Ricardo Muguerza vendió pocas enciclopedias en su primer trabajo y ahora lidera la Cámara Peruana del Libro: “Se comenzará a producir libros a precios económicos”

Infobae Perú conversó con el flamante presidente de la CPL, quien contó pasajes conmovedores de su vida, opinó sobre la nueva Ley del Libro y abordó otros temas de interés. Adelantó que los precios de los libros podrían bajar tras la publicación del reglamento.

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El nuevo presidente de la
El nuevo presidente de la CPL aplicará todos sus conocimientos en beneficio del Perú. (ernestojerardo.com)

La noche del 15 de marzo de 2024, en el auditorio Mario Vargas Llosa de la Biblioteca Nacional del Perú, un compatriota dedicado al universo de los libros asumió un cargo de destacada importancia, tanto para él como para los profesionales del sector cultural. Ante la atenta mirada de autoridades y representantes de editoriales del Perú, Ricardo Muguerza juró como el nuevo presidente de la Cámara Peruana del Libro, un puesto que, para aquellos que han luchado porque el Perú se convierta en un país lector, representa no solo un trabajo, sino un premio invaluable.

Ricardo es una de las personas idóneas para asumir este cargo, un puesto que probablemente nunca imaginó cuando tenía 17 años y comenzó a vender enciclopedias en una ciudad que no conocía. En aquel entonces, ofrecía libros con una sola consigna: contribuir a enriquecer a la sociedad con cultura. Los comienzos no fueron fáciles, ya que no logró vender muchos ejemplares en el primer mes, pero su perseverancia lo llevó a convertirse en el vendedor más destacado de Perú antes del nuevo milenio.

Infobae Perú conversó con el flamante presidente de la Cámara Peruana del Libro, quien contó pasajes conmovedores de su vida, opinó sobre la nueva Ley del Libro y abordó otros temas de interés. Adelantó que los precios de los libros podrían bajar tras la publicación del reglamento de la mencionada ley.

―¿Cómo asume este cargo, sabiendo que Perú no es un país lector? ¿Se mostró optimista cuando juró como nuevo presidente de la Cámara Peruana del Libro?

―Este cargo es un reto importante para mí y a la vez es una obligación. Quien te habla ha conseguido todo en la vida gracias al libro. Por eso, tengo una deuda importantísima con el libro y la lectura, y a esta edad que tengo quiero trascender en mi trabajo. Efectivamente, no estamos en un buen nivel de lectoría ni de comprensión lectora; es por ello que nuestro trabajo estará orientado a solucionar estos problemas.

―Lo asumimos con entusiasmo porque estamos en un momento trascendental e histórico para nosotros. En octubre del año pasado, aprobaron la nueva Ley del Libro, una ley por la que hemos luchado muchos años.

―Sabiendo que las iniciativas legislativas son perfectibles y se pueden modificar, ¿cambiaría algo de la Ley del Libro o considera que es perfecta?

―Tengo que decir que Colombia tiene una ley extraordinaria, que la consiguieron en los 90. Gracias a esta ley, este país experimentó un boom en el sector librero y editorial. Empresas españolas fueron a instalarse a Colombia. Luego de este suceso, la nación sudamericana se convirtió en un país exportador de libros. El Perú ha conseguido un buen paquete de beneficios con la nueva Ley del Libro. Podría mejorarse; sin embargo, aún no se ha publicado el reglamento. Tras su publicación, creo que podríamos pedir más. Nosotros estamos muy contentos con lo que hemos obtenido. Quiero decir con claridad que por primera vez el Gobierno nos ha acogido y nos ha manifestado su interés por el libro y la lectura.

―Mientras respondía recordé que mi profesor decía que “el Gobierno no quiere que los ciudadanos sean cultos ni lectores, puesto que esto podría ir en contra de sus intereses” Ahora, con la aprobación de la Ley del Libro pareciera que las autoridades quieren que los peruanos se culturicen. ¿Qué reflexión tiene al respecto?

