Pareciera que el tiempo transcurre raudamente en un día laboral, donde los pensamientos de trabajadores y estudiantes están centrados en cumplir con sus responsabilidades. Al ingresar a sus oficinas o instituciones educativas, dejan atrás un escenario caótico y expresiones artísticas plasmadas en las paredes; estas últimas quizás pasaron desapercibidas debido a la vorágine de la ciudad.
Con la llegada del fin de semana, esta percepción se desvanece mientras los ciudadanos realizan sus actividades sin prisas. Tanto peruanos como extranjeros se detienen fascinados ante un mural elaborado por un artista desconocido, a quien más de uno desearía agradecer por embellecer las calles con su arte.
Con el trabajo de los artistas urbanos, se intenta transformar el rostro de la ciudad. Murales cargados de simbolismo y cultura se pueden apreciar en puntos estratégicos de la capital, los cuales contrastan con el cielo gris de Lima, un lugar en el Perú donde el arte no siempre es valorado como debería.
Entre los artistas que han plasmado su obra de arte en las paredes de locales comerciales y casas ―con el fin de inmortalizar la cultura de las comunidades nativas―, se encuentra Joe Fernández, un compatriota que ha revitalizado las paredes interiores de reconocidos negocios en Lima, así como las fachadas de viviendas ubicadas en la capital y regiones.
Su arte ha traspasado fronteras, pues en París, Francia, pintó un mural que retrata la cultura amazónica. Esta expresión artística captó la atención de compatriotas y ciudadanos de distintas nacionalidades, quienes se detuvieron para admirar la imagen de una artesana yanesha acompañada por un jaguar, el felino de mayor tamaño en América.
Infobae Perú conversó con Joe Fernández, artista, muralista e ilustrador peruano cuyo arte ha resonado en la cotidianidad de miles de transeúntes y clientes de diversos negocios del territorio nacional, ya que sus murales han sido plasmados en locales de marcas reconocidas y edificaciones ubicadas en puntos estratégicos.
La historia del muralista que logró la hazaña de pintar un mural en París
Al observar los imponentes murales de Joe Fernández en las paredes de importantes locales comerciales y viviendas del Perú, se podría suponer que este artista fue formado en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes o recibió una educación artística en alguna institución del extranjero. Quienes plantearon esta idea, probablemente no consideraron que hay personas que nacieron con un talento determinado o que tuvieron una formación autodidacta.
Tal es el caso de Fernández, quien desde joven adoptó una formación autodidacta. en el país que lo vio nacer. Mientras exploraba su pasión por el arte, inició estudios en una carrera completamente antagónica a la creación artística. Se trata de Administración, un campo del conocimiento que exploró solo dos años en una universidad.
Con el tiempo dejó de estudiar esta profesión relacionada a los negocios para iniciar otra, Marketing Estratégico. Con los conocimientos adquiridos en su casa de estudios pudo ayudar a sus amigos a promover y potenciar sus emprendimientos. Mientras se esforzaba por cumplir con sus obligaciones académicas, Joe tuvo una experiencia que lo enriqueció sobremanera e hizo que tuviera otra percepción del arte: conoció a los miembros de la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo.
Pero, ¿por qué la convivencia con la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo marcó un punto de quiebre en su carrera artística? Infobae Perú conversó con el artista sobre este asunto y otros temas de interés, con el fin de que las personas que aprecian su arte conozcan pasajes de su vida. “La realización de murales con temática amazónica comenzó luego de mi acercamiento a la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo. Junto a sus miembros realizamos diversas actividades, como murales, ferias y eventos, con el objetivo de apoyarlos. Varios acontecimientos durante este periodo me llevaron a involucrarme con su cultura y establecer lazos de amistad. Conviviendo con ellos comprendí que la Amazonía es un universo aún más extenso y que en ella no solo existía la comunidad nativa que conocí en Lima”, señaló Joe.
