecutivos 2023Hania Pérez de CuéllarMinistra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, expuso que aproximadamente 3,4 millones de peruanos carecen de acceso a agua potable, una cifra que se mantiene en la actualidad. A su vez, precisó que unos 7,6 millones no tienen servicio de saneamiento básico.

“Somos el sector proponente y estamos comenzando a trabajar en cambios normativos y en procedimientos, obviamente en coordinación con el MEF y Proinversión. Tenemos que diversificar los riesgos, generar predictibilidad y confianza y ampliar opciones de financiamiento. Lo haremos definiendo una gobernanza clara, simplificando los procesos, estamos identificando en los niveles cuáles son los procesos que no generan valor. Esos informes que no generan valor los tenemos que eliminar”, explicó en ese momento.

Esta situación subraya un desafío crítico en el país en cuanto a infraestructura básica y salud pública. Finalmente, la titular del sector advirtió que, si no se cambia la tendencia, “no se podrá cerrar la brecha para las próximas tres generaciones”. “Para lograrlo necesitamos creer en el compromiso y el aporte del sector privado”, concluyó.

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