―Diera la impresión de que algunas autoridades estuvieran limitando el acceso a la información, al conocimiento, pero no es así. Lo que creo es que muchos aspectos han jugado en contra del sector librero y editorial. Durante muchos años, hemos estado rezagados, y el Gobierno no ha atendido las necesidades del gremio ni de los lectores.

El Ministerio de Cultura juega
El Ministerio de Cultura juega un rol importante en la difusión de la cultura peruana.

―Respecto a los lectores, ¿cómo los percibe y de qué manera planea acercarles el libro?

―En Perú, el lector es un poco tímido, no va a las librerías y casi no pregunta en los puntos de venta, a menos que pongamos el libro en su camino. Entonces, nuestra idea es poner el libro en el camino de los ciudadanos a través de ferias, festivales y eventos en centros comerciales. Lo que buscamos es provocar al lector con nuestros libros.

―¿Cómo utilizará su experiencia profesional a favor de la Cámara Peruana del Libro?

―Cuando yo inicio mi trabajo a los 18 años, tuve la suerte de que mi jefe me diga: “Ricardo, no pienses que estás vendiendo algo, sino en el beneficio que van a tener las personas si logran acceder a la enciclopedia que estás vendiendo. Seguí sus consejos. Durante toda mi vida, nunca pensé en la cantidad de enciclopedias que vendería (...). La experiencia que adquirí tras recorrer todo el Perú, visitar ferias internacionales y asistir a reuniones con grupos de editores en España, México, Colombia, Argentina, Alemania e Italia, me resulta valiosa. Y ahora todo lo que sé me gustaría aplicarlo en proyectos de fomento a la lectura.

―En cuanto a las novedades que se presentarán en la La Feria Internacional del Libro de Lima 2024, ¿qué nos puede comentar? Tengo entendido que cambiará de sede y que todavía no se ha definido al escritor peruano que será homenajeado.

―La Concha Acústica del Campo de Marte, en Jesús María, es el lugar ideal para la FIL 2024. En este lugar ya no tendremos problemas con el aforo. En las ediciones anteriores, mucha gente se quedaba fuera de las presentaciones de grandes autores. Muchas veces a los eventos musicales entraba solamente el 60% del público asistente y el 40% no podía disfrutar del espectáculo. Por otro lado, las filas tampoco será un problema, dado que estamos coordinando con las empresas para hacer la venta más dinámica. Respecto a los autores que se van a presentar, lo vamos a dar a conocer en la conferencia de prensa en los próximos días. Este año no tenemos país invitado.

―Cambiando de tema, me gustaría preguntarle sobre el precio de los libros. He recogido comentarios de algunos amigos y familiares que mencionan que su precio es elevado. ¿Consideran que debería reducirse un poco?

―Apenas tengamos el reglamento publicado se va a notar significativamente una moderación de los precios de los libros. Creo que con la Ley del Libro se comenzará a producir libros en Perú a precios económicos. Se vienen buenos tiempos para el lector y se va a notar muy clarito en la Feria Internacional del Libro de Lima donde el público va a encontrar precios sociales definitivamente al alcance del bolsillo.

Muguerza adelantó que los precios
Muguerza adelantó que los precios de los libros podrían bajar tras la publicación del reglamento de la Ley del Libro. (Andina)

―¿Cuándo tuvo su primer contacto con el libro y descubrió su verdadera vocación?

―Tuve la fortuna de nacer en un lugar prácticamente libre de las distracciones típicas de las ciudades. Nací en el campo, en una familia muy unida y numerosa. Mi padre era un ávido lector y, una vez al mes, recibíamos las revistas y libros que compraba. A él le gustaba leer y después narrarnos las historias por la noche, alrededor de la cama. Todos mis hermanos y yo nos reuníamos a su alrededor para escucharlo (...). Desde ese entonces, el libro me ha servido para todo: Gracias a él, conseguí mi primer trabajo, eduqué a mis hijos y ahora ocupo este cargo que me enaltece y que lo tomo con humildad y compromiso.