Tras descubrir que en la selva peruana existen múltiples comunidades nativas, Joe decidió viajar a diferentes lugares de la Amazonía. Al llegar a su destino, conoció a representantes de diversas comunidades nativas con quienes colaboró en proyectos artísticos y sociales. Fruto de estas experiencias, creó Amazonarte Perú, una organización sin fines de lucro que se dedica a difundir las culturas peruanas a través del arte.
De este modo, Joe se comprometió con las comunidades nativas, a tal punto de llevar el arte amazónico a Europa, un continente cuyos habitantes muestran un creciente interés por la cultura peruana. En París, el artista plástico logró uno de sus tan anhelados sueños: pintar un mural. No fue fácil, pues, según relata el artista peruano, llevar a cabo esta actividad artística presenta sus desafíos.
“Este mural retrata a Marina Ortiz, una artesana yanesha. La reacción de la gente ha sido increíble. Realmente han intentado comunicarse conmigo en español cuando pintaba, yo me esforzaba por hablar un poco en inglés. Mientras le daba color a la pared, noté a los espectadores muy interesados en el arte. Los dueños del sitio donde realicé el mural me brindaron todas las facilidades para pintar. Quiero resaltar que no es tan sencillo hacer un mural en París”, expresó.
Zelva Uno, nombre artístico de Joe, recibió el respaldo tanto de connacionales como de ciudadanos extranjeros mientras daba vida a una pared que tenía una tonalidad similar al cielo de Lima. Con el transcurso del tiempo, la ‘Ciudad de la Luz’ acogió una obra que irradiaba luminosidad a su alrededor. Nuestro compatriota tardó tres días en completar el mural, tiempo durante el cual fue testigo del entusiasmo de los espectadores. Tras cumplir esta hazaña, el peruano se planteó el siguiente objetivo: pintar un mural en Roma.
Precisamente en esta ciudad, el artista reveló que por primera vez exhibirá sus pinturas inspiradas en los pueblos originarios de la selva peruana. “Esta muestra es individual, una colección privada en la que he trabajado por aproximadamente siete años. Son cerca de 15 piezas las que componen la colección, pero ahora expondré solamente 10. Se trata de una serie de pinturas digitales que he realizado para facilitar su traslado. Son historias de diversos momentos y eventos ocurridos en la Amazonía, que ahora puedo compartir a través de esta exposición gráfica. Quisiera mencionar que esta es mi primera exposición individual en el extranjero”, indicó.
Zelva Uno y Olinda Silvano, una amistad unida por la cultura amazónica
Olinda Silvano, originaria de la región Amazónica del Perú, es una renombrada artista indígena de la comunidad shipibo-konibo. Destaca en el arte textil, particularmente por sus diseños kené, manifestaciones artísticas que reflejan la cosmovisión, la mitología y los saberes tradicionales de su pueblo. Sus obras han sido expuestas tanto en el Perú como en el escenario internacional, favoreciendo la valorización y difusión de su cultura.
Esta artista es amiga de Joe, y se conocieron hace varios años en la comunidad de Cantagallo, un lugar donde la convivencia es armónica y se puede observar sus murales de la cultura amazónica.
En diálogo con este medio de comunicación, el muralista le dedicó unas palabras afectuosas a su amiga. “Olinda Silvano es una queridísima amiga, una persona increíblemente inteligente y maravillosa que ha logrado elevar la cultura shipiba a niveles antes inimaginados. A lo largo de su carrera artística, recibió numerosos reconocimientos tanto en el Perú como en otros países”, afirmó.
“He aprendido mucho de ella; juntos hemos colaborado en numerosos proyectos. Actualmente, no estamos en contacto frecuente, pues, al igual que los ríos que tienen afluentes, nuestros caminos se han diversificado. Olinda continúa promoviendo la cultura shipibo-konibo, mientras tanto yo hago lo propio. Llevo conmigo los conocimientos que ella me transmitió, con los cuales he logrado apoyar a otras culturas del Perú”, agregó.
Joe Fernández ha capturado la esencia de la selva en sus obras. Logró pintar un imponente mural amazónico en París, mostrando al mundo la riqueza cultural y natural de su tierra natal. Además, su compromiso con la comunidad de Cantagallo demuestra su vínculo con las raíces y la identidad peruana.