Alrededor de 20 hectáreas de bosque protegido en la región San Martín han sido destruidas a través de la tala y quema. Este incidente ambiental se localizó específicamente en las proximidades de los caseríos Progreso y Alto Progreso, ubicados en los distritos de Zapatero y Cuñumbuqui, pertenecientes a la provincia del Dorado, informó Canal N.
La devastación ha puesto en riesgo no solo la flora y fauna local, sino también dos quebradas fundamentales para el abastecimiento de agua de diversas comunidades indígenas de la zona. Iván Rojas García, un destacado ecologista, visitó el área para documentar y exponer los perjuicios causados.
A través de declaraciones para Canal N, García señaló que ciertos individuos están aprovechando las flexibilizaciones de la nueva modificación de la Ley Forestal para incrementar la explotación de los recursos forestales, afectando especies protegidas y áreas de conservación.
La preocupación por esta situación se centra en la preservación del aguaje y otras especies, cuya existencia es vital para el equilibrio ecológico de la región. La deforestación y las prácticas de tala indiscriminada, especialmente en las zonas aledañas a los ríos, amenazan con causar daños irreparables. García hace un llamado a las autoridades para incrementar la vigilancia y la fiscalización de estas actividades, buscando así proteger el invaluable patrimonio natural de la Amazonia.
Desde la publicación de la denominada Ley Antiforestal, ha surgido un debate en torno a la sostenibilidad y legalidad de las actividades de aprovechamiento forestal. La situación en San Martín pone de manifiesto la necesidad urgente de garantizar tanto el bienestar de las comunidades indígenas y sus recursos naturales, como la conservación de la biodiversidad a futuro.
San Martín y sus miles de hectáreas de bosques arrasados
El departamento de San Martín en Perú ha experimentado un notable incremento en la deforestación. Hasta 2022 se contabiliza 14,329 hectáreas afectadas, según un informe de Mongabay.
Las cifras se desprenden de un estudio realizado con la colaboración del Colegio de Ingenieros de San Martín, el cual destaca que la mayor parte de este fenómeno ocurrió entre junio y octubre, coincidiendo con el verano amazónico.
El análisis detalla que las áreas más impactadas incluyen las provincias de Bellavista, Huallaga, Mariscal Cáceres y Lamas, donde la degradación se ha concentrado principalmente en concesiones forestales, zonas destinadas a la conservación y recuperación de ecosistemas, y también en territorios de comunidades nativas.
Específicamente, se ha identificado una extracción intensiva de madera fina en territorios de comunidades wampís, poniendo de relieve la complejidad de la titulación de tales comunidades, un proceso aún incompleto y fuente de vulnerabilidad frente a este fenómeno.
Según el reportaje del medio de noticias ambientales, el Programa Bosques reportó 63.960 alertas tempranas de deforestación en los primeros tres meses del año 2023, sugiriendo una tendencia al alza en esta problemática. Melvin Mestanza, ingeniero en recursos naturales renovables, destaca que las acciones humanas son la principal causa detrás de estos números. Por otro lado, Suyana Huamaní de Oxfam Perú, sugiere que factores económicos, como la inflación y el alto costo de vida, podrían incentivar aún más la utilización de los bosques como fuente de ingreso, exacerbando la situación.
Este complejo cuadro revela los desafíos que enfrenta San Martín y, por extensión, toda la región amazónica peruana en su lucha contra la deforestación. Las implicancias para la biodiversidad, el clima y las comunidades indígenas hacen de esta una cuestión de urgente atención por parte de las autoridades, organizaciones y la comunidad internacional.