―Mencionó que nació en el campo. ¿Recuerda el momento en que llegó a Lima? ¿Cuál fue su impresión de la ciudad? Quizás la notó como ‘la bestia del millón de cabezas’, tal como lo describió Enrique Congrains.

―Llegué a Lima a los 17 años. Me considero una especie de migrante y es natural sentir temor al principio; de alguna manera, te afecta emocionalmente, especialmente para alguien como yo, que nací en el campo. Definitivamente, Lima resulta ser, hasta cierto punto, impactante para quien ha crecido en un entorno rural.

―¿Cuál fue su primer trabajo en Lima?

―Cuando llegué a Lima, supe a dónde tenía que ir. El destino quiso que de tanto buscar trabajo, encuentre empleo en una empresa de libros. Como el libro para mí era un bien hermoso, decidí quedarme en esa compañía para vender enciclopedias. Sin embargo, debo confesar que mi familia no aceptaba este trabajo. Me decían: “¿Podrás hacerlo?”, “Mira que no te pagarán si no vendes”, “Mejor búscate otro empleo”. Yo persistí y el primer mes vendí pocos ejemplares; todos mis compañeros habían vendido muchas enciclopedias. A todos nosotros nos capacitaron muy bien para ir a tocar puertas. Debido a que desconocía la capital, sentí temor en varias ocasiones. Esto me jugó en contra pues no cerraba ninguna venta. Luego de un día difícil, me decía: “Ya mañana tendré suerte”. Esta actividad la hice durante 30 días y siempre me acompañó el optimismo.

El flamante presidente de la
El flamante presidente de la CPL vendía enciclopedias a los 17 años en Lima. (Cámara Peruana del Libro)

―¿Obtuvo algún reconocimiento en este trabajo?

―El día 30 entregaron los premios al final de un evento. Todo el mundo había vendido muchos libros, menos yo. Pude no haber asistido a la reunión, pero fui con la intención de que algún amigo me invitara algo con el dinero que ganaría. Cuando mi supervisor me encontró en el ascensor, me miró sorprendido y me dijo: “Todavía estás aquí?, ¿qué tal?”. Yo muy contento le dije: “Bien, señor García, ya casi, ya casi”. Luego de unos instantes, el supervisor inició con la premiación. Todos se sorprendieron luego de mencionar el nombre de un compañero que obtuvo el segundo puesto. Todos pensaban que iba a estar en el primer lugar, pues había vendido más que todos nosotros, además tenía una familia muy numerosa en Lima. Yo no tenía parientes en la capital. Segundos después, mi jefe dijo: “Ahora quiero llamar a Ricardo Muguerza, nuestro mejor vendedor del mes”. Yo me sonrojé y quise esconderme debajo de la mesa. Mis compañeros empezaron a reirse, pero las risas se apagaron cuando el supervisor volvió a tomar la palabra: “Perdón, para mí él es el mejor vendedor”. Dijo la razones: que yo nunca renuncié, que todos los días salía con el mismo entusiasmo, que siempre tenía una buena actitud; también dijo que cuando me encontró en el ascensor, yo le di más seguridad que todos sus trabajadores. Este reconocimiento fue muy importante para mí, pues al día siguiente vendí muchos libros y con el tiempo me convertí en uno de los mejores vendedores de libros del Perú.

―Para concluir, quisiera hacerle una última pregunta relacionada con sus sueños. A sus 63 años, ¿considera que ha cumplido todos o aún le quedan objetivos por alcanzar?

―Trato de no centrarme demasiado en el ocaso. Siempre he creído en la importancia de enfocarse en el día a día. Si la vida nos lo permite, haremos todo lo posible por aprovechar cada minuto, cada hora, día, semana, mes. Seguiré trabajando mientras la vida me lo permita. Tengo amigos libreros, no solo aquí sino en otros países, que incluso a sus 90 años continúan trabajando. Espero continuar trabajando en lo que para mí ha sido, sin duda, el invento más maravilloso con el que he tenido la fortuna de estar involucrado: el libro.

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